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Los combates entre las fuerzas gubernamentales sirias y las facciones opositoras se reanudaron esta mañana en el norte del país y las bajas en ambos bandos superan las 80 desde que ayer los insurgentes lanzaran un ataque contra posiciones del Ejército, que hoy intenta recuperar terreno.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó hoy en un comunicado que continúan los choques armados entre facciones rebeldes y grupos yihadistas, por un lado, y las fuerzas gubernamentales apoyadas por la aviación rusa, por otro, en el norte de la provincia de Hama.
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Según la ONG con sede en el Reino Unido pero una amplia red de colaboradores sobre el terreno, al menos 44 efectivos de las fuerzas leales a Damasco han muerto desde el estallido de los enfrentamientos ayer por la tarde, además de 39 combatientes de las facciones opositoras, que han perecido en los combates y ataques aéreos y de artillería lanzados por el Ejército sirio y Rusia.
El Observatorio agregó que las fuerzas gubernamentales y sus aliados intentan recuperar el terreno perdido ayer a manos de sus oponentes y recuperaron el dominio a primera hora de hoy de la localidad de Kafr Hud.
Mientras, las facciones opositoras e islamistas están atacando de forma intensa la población de Karnaz para intentar hacerse con su control y están provocando fuegos para dificultar con el humo la visión de los aviones de guerra sirios y rusos, que han bombardeado los territorios en manos de los rebeldes en Hama y en la vecina Idlib.
Por su parte, la agencia de noticias estatal siria, SANA, aseguró que las unidades del Ejército "acabaron con los grupos terroristas que atacaron posiciones militares" en Tel Meleh y Tel al Yabín, en el norte de Hama.
Asimismo, agregó que las unidades castrenses lanzaron ataques y evitaron la expansión de las "brigadas de Al Ezza", uno de los grupos armados islamistas más destacados, y volvieron a posicionarse en los territorios donde fueron atacadas ayer tras repeler los asaltos de los terroristas.
Una fuente militar siria dijo ayer a Efe que grupos armados como el Organismo de Liberación de Levante, alianza creada en torno a la exfilial de Al Qaeda en el país árabe, lanzaron una ofensiva contra posiciones del Ejército en Al Yabín y Tel Meleh, puntos clave de acceso a los territorios bajo control de las autoridades en el oeste de Hama.
La violencia ha aumentado desde el pasado mes de abril en el norte de Hama y el sur de Idlib, últimos bastiones de la oposición en Siria, donde hay una destacada presencia de grupos radicales considerados terroristas por Damasco y Moscú.
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El drama se repite
El conflicto, que devasta al país desde 2011, ha dejado de ser portada tras la derrota territorial del grupo yihadista Estado Islámico (EI), en marzo. La indignación de los inicios cae en el olvido, pese a los intentos de las ONGs por despertar a la comunidad internacional."El mundo entero observa la matanza, pero queda silenciada. La ONU no ha movido ni un dedo" acusa Mohammad Zahed Al Masri, de la alianza de ONGs sirias (SNA).
Desde fines de abril, el régimen de Bashar al Asad y su aliado ruso bombardean los sectores yihadistas de la provincia de Idlib (noroeste), la última que no está bajo control gubernamental, además del noreste kurdo.
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Más de 300 civiles resultaron muertos según el Observatorio sirio de Derechos Humanos (OSDH) y unas 270.000 personas han sido desplazadas, según la ONU. Al menos 23 hospitales y clínicas, además de colegios, han sido alcanzados por los bombardeos.
A veces, algún dirigente se indigna. "El mundo observa esta matanza. ¿Cuál es el objetivo, qué es lo que se quiere? ¡BASTA YA!" tuiteó el domingo el presidente estadounidense Donald Trump.