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El campamento de migrantes de Grande-Synthe, en el norte de Francia, que albergaba a 1.500 migrantes, estaba totalmente vacío este martes tras un voraz incendio que lo redujo a cenizas, constató la AFP.
Apenas 70 cabañas de madera permanecían de pie entre las 300 que contaba este campamento que abrió en marzo de 2016. Unos 20 bomberos seguían desplegados para apagar las últimas llamas.
El fuego habría comenzado a raíz de una pelea entre unos 200 migrantes y que obligó a la policía a intervenir, según fuentes de seguridad. La disputa opuso a afganos y kurdos, de acuerdo con Michel Lalande, prefecto de la región norte.
Los enfrentamientos se interrumpieron hacia las 20H00 pero comenzaron nuevamente a las 21H30, implicando esta vez a unos 600 migrantes.
Hacia las 11:40 de la noche (hora local), los bomberos constataron la destrucción de 220 cabañas. Se emitió la orden de evacuar el campamento y las autoridades de la región decretaron oficialmente su cierre.
"Nuestros voluntarios nos decían que había tensiones desde hace semanas, relacionadas al gran número de migrantes", dijo a la AFP François Guennoc, vicepresidente de la asociación Auberge des migrants, que repartía comida en este campamento próximo al puerto de Dunkerque.
"Desde el cierre de Calais, no hay centros de acogida en las costas. Pedimos la creación de varios centros de emergencia, de talla humana", urgió.
"Hay mucha gente sin techo, la prefectura va a tener que manejar los realojamientos durante la jornada". Guennoc evaluó a "entre 400 y 500" el número de personas que han sido realojados en gimnasios.
La población del Grande-Synthe aumentó considerablemente desde la destrucción el pasado octubre de lo que quedaba de otro gran campo de migrantes a unos 40 kilómetros, conocido como la Jungla de Calais.
Abierto en marzo de 2016, esta instalación construida por la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) y la ciudad de Grande-Synthe había registrado varios incidentes violentos en los últimos meses.
Las autoridades francesas planeaban desmantelar el campo tras varios enfrentamientos ocurridos en el lugar.
Durante más de una década, la costa norte de Francia ha atraído a miles de refugiados y migrantes que tratan de alcanzar Reino Unido.
Los migrantes se colocan cerca de la autopista para tratar de entrar en camiones que se dirijan al país vecino o pagan a traficantes para que los trasladen al otro lado del Canal de la Mancha.