100 años de la Revolución Mexicana

Aunque no hay un consenso sobre cuándo fue el fin de la revolución, para muchos el 5 de febrero de 1917, con la promulgación de la Constitución, se dio fin a este conflicto. Esta fue la primera Carta Magna abiertamente liberal de la historia.

Juan sebastián Jiménez Herrera / @JSJH_EE
06 de febrero de 2017 - 11:39 p. m.
El presidente mexicano Enrique Peña Nieto vive su peor momento justo cuando se cumplen 100 años de la promulgación de la Constitución de México.  / AFP
El presidente mexicano Enrique Peña Nieto vive su peor momento justo cuando se cumplen 100 años de la promulgación de la Constitución de México. / AFP

Antes que la Constitución de Weimar, estuvo la Constitución de México; antes que la Revolución Rusa, estuvo la Revolución Mexicana. Y se cumplen 100 años del nacimiento de la Constitución de México y del fin de la Revolución Mexicana. Un momento trascendental para el siglo XX. Y es que esa Carta Magna fue la primera abiertamente liberal y la primera en referirse directamente a los derechos sociales. Se trata de un texto vanguardista. Prueba de ellos algunos apartes como el referido a la libertad de cultos: El Estado, dice la Constitución de 1917, "se mantendrá por completo ajeno a cualquier doctrina religiosa y, basado en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios".

Aunque, su promulgación, no evitó que el conflicto continuara y en este siglo ha sido reformada varias veces. Ya que finalmente este Constitución fue producto de la victoria de los seguidores de Venustiano Carranza, jefe del Ejército Constitucionalista, y presidente de México entre 1917 y 1920. Los derrotados, los convencionistas, entre ellos, Pancho Villa y los seguidores de Emiliano Zapata nunca se sintieron incluidos en esta Carta Magna y siguieron luchando. Ese ha sido el sino trágico de la Constitución de 1917: el de ser un texto vanguardista que, no obstante, nunca se compadeció con la realidad política del país. Y ese sino sigue con un país, en teoría, progresista pero, en la práctica, desigual. Y ahora hasta le han salido rivales.

Al ser un país federal, cada Estado de México tiene una constitución propia. Sin embargo, Ciudad de México, apenas este año creó su propia Carta Magna debido a que, hasta 2016, no fue considerado un Estado propiamente dicho. Un hecho nada despreciable si se tiene en cuenta la cantidad de mexicanos que viven en la megaurbe. Durante su promulgación, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, recordó, por supuesto, la Revolución Mexicana. La ciudad, sostuvo, "siempre ha estado en una constante búsqueda de mejora, y de consolidar los derechos de la Revolución". Más papistas que el papa. Y a esto se suman grupos insurgentes, como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que sigue el legado de Emiliano Zapato y comparte, entre otras, su rechazo a una Constitución ineficiente.

El EZLN ha anunciado que presentará a una candidata presidencial para 2018. Y viendo la crisis en la que se encuentra México (o mejor, el gobierno de Enrique Peña Nieto), es probable que gane. Y a esto se suman las presiones que viene padeciendo, desde el norte, ese país, tras la llegada a la Presidencia de los Estados Unidos de Donald Trump. Un panorama que recuerda, curiosamente, a aquel en el que se promulgó la Carta Magna de 1917: en medio de la Primera Guerra Mundial y rodeada por alemanes y estadounidenses que estaban a punto de convertir a México en escenario de la guerra. 

Por Juan sebastián Jiménez Herrera / @JSJH_EE

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