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El oscuro entramado del Barcelona en redes sociales

El expresidente del FC Barcelona Josep Maria Bartomeu fue detenido el lunes en uno de los escándalos históricos del club, supuestamente por haber pagado para difamar sobre algunos jugadores en redes sociales. Un viejo conocido en la política.

02 de marzo de 2021 - 02:00 a. m.
Según fuentes locales, el expresidente del FC Barcelona Josep Maria Bartomeu fue detenido ayer en su casa.
Según fuentes locales, el expresidente del FC Barcelona Josep Maria Bartomeu fue detenido ayer en su casa.
Foto: AFP - afp

A menos de una semana de las elecciones en las que se elegirá a un nuevo presidente, el FC Barcelona vivió un terremoto, cuando un grupo de agentes del área de delitos económicos de los “Mossos d’Esquadra”, la policía catalana, irrumpió en las oficinas del club bloqueando por completo las labores de los funcionarios por más de tres horas. En el marco de lo que se conoce como “Barçagate” fueron detenidos el director general, Óscar Grau; el jefe de los servicios jurídicos, Román Gómez Ponti, y el expresidente Josep Maria Bartomeu, dimitido en octubre. En menos de cinco años el FC Barcelona vuelve a encontrarse en líos judiciales que demuestran una inestabilidad interna y unas profundas fracturas que reflejan en cierto modo el estado deportivo del club.

La investigación del Juzgado de Instrucción número 13 de la Audiencia de Barcelona se centra en una supuesta administración desleal o corrupción entre particulares. ¿Qué quiere decir esto? En pocas palabras, a los funcionarios del club se les acusa de haber querido influir de forma irregular en la opinión pública a través de un oscuro entramado implementado en las redes sociales. Todo esto a través de la empresa del argentino Carlos Ibáñez, I3 Ventures, la cual firmó un contrato con el club en 2017 para que hiciera un monitoreo digital de la entidad deportiva. Sin embargo, su trabajo real habría estado dirigido a desprestigiar y difamar a algunas de las figuras más importantes del club, entre ellos Lionel Messi, Gerard Piqué, el candidato a la presidencia Joan Laporta y el exentrenador Pep Guardiola.

De ser realmente así, se estaría revelando una estrategia vil y sucia enmarcada en un contexto alejado de lo deportivo y centrado en uno de los puntos que hacen al Barça un club diferente al resto: su inevitable influencia política. Ellos mismos lo afirman en su informe digital publicado en 2019: “En el caso del FC Barcelona, en muchos de los temas de ámbito deportivo o institucional, las opiniones terminan teniendo una correlación directa con posiciones político-partidarias, que se reflejan en “clústers” que operan en bloque de opiniones tanto a favor como en contra”.

La guerra por dominar los algoritmos y, por lo tanto, la opinión pública, parece haber perdido ese fin puramente electoral y haber mutado a contextos desconocidos para la mayoría de las personas. De hecho, la estrategia digital de I3 Ventures se centró en un popular método utilizado por numerosos gobiernos para influir en las agendas locales: el uso de bots y cuentas automatizadas. Según Botometer, una herramienta creada por el Network Science Institute, de la Universidad de Indiana, que detecta cuentas falsas en Twitter, el concepto de bot es, en términos generales, “una cuenta de redes sociales controlada, al menos en parte, a través de software. Los bots engañosos adoptan personajes no auténticos y están controlados por entidades desconocidas”.

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Según la información publicada desde hace un año por la cadena SER-Catalunya, el contrato entre el FC Barcelona y I3 Ventures habría sido por un millón de euros diferidos en cinco cobros inferiores de 200.000, el mínimo exigido por la junta directiva. Este es el primer punto que genera desconfianza a las autoridades. Con esta plata supuestamente se habrían financiado páginas de Facebook para que generaran este tipo de contenido.

Al ser entrevistado el año pasado por Catalunya Rádio, Ibáñez afirmó sobre una de las páginas de la red social: “Nosotros registramos su dominio web, pero no gestionábamos los contenidos. Es una cuenta que genera opiniones, no es insultante, no publica noticias ni fake news, da opinión sobre los temas. Nosotros no publicamos contenido, lo hacen los que llevan la página. La autoría no es nuestra, aunque tener un dominio significa ser el propietario del contenido”.Bartomeu se desmarcó e incluso el informe digital de 2019 publicado cuando todavía era presidente señaló: “Durante los últimos dieciocho meses, el equipo de monitoreo y análisis de opinión pública de I3 Ventures ha detectado una permanente presencia de este tipo de cuentas, contabilizando un total de 31.772 usuarios con patrones de actividad anómala. Los datos públicos analizados en relación con el entorno del FC Barcelona muestran cómo las cuentas con comportamiento no humano se dedican permanente y exclusivamente a criticar y atacar al FC Barcelona”. Las autoridades, sin embargo, tienen motivos para creer que el verdadero monstruo no estaba fuera, sino dentro de la institución.

La guerra de los “bots” en la política

Los bots, los trolls y las cuentas automatizadas son cada vez más populares en el espacio digital, especialmente cuando hay que influir en la opinión pública. Se habla incluso de granjas de trolls, es decir, enormes grupos de personas pagadas exclusivamente para generar contenido de todo tipo dirigido a atacar o defender una posición en específico. Lo que se logra es posicionar palabras o discursos en los algoritmos de las redes sociales para volver tendencia un tema e incluso lograr un voto.

El caso por excelencia es el escándalo de Cambridge Analytica, la consultora de análisis de datos que tuvo que cerrar en 2018 luego de verse involucrada en el caso por la obtención ilegal de 87 millones de usuarios de Facebook para influir en su decisión de voto durante las elecciones de EE. UU. en las que ganó Donald Trump.

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De hecho, el profesor de la Universidad de East London, Inglaterra, Tony D. Sampson, afirmó a este diario: “Aquellos que desean el poder tratarán de asegurarse de que la población esté compartiendo experiencias similares. La difusión de los estados de ánimo a través de las redes sociales cumplió un papel en Trump y en el Brexit, por lo que la política que ha surgido de estos contagios recientes ha sido principalmente de la derecha. Quizás el fracaso de Barack Obama en desafiar el statu quo abrió la oportunidad de propagar un estado de ánimo muy diferente, que, en mi opinión, está causando mucho daño”.

De hecho, un informe del Instituto de Internet de Oxford asegura que en 2015 el ejército británico reveló que su brigada 77 “se centraría en operaciones psicológicas utilizando redes sociales como Facebook y Twitter para luchar contra los enemigos y ganar el control de la narrativa en la era de la información”.

El informe, publicado en 2017, concluye diciendo que “la manipulación organizada de las redes sociales se produce en muchos países del mundo. En regímenes autoritarios tiende a ser el gobierno el que financia y coordina la propaganda de campañas en redes sociales. En las democracias tienden a ser los partidos políticos los organizadores principales de la manipulación de las redes sociales”.

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UJUD(9371)02 de marzo de 2021 - 03:08 p. m.
Artículo muy difuso, del tema central poco.
Jorge(73713)02 de marzo de 2021 - 02:19 p. m.
Falto explicar por que razon Bartomeu queria desprestigiar a jugadores del club, que buscaba?
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