Economía, violencia y corrupción: los problemas de América Latina

Un informe realizado en 18 países de la región encontró que los latinoamericanos concuerdan en las razones por las que sus países no progresan.

redacción internacional
14 de noviembre de 2018 - 02:00 a. m.
La corrupción ha ganado atención por parte de la ciudadanía en los últimos años, de acuerdo con la última entrega del Latinobarómetro. / Efe
La corrupción ha ganado atención por parte de la ciudadanía en los últimos años, de acuerdo con la última entrega del Latinobarómetro. / Efe
Foto: EFE - Fernando Bizerra Jr.

Los problemas económicos, la delincuencia y la corrupción son los tres principales problemas que causan malestar en América Latina. Así lo determinó esta semana un estudio regional realizado por la Corporación Latinobarómetro, realizado en 18 países de la región entre el 15 de junio y el 2 de agosto del presente año.

De acuerdo con el informe, que se realiza ininterrupidamente desde 1995, al resumir las respuestas a la pregunta por cuál es el problema mas importante del país, 35 % de los latinoamericanos señalaron a los económicos, categoría que agrupa temas como el desempleo, los bajos salarios y la pobreza.

En segundo lugar se ubica la delincuencia, con el 19 %, y en tercer lugar la situación política y la corrupción, con el 9 %. Todo esto a nivel regional.

La percepción de una buena situación económica es escasa en América Latina. Una situación que viene cayendo de manera sistemática desde 2013, cuando alcanzó un 25 %, para disminuir de manera constante y continua a 12 %, menos de la mitad, en 2018.

Venezuela, Brasil y Argentina, los de peor percepción

De acuerdo con el Latinobarómetro, 16 de los 18 países encuestados consideran que su economía va por mal camino. De hecho, apenas dos de la región, Chile y Bolivia, consideran que su economía no está del todo mal, algo que no necesariamente significa que esté en buen estado.

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“La mala situación económica de la inmensa mayoría de la población es masiva y da cuenta del malestar de la región”, explica el Latinobarómetro.

Según el informe, Venezuela, Brasil y Argentina son las naciones con peor percepción de sus propias economías, una fotografía que demuestra que los ciudadanos son conscientes de las crisis que viven sus respectivos países.

En Venezuela, país donde la hiperinflación ha alcanzado cifras históricas (en 2017 llegó al 2.616 %), no hay nadie que diga que hay una buena situación económica, mientras que el 83 % de los encuestados consideran que la situación es muy mala.

Sin embargo, de acuerdo con el estudio, la agenda informativa de la región, concentrada más en Nicaragua y Venezuela, dejó invisibles las crisis de otros países, algunas de larga data, que sufren en materia económica. Este es el caso de Brasil y Argentina.

En Brasil, por ejemplo, la inestabilidad política que produjo la destitución de la presidenta Dilma Rousseff en 2016 y el ascenso de su vicepresidente Michel Temer ha provocado que solo el 6 % declare que hay una buena situación económica, frente a un 62 % que opina lo contrario.

Por su parte, en Argentina, las medidas económicas tomadas por el gobierno de Mauricio Macri en el último año han provocado que la mayoría de sus compatriotas (62 %) crean que la situación es mala, comparado con un (8 %) que piensa que las medidas han tenido un impacto positivo.

Las expectativas aumentan con los cambios de gobierno

Según el Latinobarómetro, el 45 % de los ciudadanos de la región creen que su futuro económico será mejor, una tendencia que ha crecido exponencialmente desde 1995, cuando era de apenas del 35 %. Más de la mitad de la población en ocho países de los 18 encuestados cree que la situación mejorará en los próximos 12 meses.

Brasil encabeza la lista, con el 58 %, lo mismo que República Dominicana (58 %). Colombia los sigue, con 57 %, y luego vienen Perú, con 56 %; Panamá, con 53 %; Guatemala y Costa Rica, con 52 %, y Honduras, con 51 %. No menor es la expectativa económica futura del 47 % de la población en México y Paraguay.

Sobre esta expectativa es importante resaltar que tanto Brasil como México, Colombia, Paraguay, Costa Rica y Perú tuvieron elecciones o cambios de gobierno, algo que, según el Latinobarómetro, explica la ilusión de una mejoría, pues hay “una gran carga de expectativas futuras, especialmente a la luz de la mala evaluación de la situación actual”.

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Por otro lado, los países que consideran que no van a mejorar son Argentina, Nicaragua y Venezuela, país en el que, aunque se celebraron elecciones, la percepción de una mejoría es inexistente debido a la magnitud de la crisis junto con la reelección del presidente Nicolás Maduro.

El miedo a la violencia persiste

La caravana de cerca de 7.000 migrantes centroamericanos que marcha en este momento hacia Estados Unidos y que fue fundamental durante las campañas legislativas en ese país, que se llevaron a cabo el pasado 6 de noviembre, es un buen ejemplo de lo que ocurre en la región en cuanto a violencia y seguridad. Muchas de las personas que hacen parte de ella provienen de Honduras, uno de los países con más homicidios al año y en el que el 28 % de sus ciudadanos teme ser víctima de un delito, la cifra más alta en la región.

En otros países de Centroamérica la situación es igualmente preocupante. Junto con Honduras, Guatemala y Salvador, naciones que conforman el Triángulo Norte, se caracterizan por grandes números en desigualdad, pobreza y exclusión social, lo que ha repercutido en problemas de inseguridad y desplazamiento.

Anualmente, al menos 500.000 personas huyen de los países del Triángulo Norte, desplazadas por amenazas, extorsiones, reclutamiento forzado de pandillas y altas tasas de homicidios. Según el informe de Latinobarómetro, el panorama en el resto de la América Latina es similar en cuanto al miedo que sienten las personas a ser víctimas de un delito. Aunque la cifra a nivel general también bajó de 43 % en 2017 a 40 % en 2018, todavía se mantiene alta y preocupante.

Los países que siguen a Honduras en esta categoría, según el informe de la corporación, son Guatemala, Colombia, Uruguay y Nicaragua. Este último sufre desde el pasado 18 de abril una de las peores crisis sociales en su historia, que reventó en un conflicto que ya deja más de 400 muertos y cientos de heridos y desaparecidos.

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Guatemala, con el cuestionado Jimmy Morales como presidente, al cierre del año pasado reportó 5.384 muertes violentas, según su Instituto Nacional de Ciencias Forenses, lo que representó una reducción de 0,8 % en comparación al año precedente y menor al descenso anual de entre 1,5 y 2 % que venía registrando desde 2010. El año pasado se registraron 32 homicidios por cada 100.000 habitantes.

La violencia, sin embargo, no solo se refleja en conflictos sociales o armados dentro de cada país. Otro tipo es la intrafamiliar hacia las mujeres y hacia los niños, que, según el informe, ha venido en aumento en los últimos años. La primera se tasó en 64 % y la segunda en 63 %. Además, la violencia en las calles llegó a 35 % en la categoría de tipos de violencia que más se presentan en los lugares en los que viven las personas.

En Colombia, entre enero y mayo de este año, ya se habían presentado 3.069 casos más de violencia contra la mujer con respecto a 2017. Eso equivale a que una mujer es agredida cada 28 segundos en el país, 50 mujeres cada día. Ángela Gómez Jutinico, docente de derecho de la Universidad Libre, experta en temas de género, indicó que es un fenómeno más frecuente de lo que se cree, pero “actualmente existe una invisibilización del mismo y una falta de reconocimiento de que existe un problema social”.

El informe coincide con Gómez y asegura que hay tipos de violencia que no existen en la agenda de estudio, y que esto agrava la situación, teniendo en cuenta que no se habla de ellas porque “son las brutales y, por lo tanto, no alcanzan a salir a la luz pública”.

La corrupción tiene también su espacio

Hay siete países donde la corrupción está en primer y segundo lugar de importancia como problema principal: Colombia, Perú, Brasil, México, Paraguay, República Dominicana y Bolivia.

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Independientemente del lugar que ocupa la corrupción en el problema principal de cada país, la percepción de aumento de la corrupción en la región no cede. Mientras en 2017 un 62 % de los latinoamericanos decían que la corrupción había aumentado, en 2018 es 65 %. Y la tendencia indica que la cosa seguirá subiendo.

Al revisar los datos por país, el informe encontró que en 17 de los 18 países la percepción de aumento de la corrupción es superior al 50 %, llegando a más de 70 % en seis países. Solo en Honduras está por debajo del 50 %.

Sin embargo, al ser el Latinobarómetro una encuesta de percepción ciudadana, los resultados no necesariamente indican que los índices de corrupción hayan o no aumentado en cada país. Este repunte, según el informe regional, se explica “porque el tema de la corrupción está en el radar de los ciudadanos como un tema en aumento, no en disminución”.

Por redacción internacional

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