EE. UU. se queda sin embajador en China

Aunque Mike Pompeo, secretario de Estado de EE. UU., informó que Terry Branstad dejará el cargo, no explicó el porqué de su renuncia. La dimisión se da luego del anuncio del gobierno chino de adoptar nuevas “restricciones recíprocas” a los diplomáticos de Estados Unidos en su territorio.

Redacción internacional y AFP
14 de septiembre de 2020 - 09:05 p. m.
La dimisión se da luego del anuncio del gobierno chino de adoptar nuevas “restricciones recíprocas” a los diplomáticos de Estados Unidos en su territorio.
La dimisión se da luego del anuncio del gobierno chino de adoptar nuevas “restricciones recíprocas” a los diplomáticos de Estados Unidos en su territorio.
Foto: AFP - MARK SCHIEFELBEIN

Terry Branstad dejará el cargo de embajador de Estados Unidos en China después de más de tres años. Se espera que Branstad regrese al país antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos en noviembre.

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Mike Pompeo, secretario de Estado de EE. UU., agradeció la labor de Branstad y dijo que su labor “ha contribuido a equilibrar las relaciones entre Estados Unidos y China para que estén orientadas a los resultados, sean recíprocas y equitativas. Esto tendrá efectos positivos y duraderos en la política exterior de Estados Unidos en Asia-Pacífico durante las próximas décadas”, comentó.

El secretario de Estado no dio razones sobre la partida de Branstad y tampoco dio luces sobre un posible sucesor para el puesto diplomático. “El presidente Donald Trump eligió al Embajador Branstad porque sus décadas de experiencia en el trato con China lo convirtieron en la mejor persona para representar a la Administración y defender los intereses e ideales estadounidenses en esta importante relación”, agregó.

Pese a las declaraciones de Pompeo, las relaciones diplomáticas entre los dos países no pintan de la mejor forma. De hecho la decisión de Branstad de dimitir al cargo se da luego de que el gobierno Chino anunció el viernes 11 de septiembre nuevas “restricciones recíprocas” a los diplomáticos de Estados Unidos en su territorio, incluido Hong Kong.

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Esto sin dejar de lado que Estados Unidos dispuso, desde el 3 de septiembre, que los diplomáticos chinos en su territorio necesitan una autorización de Washington para visitar campus universitarios, mantener reuniones con funcionarios gubernamentales u organizar eventos culturales con más de 50 invitados que sean organizados por fuera de las instalaciones de la embajada o de sus respectivos consulados.

“Estas medidas son la respuesta legítima y necesaria de China a las iniciativas erróneas de Estados Unidos”, dice el comunicado comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores chino.

¿Qué dejó Branstad?

De 73 años y exgobernador de Iowa durante más de 20 años en dos periodos, Branstad fue embajador en China durante un período marcado por las tensiones entre Washington y Pekín. Actualmente las relaciones entre China y EE. UU. están más tensas que nunca, particularmente en varios temas específicos: Hong Kong y la nueva ley de seguridad que busca castigar “la sedición, la secesión, el terrorismo, la subversión, la injerencia extranjera o cualquier acto que ponga en peligro la seguridad nacional”.

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Estados Unidos amenazó con tomar medidas si la autonomía limitada de Hong Kong es vulnerada. La disputa por el mar Meridional, en donde Pekín tiene conflictos con otros países, es motivo de choques con Washington, que acusa a China de aprovechar la pandemia para expandir sus ambiciones territoriales.

Las medidas contra Huawei, la empresa de telecomunicaciones china, fue blanco de duras medidas por parte del gobierno de Trump, que ha desatado una guerra comercial con Pekín, al que Washington acusa de poner trabas a las operaciones de aerolíneas estadounidenses.

Y finalmente la pandemia, que enfrentó a los dos países cuando Trump señaló al coronavirus como “el virus chino” y acusó al gobierno chino de falta de transparencia, acusando también a la Organización mundial de la Salud (OMS) de colaborar intentando ocultar la verdadera dimensión de la enfermedad.

Guerra comercial

El 15 de enero Pekín y Washington firmaron un acuerdo que suspendía dos años de guerra comercial. China se comprometía a comprar productos y servicios estadounidenses durante dos años por valor de US$200.000 millones adicionales. A cambio, la administración Trump aceptaba suspender cualquier aumento de los aranceles a productos chinos.

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Sin embargo, menos de días después de la firma, estalló la pandemia por COVID-19, lo que llevó a la mayor crisis económica mundial luego de la Segunda Guerra Mundial. A finales de junio, Pekín había realizado menos de la mitad (46 %) de las compras esperadas en ese momento, según datos compilados por el Peterson Institute for International Economics (PIIE).

Sin embargo, China registró en septiembre una subida de más del 7 % de sus exportaciones totales, la más fuerte desde principios de año, y un nuevo aumento de su superávit comercial con Estados Unidos, de más de US$32.000 millones.

Por Redacción internacional y AFP

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