Descalzo, vestido con una sudadera azul, sentado en un pupitre en uno de los pasillos de la Universidad Pedagógica de Bogotá, el profesor y rector Adolfo Atehortúa inició una jornada de ayuno por 12 horas, desde las 7 a.m hasta las 7 p.m del 15 de marzo. Fue el camino que eligió para protestar por los episodios violentos que ocurrieron el pasado 6 de marzo dentro de la universidad y en el que resultaron heridas tres personas y destruidos algunos salones.
"Por la defensa de la UPN y su campus. Por el respeto a la vida me declaro me declaro hoy en jornada de ayuno y grito escrito", escribió en un cartel que luego colgó en un pizarrón. A lo largo del día el rector Atehortúa continúo escribiendo mensajes en carteles que pegó en distintos lugares de la universidad.
Ricardo Agudelo, coordinador del grupo de comunicaciones de la universidad comentó a El Espectador que el rector "decidió hacer una jornada sobre el respeto por lo público, a las otras personas de la comunidad, la paz y el respeto por la vida. Protestar por las acciones demenciales como las de la semana pasada que ponen en riesgo la vida de personas".
Estudiantes y docentes de la UPN han decidido espontáneamente acompañar al rector de su universidad, recibiendo clase a su lado en señal de solidaridad y compartiendo mensajes a través de redes sociales.