Se le vence el plazo a Lukashenko para dimitir y arranca la huelga general en Bielorrusia

El presidente Alexander Lukashenko, que lleva en el poder desde 1994, tenía plazo hasta este domingo para retirarse del cargo luego de una advertencia que lanzó la oposición. “La huelga en las empresas públicas es una palanca de presión económica”, dijo la líder Svetlana Tijanóvskaya.

Agencias Efe y Afp
26 de octubre de 2020 - 02:19 p. m.
Los jubilados bielorrusos marchan para protestar contra los resultados de las elecciones presidenciales en Minsk, Bielorrusia, el 26 de octubre de 2020. Las protestas son parte de una huelga general prevista después del presidente bielorruso Alexander Lukashenko ignoró el ultimátum de la oposición para dimitir.
Los jubilados bielorrusos marchan para protestar contra los resultados de las elecciones presidenciales en Minsk, Bielorrusia, el 26 de octubre de 2020. Las protestas son parte de una huelga general prevista después del presidente bielorruso Alexander Lukashenko ignoró el ultimátum de la oposición para dimitir.
Foto: Agencia EFE

La líder de la oposición bielorrusa, Svetlana Tijanóvskaya, anunció el lunes el inicio de un movimiento de huelga para exigir la salida del presidente Alexander Lukashenko, un día después de una nueva gran manifestación contra el gobierno en Minsk. “El plazo para cumplir las exigencias del ultimátum popular ha vencido. Hoy comienza la huelga popular, el paso siguiente de los bielorrusos hacia la libertad, el cese de la violencia y nuevas elecciones”, anunció en su cuenta de Telegram.

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El domingo por la noche venció el ultimátum dado por la oposición al presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, para que dimitiera, liberara a todos los presos políticos y detuviera la represión policial. “Desde esta mañana, empleados de empresas y fábricas públicas, del sector de transportes, los mineros, profesores y estudiantes empezaron a hacer huelga” afirmó Tijanóvskaya en Telegram.

La opositora instó a sus compatriotas a mostrar que “nadie va a trabajar” para el régimen de Lukashenko. “La huelga en las empresas públicas es una palanca de presión económica. Y en el sector privado es una muestra de solidaridad de cada uno, es igual de importante”, agregó.

Principal figura de la oposición, exiliada en Lituania, Svetlana Tijanóvskaya, de 38 años, lanzó este mes un ultimátum al presidente Alexander Lukashenko, dándole hasta el domingo 25 de octubre para retirarse, de lo contrario llamaría a una huelga general.

El Estado bielorruso sigue controlando una gran parte de la economía. Las huelgas precedentes en las fábricas emblemáticas del país no duraron, ante las intimidaciones de las autoridades y las amenazas de despidos.

El lunes por la mañana, decenas de estudiantes se congregaron delante de las universidades formando cadenas humanas o marchando en la calle. En las redes sociales, medios de la oposición compartieron videos donde se veía a la policía dispersando manifestaciones. Según la oenegé Viasna, más de 100 personas habían sido detenidas a mediodía, sobre todo en Minsk.

Presión sobre los huelguistas

El medio independiente Tut.by publicó imágenes que mostraban a varias decenas de obreros haciendo paros o acciones de solidaridad en al menos cuatro grandes fábricas públicas, especialmente en la química Grodnoazot, en el oeste de Bielorrusia.

“Es difícil saber hasta donde llegará la gente, debido a la gran presión de las autoridades”, indicó a la AFP Alexander Yaroshuk, jefe del Congreso bilorruso de Sindicatos Democráticos, precisando que no había llamado a la huelga. Una portavoz del gobierno indicó por su parte en Facebook que las empresas del país funcionaban con normalidad.

En Minsk, se anunció una marcha de jubilados contra el gobierno a partir de las 14H00 hora local. Los estudiantes fueron llamados a unirse. “Una parte de nuestros empleados se unieron a la huelga”, sostiene Natalia Bezrukova, de 54 años, huelguista de una firma pública de construcción preguntada por la AFP en el centro de la capital.

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A su lado, Elena Velichko, empresaria de 43 años, que participa en una cadena humana de una quincena de personas, decidió igualmente no trabajar. “Estoy dispuesta a muchas cosas para que nos devuelvan nuestro derecho al voto”, afirma.

La oposición bielorrusa exige la salida de Alexander Lukashenko, de 66 años y en el poder desde 1994, tras las elecciones presidenciales del 9 de agosto, consideradas fraudulentas. Desde entonces, el movimiento de protesta sufre una presión constante de las autoridades.

El domingo, una nueva manifestación reunió a más de 100.000 personas en la capital. Las fuerzas de seguridad usaron granadas aturdidoras para dispersar a la multitud. En total, 523 personas fueron detenidas en protestas en todo el país, según el ministerio del Interior.

Tras haber realizado una brutal represión en los días posteriores a las elecciones, las autoridades advirtieron este mes que dispararían balas reales “si es necesario”. Esto no impidió nuevas manifestaciones. El presidente Lukashenko no mostró por su parte ninguna intención de plegarse a sus detractores.

Aunque cuenta con el apoyo de Rusia, se encuentra bajo la amenaza de sanciones de la Unión Europea, que rechazó los resultados de las presidenciales y ya sancionó a 40 responsables del régimen.

Por Agencias Efe y Afp

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