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541 kilos de cocaína fueron incautados en el puerto de Casablanca, Marruecos, este domingo por la policía de ese país.
En el operativo fueron capturadas seis personas entre ellas un brasilero, quien sería el jefe de la banda que llevó el alucinógeno camuflado desde un país en Suramérica el cual aún no han precisado las autoridades, según un comunicado del Ministerio del Interior de esa nación.
En la misma operación fueron confiscados cinco autos que estaban siendo alistados para el transporte de la droga, además de una gran cantidad de dinero de distintas denominaciones.
Marruecos al parecer estaría siendo utilizado por los carteles de origen latinoamericanos como plataforma para distribución de la droga hacia Europa y Asia.
El pasado 7 de febrero un auto procedente de Marruecos fue incautado en el Puerto de Tarifa, en Cádiz, España, con cerca de 233.600 kilos de hachís en un doble fondo en el interior del automotor.
Al conductor detenido se le encontró un amplio historial delictivo y se le imputaron cargos por delitos a la salud pública.
Los puertos aéreos y marítimos de toda la costa atlántica de África y el mediterráneo han doblado sus medidas de inspección debido al incremento del transporte de droga camuflados en personas y en múltiples objetos que intentan hacer pasar sin ser detectados por las autoridades, para luego entrar en el mercado europeo y asiático.
Los vuelos “calientes”, como se suele llamar a los aviones procedentes de países sudamericanos donde posiblemente se pueda detectar la droga, en los últimos tres años han aumentado. Según el Aeropuerto de Málaga, las llamadas “mulas”, personas con bellotas de cocaína en el estómago, han aumentado en los últimos tres años. Los vuelos que más alertan a las autoridades españolas son los procedentes de Colombia y Brasil.