Aumentan las explosiones de bombas y la violencia entre pandillas en Suecia

Los ataques con explosivos han aumentado en varias ciudades de Suecia. En su mayoría están ligados a ajustes de cuentas entre pandillas criminales. Pese a que a la tasa de criminalidad en el país es baja, la oposición le pide al gobierno acciones en materia de seguridad.

- Redacción Internacional
25 de enero de 2020 - 06:58 p. m.
La policía registra un edificio residencial que fue golpeado por una explosión a las afueras de Estocolmo, el 21 de enero de 2020. / AFP
La policía registra un edificio residencial que fue golpeado por una explosión a las afueras de Estocolmo, el 21 de enero de 2020. / AFP

A pesar de que Suecia es un país con una tasa de criminalidad baja, en los últimos años la nación ha enfrentado un incremento de las explosiones de bombas y de tiroteos que, según informes, están relacionados con conflictos entre las pandillas de las principales ciudades. Tan solo en 2019, los ataques con explosivos aumentaron 60%, según informó el gobierno. Mientras en 2018 hubo 162 eventos registrados, el año pasado se reportaron 257 ataques con bombas a la policía. La protesta pública y los reproches de la oposición obligaron al gobierno a tomar cartas en el asunto de inmediato.

“Desafortunadamente, este gobierno ha perdido el control de lo que está sucediendo en Suecia”, dijo Ulf Kristersson, líder del Partido Moderado de Suecia tras una explosión que sacudió un barrio residencial en Estocolmo, la capital el pasado 12 de enero.

El misterio es por qué las explosiones son tan frecuentes en las ciudades de Suecia, donde las tasas de criminalidad son relativamente bajas. "Si nos comparamos con ciudades en Alemania con la misma población étnica, hay grandes diferencias", dijo Mattias Sigfridsson, subdirector de la policía de Malmö, “estamos tratando de hacer que los académicos vean por qué Suecia es como es”, agregó.

Las bombas, que apuntan principalmente a edificios vacíos, oficinas y automóviles, generalmente son pequeñas y los expertos creen que están destinadas a intimidar a las pandillas rivales. Las autoridades han identificado que gran parte de los ataques se registran en zonas desfavorecidas y en donde la tasa de desempleo es más alta, los ingresos más bajos y donde las pandillas se han afianzado. El primer ministro sueco, Stefan Lövren, aceptó que hay un incremento de los ataques, pero negó que en los crímenes relacionados con las pandillas haya un vínculo con la migración masiva hacia su país.

“La segregación se debe a que hay un empleo demasiado bajo y un desempleo demasiado alto en estas áreas. Pero eso habría sido lo mismo independientemente de quién hubiera vivido allí. Si pones a las personas nacidas en Suecia en las mismas condiciones, obtienes el mismo resultado”, defendió el primer ministro sueco.

El gobierno de Lövren ha tenido que aumentar el gasto en la policía y en seguridad, y también ha lanzado un nuevo plan para combatir el crimen organizado. El ministro del Interior, Mikael Damberg, confirmó a Reuters que “el gobierno ha proporcionado recursos adicionales y la policía está tomando medidas concertadas ahora contra la violencia de las pandillas”.

Sin embargo, hay quienes aseguran que las medidas que se tomen con la policía no serán suficientes para cortar el problema. “No hay bala de plata. No hay una solución simple para problemas complejos”, dijo Stefan Hector, el jefe de la policía en noviembre. Se deberán tomar medidas más profundas para resolver la desigualdad en estas áreas y así poder combatir de tajo a los grupos que están sembrando el terror y se están adueñando de las calles en las ciudades principales. Por otro lado, hay quienes proponen soluciones más extremas como eliminar la flexibilidad en las penas de prisión e incluso duplicarlas.

“Las reglas de liberación condicional deben ser más estrictas y la legislación cambiada para que más ciudadanos extranjeros sean expulsados ​​a sus países de origen. Además, la pena se debe agudizar para aquellos atrapados con explosivos en lugares públicos”, dijo Kristersson.

La seguridad, el orden, la justicia y la ley se anticipan como algunos de los grandes debates de este año en Suecia, al igual que las políticas migratorias.

Por - Redacción Internacional

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