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“Al principio de este año ocurrió una verdadera tragedia que, por su naturaleza, pasó desapercibida para el país y la opinión pública, aunque no para los damnificados. A más de 7.000 mentes brillantes, de todos los rincones de nuestra geografía y de circunstancias vulnerables, se les dijo que para su generación no había oportunidad. Que, en aras de atender otros intereses, se olvidaran para siempre de tener acceso a una educación superior de calidad. Intuyo que ni siquiera les hemos pedido excusas”.
Así comienza la columna de opinión del rector de la Universidad de los Andes, Pablo Navas, en el periódico El Tiempo. En su texto denuncia que de 10.000 estudiantes que recibía el sistema de educación superior por el extinto programa Ser Pilo Paga (que graduó a su primera y única generación la semana pasada) este año solo se recibieron 2.700 en el programa Generación E. Eso son 7.300 estudiantes menos que Ser Pilo Paga.
¿La razón? De acuerdo con Navas, la responsabilidad cae sobre la huelga estudiantil que el año pasado duró dos meses de cese de actividades académicas, 13 multitudinarias marchas y 16 sesiones de diálogo. Los líderes estudiantiles, los profesores y el Gobierno Nacional llegaron a un acuerdo para levantar el paro nacional universitario, en diciembre de 2018.
El principal punto del acuerdo es que el gobierno fue aumentar el presupuesto del cuatrienio para el fortalecimiento de la educación superior pública en más de $4,5 billones. De estos recursos, $1,34 billones se destinarán a la base de las Instituciones de Educación Superior Públicas.
“Como resultado de la huelga estudiantil del año pasado, las universidades públicas se vieron abocadas a ofrecer tanto el semestre perdido de 2018 como el primer semestre de la cohorte de 2019, por lo que no pudieron recibir a estos estudiantes”, escribió el rector, quien anunció su renuncia hace un mes.
Según Navas, el conflicto estuvo mal enfocado: “La Universidad Nacional, por ejemplo, recibe 6.000 estudiantes de 85.000 solicitudes. Es decir, les dice No a 79.000 jóvenes, lo que es otra tragedia en sí misma. Ser Pilo Paga había ayudado a aliviar esta situación solo en parte, pero con resultados muy favorables. La Universidad de los Andes, por ejemplo, recibió gran parte de estos alumnos rechazados. Este año, como resultado de la huelga estudiantil del año pasado, las universidades públicas se vieron abocadas a ofrecer tanto el semestre perdido de 2018 como el primer semestre de la cohorte de 2019, por lo que no pudieron recibir a estos estudiantes. Se sacrificó el futuro de estos muchachos por atender un problema coyuntural que no fue provocado por ellos”.
A 10 días de empezado el Paro, se anunció el programa que reemplazaría a Ser Pilo Paga: Generación E. Según el presidente Iván Duque, el programa busca que en cuatro años 336.000 estudiantes puedan acceder a la educación superior, tendrá una inversión de 3.6 billones y cubrirá el 100% de la matrícula de los estudiantes que gradúe Generación E, entre otras consideraciones.