Bolsonaro a Bachelet: “si no fuera por Pinochet, Chile hoy sería una Cuba”

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, acusó a la Alta Comisión de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, de “entrometerse en la soberanía brasileña" y defendió tanto las acciones de su gobierno como las de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile.

Agencias Efe y Afp
04 de septiembre de 2019 - 02:12 p. m.
Las declaraciones del presidente Jair Bolsonaro fueron una respuesta a algunas críticas que Michel Bachelet hizo a su gobierno este mismo miércoles. / AFP
Las declaraciones del presidente Jair Bolsonaro fueron una respuesta a algunas críticas que Michel Bachelet hizo a su gobierno este mismo miércoles. / AFP

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, lanzó este miércoles una dura crítica a la alta comisión para los derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, luego de que esta aseguró que hay una reducción del espacio democrático en Brasil con el gobierno del ultraderechista. Le puede interesar: ¿Quién es Jair Bolsonaro, el Donald Trump brasilero? 

"Estos últimos meses, hemos visto en Brasil una reducción del espacio cívico y democrático, síntomas por ataques contra los defensores de los derechos humanos, restricciones impuestas al trabajo de la sociedad civil", declaró Bachelet en una rueda de prensa en Ginebra.

También señaló un "aumento" del número de personas que murieron a manos de policías en este país, dirigido por Bolsonaro. Esta violencia afecta de manera desproporcionada a los afrobrasileños y las personas que viven en las favelas, precisó. La expresidenta chilena lamentó igualmente el "discurso público que legítima las ejecuciones sumarias" y la persistencia de cierta impunidad. Denunció además la voluntad del gobierno brasileño de liberalizar la posesión de armas. En lo que se refiere a los defensores de los derechos humanos, menos ocho murieron en el país entre enero y junio, indicaron y precisó la mayoría de estas muertes sucedieron en litigios por propiedad.

Bolsonaro le insinuó a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos que no se entrometiera en los asuntos de su país, y, en una extraña declaración, le aseguró que “si no fuera por el personal de (Augusto) Pinochet, que derrotó a la izquierda en 1973, entre ellos a su padre, hoy Chile estaría una Cuba”. La reflexión de Bolsonaro fue interpretada como una defensa tanto a las polémicas acciones de su gobierno como a las de la dictadura en Chile que condujeron al asesinato y desaparición forzosa de miles de ciudadanos.

"Nos acusa de que no estamos castigando a las policías que matan gente en Brasil", pero "está defendiendo los derechos humanos de los vagabundos", añadió el líder de la ultraderecha brasileña en declaraciones ofrecidas a periodistas a las puertas del Palacio de la Alvorada, residencia oficial de la Presidencia. Según Bolsonaro, "lo único" que tiene en común con Bachelet es el nombre Michelle, el mismo de su esposa, pero por lo demás solo puede afectar sus "pésames" a la expresidenta de Chile.

"Perdió la pelea con la agenda ambiental, igual que (Emmanuel) Macron, y ahora viene con la agenda de los derechos humanos", dijo Bolsonaro, en alusión al embate verbal que afectaron al presidente galo a causa de sus críticas por los incendios desatados en la Amazonía y la falta de compromiso de Brasil con el medioambiente.

Según Bachelet, "entre enero y junio de 2019, solo en Río de Janeiro y Sao Paulo, se nos ha informado de 1.291 personas asesinadas por la policía, un aumento del 12 al 17% comparado con el mismo período del año pasado". La mayoría de las víctimas fueron habitantes de las favelas y afrodescendientes, todo en un contexto de "un aumento marcado de la violencia policial" y de "discursos que legitiman las ejecuciones extrajudiciales y la ausencia de rendición de cuentas".

Ese es exactamente el discurso de Bolsonaro, quien suele decir "bandido bueno es bandido muerto" y afirma que, si una policía mata a un delincuente, sea cual sea la circunstancia, podría recibir una "condecoración" en vez de ser investigado.

La política con la función de la ONU se produce en vísperas de una visita a Brasil del canciller chileno, Teodoro Ribera, quien será recibido este jueves por su homólogo brasileño, Ernesto Araújo, y reafirmará las excelentes relaciones entre los presidentes Jair Bolsonaro y Sebastián Piñera, adversario político de Bachelet.

La disputa entre Bolsonaro y Bachelet se da justo en el momento en el que el mandatario defendió de nuevo su voluntad de explotar económicamente la mayor selva tropical del planeta. Desde su llegada al poder en enero, Bolsonaro propuso el desarrollo de la agricultura y la ganadería en la Amazonía, así como la extracción minera -incluido en las reservas indígenas- en los muy ricos subsuelos amazónicos. Vea también: La penosa arremetida de Jair Bolsonaro contra Emmanuel Macron

Los miembros de las tribus de la selva amazónica se enfrentan desde hace tiempo a las presiones de los mineros (garimpeiros), de ganaderos y leñadores, pero los activistas que luchan por sus derechos señalados que las amenazas que pesan sobre ellos se intensifican desde que Bolsonaro es presidente

Además, la deforestación, que avanza bajo su gobierno, es determinado por los especialistas específicamente responsables de los incendios en la Amazonía. "En lo que respeta a la Amazonía, el 33% de los incendios se produjeron en tierras indígenas o en lugares protegidos", detalló Bachelet.

"Explotación ilegal de recursos naturales, principalmente agrícolas, forestales y mineros", enumeró Bachelet, para quien esta "violencia ligada a la protección del medioambiente" se ha visto en todo el país y afectación "sobre todo a las comunidades indígenas".

Por Agencias Efe y Afp

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