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Asia Bibi pasó más de ocho años en el corredor de la muerte. Fue condenada a pena de muerte por blasfemia en 2010, luego de un incidente con dos mujeres con las que trabajaba. Entonces, esta mujer analfabeta originaria de la provincia de Punyab, les pidió a un vaso de agua a a las dos mujeres, quienes se negaron. Discutieron. Días más tarde, estas contaron el caso a un imán local que acusó a Bibi, de 50 años, de haber "insultado" al profeta del islam.
El imán acudió a la policía, que abrió una investigación. Asia Bibi fue detenida y procesada en virtud del artículo 295 C del código penal pakistaní, que prevé la pena de muerte en este supuesto. Fue condenada a morir en la horca en 2010.
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Bibi interpuso un recurso ante el Tribunal Supremo en 2014. Dos años más tarde, uno de los tres magistrados llamados a pronunciarse sobre el caso desistió, lo que retrasó todo el proceso.
Durante estos años de batalla judicial, ella encarnó las derivas de una legislación que reprime la blasfemia y que según sus detractores se instrumentaliza para solucionar conflictos personales mediante acusaciones falsas.
El Tribunal Supremo la absolvió en octubre pasado. La sentencia provocó una ola de manifestaciones violentas durante tres días en todo el país. En enero la misma corte confirmó el veredicto. Fue el epílogo de un intenso combate judicial.
Durante los años de cárcel, su familia recibió amenazas y se vio obligada a huir de casa. Su marido Ashiq Masih se refugió en un barrio de Lahore, donde vivía con las hijas del matrimonio, Esha y Ehsam.
Según fuentes diplomáticas, las hijas de Asia Bibi huyeron a Canadá hace meses. Este miércoles Asia Bibi salió de Pakistán. Lo hizo en total secreto por amenazas de muerte. Sus defensores no han tenido un final feliz.
El exgobernador de la provincia pakistaní del Punyab, Salman Taseer, uno de los pocos políticos en osar criticar abiertamente al islamismo, fue asesinado en 2011 por uno de sus guardaespaldas en Islamabad.
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El asesino fue condenado a muerte y ahorcado en 2016, lo cual enfureció a los extremistas que reclamaron que la cristiana también fuera ejecutada.
La cristiana Asia Bibi partió de Pakistán, más de seis meses después de ser absuelta y el destino, dicen, sería Canadá, pero el primer ministro Justin Trudeau se negó por el momento a confirmarlo.
A mediados de noviembre, había indicado a la AFP que mantenía "conversaciones con el gobierno de Pakistán" sobre Asia Bibi.
Más temprano, una fuente gubernamental paquistaní, que pidió el anonimato, declaró a la AFP que la cristiana "se fue de Pakistán por voluntad propia".
Las autoridades paquistaníes no se han pronunciado oficialmente sobre su destino ni sobre las condiciones de su partida.
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"Es un gran alivio que esta dura experiencia vergonzosa se haya terminado por fin y que Asia Bibi y su familia estén a salvo", declaró Omar Waraich, vicedirector del programa Asia del Sur de Amnistía Internacional.
Asia Bibi pasó la mayor parte de su vida en el anonimato como muchos fieles de la minoría cristiana de Pakistán hasta el día en el que su condena a muerte por blasfemia, basada en una simple acusación, dividió al país y movilizó al mundo.
Su partida del país, confirmada este miércoles por una fuente gubernamental pakistaní, abre un nuevo capítulo en una saga judicial iniciada hace una década. Según su abogado, es probable que se haya ido a Canadá, a donde huyeron sus hijas.