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Antes de que en 2012 en el Distrito se hablara de la idea de implementar una jornada única de 40 horas semanales en sus colegios, los rectores de unas cuantas instituciones ya daban los primeros pasos hacia este modelo. Uno de ellos es el colegio Rafael Bernal Jiménez, en la localidad de Barrios Unidos, que hoy es uno de los pioneros en el programa de la Secretaría de Educación.
Fue en 2010 cuando Hugo Cerón, rector del colegio Rafael Bernal Jiménez, decidió brindarles actividades deportivas a sus estudiantes, que no estaban incluidas en el currículo oficial del colegio. Entonces buscó un convenio con la caja de compensación familiar y comenzaron las prácticas de judo y atletismo.
La idea de ofrecer nuevas actividades en los colegios, ya rondaba en el Distrito por la necesidad de enfrentar la deserción escolar y hacer que los niños y jóvenes pasaran más tiempo en la escuela, tratando de evitar que estuvieran a merced del pandillismo y las drogas en la calle. Así que cuando en junio de 2012 la Secretaría de Educación, llamó a un grupo de rectores para contarles que a finales del año arrancaría la jornada de 40 horas, el Rafael Bernal ya tenía un camino recorrido.
A comienzos de 2013 el colegio Rafael Bernal hizo oficial su implementación de la jornada única de 40 horas semanales. Ahora la institución le ofrece a los estudiantes clases en deportes como natación, taekwondo, judo, volleyball, atletismo; artes como música, teatro y fotografía, y tecnología. Como los colegios no tienen modernas instalaciones como piscinas o pistas para practicar los deportes, la institución tiene convenios con distintas entidades y organizaciones como el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) y Compensar. La jornada para primaria comienza a las 7:00 a.m. y termina a las 3:00 p.m. y para bachillerato va de 6:15 a.m. a 2:45 p.m.
El cambio de chip para los estudiantes que ya no están divididos en dos jornadas, como es usual en los colegios públicos de la capital, no fue tarea fácil. Pero quizá para sus padres resultó mucho más complejo adaptarse al nuevo esquema de un colegio en el que ya no sólo se enseñaría matemática, ciencias, sociales, sino que además incluiría actividades deportivas y artísticas para que los niños tuvieran una formación integral. "Algunos preguntaban si era obligatorio que sus hijos se quedaran, no comprendían el modelo y pensaban que se trataba de una tarde recreativa solamente", dice el rector.
Así cada día los niños ven sus materias tradicionales en el salón de clase y luego alrededor del mediodía se preparan para ir en rutas hasta las sedes donde realizarán las actividades. Yeison Parra, estudiante del grado 9, practica taekwondo y cuenta que aunque todos los martes y jueves llega muy cansado a su casa luego de su clase, "ha sido muy estimulante y divertido" este nuevo programa de educación del que él hace parte.
El rector está convencido de sostener este modelo. Ha sido rector por casi 10 años en la institución y reconoce que para formar a los niños no basta encerrarlos en un salón para que reciban las clases tradicionales. Cuenta que el ánimo de los estudiantes ha cambiado con la llegada de los deportes a su vida. "Ya tenemos estudiantes que se presentan en torneos intercolegiados nacionales en judo y atletismo, por ejemplo#.
Al preguntarle por uno de los problemas que enfrenta el colegio en este programa, Cerón no duda en contestar que el reto es la construcción del comedor escolar. Con el cambio a jornada única algunos niños llevan su almuerzo y lo calientan en los hornos que dispuso el colegio, pero algunas familias no pueden hacerlo y los estudiantes reciben un refrigerio adicional mientras llegan a casa.
Por ahora, el proyecto de 40 horas de la Secretaría de Educación incluye 35 colegios, 24 en jornada doble y 11 en jornada única, y para el inicio del segundo semestre de este año está previsto que otras 25 instituciones educativas se sumen a la iniciativa.
*Si tiene comentarios acerca de la jornada escolar de 40 horas escríbanos a vtellez@elespectador.com