Caso Epstein: Fiscal general de EE. UU. destituye al jefe de la Oficina de Prisiones

El Fiscal General de Estados Unidos, William P. Barr, anunció que reemplazará al jefe de la Oficina de Prisiones, Hugh J. Hurwitz, luego de la muerte bajo custodia federal de Jeffrey Epstein, acusado de liderar una red de tráfico sexual.

- Redacción Internacional
19 de agosto de 2019 - 07:32 p. m.
Un grupo de protesta bautizado "Hot Mess" (Desastre Caliente) pide justicia frente al caso de Jeffrey Epstein quien estaba acusado de participar en una red de tráfico sexual. / AFP
Un grupo de protesta bautizado "Hot Mess" (Desastre Caliente) pide justicia frente al caso de Jeffrey Epstein quien estaba acusado de participar en una red de tráfico sexual. / AFP

Hugh Hurwitz, quien desde mayo de 2018 se convirtió en el jefe interino de la Oficina de Prisiones, fue destituido por el Fiscal General de EE. UU., William P. Barr, luego de la muerte del multimillonario Jeffrey Epstein, quien estaba acusado de liderar una red de tráfico sexual y que permanecía bajo custodia federal en el Centro Correccional de Manhattan esperando su juicio.

Aunque Barr no se refirió al caso Epstein en su declaración, es evidente que este asunto influyó en su decisión. La muerte del multimillonario bajo custodia se une a otras fallas de seguridad dentro del servicio penitenciario, como el asesinato en 2018 del gánster Boston James “Whitney” Bulger, quien permanecía bajo custodia en una prisión de West Virginia. Los críticos de la Oficina de Prisiones llevan meses reclamando una reforma dentro del sistema penitenciario federal que pasa por una mala temporada, pues desde el comienzo de la administración de Donald Trump, las contrataciones de personal se han congelado, lo que lleva a que el servicio y las instalaciones no tengan los suficientes empleados para operar de manera efectiva. Le recomendamos: El Espectador le explica: Las preguntas y respuestas sobre la red sexual de Epstein

A Hurwitz lo reemplazará Kathleen Hawk Sawyer, quien ya había estado al frente de la Oficina de Prisiones en el periodo de 1992 a 2003. El suicidio de Jeffrey Epstein ya ha provocado una sacudida dentro del Centro Correccional de Manhattan. El director de esta cárcel federal, Lamine N’Diaye, fue reasignado a otro departamento tres días después de la muerte de Epstein, mientras que dos de los guardias que presuntamente deberían haber estado vigilando al recluso fueron puestos en licencia luego de su fallecimiento. Según The Washington Post, los funcionarios del sindicato han dicho que la muerte de Epstein era inevitable dadas las limitaciones de personal con las que cuenta la cárcel, lo que obliga a que los guardias estén trabajando horas extras.

El fiscal general Barr declaró que estaba “horrorizado” y “enojado” al enterarse del suicidio de Epstein en lo que consideró un “fracaso” del personal de la Oficina de Prisiones en su misión de mantener al recluso seguro. Por ello, el alto funcionario ha señalado que se espera una seria investigación del caso.

El pasado viernes, el médico forense que lideró la investigación sobre la muerte de Epstein dictaminó que el multimillonario murió como resultado de un suicidio por ahorcamiento. Epstein, de 66 años, fue encontrado en su celda el sábado 10 de agosto con una sábana amarrada a su cama. Luego de llevarlo al hospital más cercano, fue declarado muerto. Vea también: Autopsia confirma suicidio por ahorcamiento del magnate Epstein

Según se conoció el fin de semana, Epstein pasó sus últimos días de vida en extensas reuniones con sus abogados. De acuerdo con una investigación de The New York Times, oficiales de la prisión que pidieron anonimato señalaron que el financista había contratado varios abogados para su defensa, con los que se reunía al menos 12 horas al día y muchas veces durante esos encuentros parecía aburrido.

Según conoció The New York Times, Epstein transfirió dinero a la cuenta que tienen al menos otros tres reos con la tienda de la cárcel -donde compran ciertos artículos de primera necesidad-, lo que se hace a menudo en la prisión para obtener protección.

La unidad 9 Sur donde espera por su juicio, está infestada de roedores y cucarachas y los presos tienen que con frecuencia lidiar con agua estancada, con heces fecales y orina por tuberías defectuosas, según dijeron al diario exprisioneros y abogados. Un abogado aseguró que a veces los ratones se comen los papeles de sus clientes.

La unidad 9 Sur es la menos restrictiva de las dos unidades más seguras de esa prisión, que alberga docenas de reclusos, usualmente en grupos de dos en pequeñas celdas y, más allá de las reuniones que tenía con sus abogados, su contacto con el mundo exterior era muy limitado.

En sus días en prisión rara vez se bañaba y su cabello y barba estaban descuidados y dormía en el suelo de su celda en lugar de su cama litera, de acuerdo con el Times. El juicio contra Epstein estaba previsto para comenzar en 2020. Pese a la muerte del acusado, las víctimas de sus ataques ahora piensan en demandar su fortuna y a quienes lo ayudaron a montar la red de tráfico sexual con el objetivo de encontrar justicia.

Por - Redacción Internacional

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