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El Tribunal Superior de Australia aceptó la solicitud de apelación del cardenal australiano George Pell, condenado a seis años de prisión por pederastia. Esta era la última vía que tenía el ex ministro de Finanzas del Vaticano de revertir la sentencia de cárcel que acaparó la atención mundial, pues se trata de la máxima autoridad de la iglesia católica en ser condenada por pederastia. Pell fue en cierto momento el católico más antiguo de Australia y se convirtió en tesorero del Vaticano, lo que lo convirtió en el tercer hombre más poderoso de la iglesia y asesor del Papa.
“Seguía habiendo una duda razonable sobre la existencia de cualquier oportunidad para que ocurriera el delito”, apuntaba la solicitud de apelación de Pell. Según explica el diario The Guardian, en un juicio penal, corresponde a los fiscales establecer pruebas, no al acusado demostrar inocencia, y la presentación dice que los jueces de apelación victorianos invirtieron erróneamente esta carga de prueba. Vea también: “Es una noticia dolorosa”: Vaticano sobre condena a Pell
En agosto, la máxima corte del estado de Victoria, con sede en Melbourne, desestimó la primera apelación de Pell contra la sentencia, al rechazar los argumentos de los abogados del cardenal que cuestionaban la veracidad del testimonio de la víctima y la posibilidad de que el jurado pudiera haber dictado un veredicto más allá de la duda razonable. El cardenal de 78 años fue condenado en diciembre de 2018 a seis años de prisión por cinco cargos de abusos sexuales a menores, incluido uno por penetración oral, cometidos contra dos chicos del coro de la catedral de St Patrick', en Melbourne, en los años 1996 y 1997. La sentencia fue confirmada en marzo de 2019.
En la actualidad, Pell se encuentra en la prisión de evaluación de Melbourne, aislada de la población general de la prisión, cumpliendo una pena de prisión de seis años y no será elegible para libertad condicional hasta que haya cumplido tres años y ocho meses. Aún no se ha establecido una fecha para la audiencia de apelación del cardenal, pero los medios locales apuntan a que sea a principios de 2020. Este será el último recurso de apelación de Pell contra cualquier decisión de la corte y será aplicable a los demás tribunales australianos. En este caso, cada juez tomará su decisión sobre la apelación proporcionando sus motivos escritos y el dictamen final se decidirá por mayoría de votos y no tras llegar a una decisión unánime.