El “Chapo” Guzmán, del trono de las drogas al banquillo de la Justicia

Este lunes comenzó el juicio contra el rey del cartel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera en Estados Unidos. “El Chapo”, como es apodado este delincuente, ha tenido una vida llena de excentricidades y persecución.

-Redacción Internacional con información de agencias
05 de noviembre de 2018 - 08:25 p. m.
El 20 de enero de 2017, México extraditó a el Chapo Guzmán a Estados Unidos, donde fue encerrado en una prisión de alta seguridad en Nueva York.  / AFP
El 20 de enero de 2017, México extraditó a el Chapo Guzmán a Estados Unidos, donde fue encerrado en una prisión de alta seguridad en Nueva York. / AFP

La vida del rey del cartel de Sinaloa (México) Joaquín Guzmán Loera, alias el "Chapo", sentado hoy en el banquillo en Nueva York acusado de narcotráfico, ha sido una mezcla de violencia, drogas y lujos excéntricos. Muchas veces su historia se ha impuesto a la realidad.

“De los pies a la cabeza es bajito de estatura, de la cabeza hasta el cielo yo le calculo su altura, porque es grande entre los grandes, a ver quién tiene duda”, así describe al Chapo el cantante Triguillo Palma, en uno de los narcocorridos en los que se glorifica en el norte de México al narcotraficante.

Nacido el 4 de abril de 1957 en la localidad de Badiraguato (Sinaloa, norte de México) y apodado el Chapo por su baja estatura, el todopoderoso emperador de las drogas se enfrenta ante un tribunal de Nueva York a cadena perpetua acusado de introducir 457 toneladas de estupefacientes en Estados Unidos, entre otros crímenes relacionados con su actividad al frente del cártel de Sinaola.

Conocido también por su excéntrica vida de lujo, plasmada no solo en canciones, Guzmán ha sido inmortalizado internacionalmente en la serie televisiva producida por Netflix y Univisión, que narra su ascenso y caída como traficante.

Un imitador de Michael Jackson y un amante de las telenovelas entre los jurados

A diferencia de las audiencias previas al juicio, en las que El Chapo vistió traje de prisionero, este lunes el acusado lució un traje azul marino y camisa blanca de cuello muy grande, estilo "disco", abierta hasta el tercer o cuarto botón. Parecía relajado. Se mostró atento y sonrió un par de veces.

El juez de Brooklyn Brian Cogan y abogados de ambas partes interrogaron el lunes de mañana a 19 de unos 100 potenciales jurados, pero no han escogido aún a ninguno. Deben seleccionar 12 titulares y seis suplentes.

Cinco fueron descartados, un hombre porque leyó sobre El Chapo en Wikipedia, y una mujer porque dijo que las drogas eran malas. Un potencial jurado aún en liza, joven, de tez aceituna y cabello largo, se presentó como "un imitador oficial de Michael Jackson". Pero el juez tiene dudas sobre su elección, porque teme que pueda ser identificado.

“Muéstranos tu 'moonwalk'”, bromeó Eduardo Balarezo, uno de los defensores de El Chapo.

Una joven, también potencial jurado, dijo que sabía que El Chapo fue entrevistado por el actor estadounidense Sean Penn y que conoce a la actriz mexicana Kate del Castillo porque miraba telenovelas con su abuela. Ambos se reunieron con El Chapo en la clandestinidad, poco antes de su último arresto en 2016.

Cinco potenciales jurados se dijeron a favor de la legalización de marihuana, pero algunos afirmaron que eso no influiría en su decisión. Porque la justicia estima que su vida corre riesgo, los nombres de los jurados se mantendrán en el anonimato, y cada día serán escoltados por alguaciles a la corte. Los seleccionados recibirán un pago de 50 dólares diarios.

Un juicio muy caro

El abogado de El Chapo, Jeffrey Lichtman, dijo a la AFP que el monumental juicio tendrá "cientos de testigos". Rob Heroy, un abogado de Carolina del Norte que defendió a otro narcotraficante mexicano, estima por su lado que el proceso costará "más de 50 millones de dólares".

"Se presenta como el juicio más caro de la historia de Estados Unidos", dijo Heroy.

Un gran secreto rodea el caso. Ni siquiera los abogados de El Chapo saben aún quiénes serán sus exsocios, empleados o rivales que declararán en su contra. Lo único que se sabe es que algunos integran el programa de protección de testigos y han recibido nuevas identidades, y que otros ya están en la cárcel y fueron ubicados en celdas especiales para protegerlos.

En su celda de Manhattan, El Chapo está solo 23 horas al día. Solo pueden visitarle sus abogados y sus hijas mellizas de siete años, a través de una mampara de vidrio.

Tiene prohibidas las visitas de su esposa Emma Coronel, una exuberante exreina de belleza de 29 años que no estuvo hoy en la corte. El proceso de selección de testigos está cerrado al público. Le puede interesar: Comienza el juicio del "Chapo" Guzmán, el capo más escurridizo de todos

Una mezcla entre realidad y ficción

El Chapo, en una polémica entrevista concedida al actor estadounidense Sean Penn y a la actriz mexicana Kate del Castillo en septiembre de 2015, meses antes de su detención, se definió como una persona no violenta y feliz con su vida.

Sin embargo, la Fiscalía de Nueva York también lo acusa de tener relación con más de una decena de asesinatos. De hecho, el juicio que arranca hoy lo hace entre fuertes medidas de seguridad, en una sesión centrada en la selección de los doce miembros del jurado, que estarán alejados de las miradas del público.

Los miembros del jurado deberán ser trasladados a la corte y a sus hogares custodiados por la Policía por temor a que socios del Chapo intenten matarlos.

Las dos fugas de prisiones protagonizadas en México por Guzmán, de la cárcel de Puente Grande, el 19 de enero de 2001 y del penal de El Altiplano, el 11 de julio de 2015, así como las dos ocasiones en las que salió indemne de sendos atentados, contribuyeron a alimentar su mito, propagado por los narcocorridos, un subgénero musical mexicano donde se narran las "hazañas" de los capos de la droga.

"Si ya saben que me escapo yo no sé para qué me encierran, padezco de claustrofobia", le cantó el Cachorro Delgado en 2015 tras su fuga de la prisión de El Altiplano.

Sin embargo, ninguna canción ha hecho tanto por convertir al Chapo en un fenómeno global como la serie homónima "El Chapo", que arrancó en 2017 y concluyó en 2018 tras tres temporadas.

El Chapo creció en una familia pobre en un rancho de Badiraguato, conocido como la Tuna, donde a los 15 años comenzó a cultivar y vender marihuana y opio.

"La única manera de tener dinero para comprar comida y sobrevivir era cultivar opio y marihuana, y con esa edad comencé a cultivarla y venderla", aseguró el Chapo en su entrevista a Sean Peann.

Pero el historial criminal por el que se le juzga no comenzaría hasta los años ochenta, como lugarteniente y hombre de confianza de Miguel Ángel Félix-Gallardo, "El Padrino", fundador del primer cártel de Guadalajara.

Entonces, sin apenas estudios, pero dotado de una indudable inteligencia natural, el Chapo diseñó una estrategia para transportar cocaína y marihuana desde Colombia a Estados Unidos en aviones, que hacían el viaje de vuelta a México cargados de dólares.

En la década de los noventa, tras la detención en 1989 de Félix-Gallardo, el Chapo decidió ir por libre y crear el cártel de Sinaloa, que luchó contra sus rivales para hacerse con el control del narcotráfico en Guadalajara y que desde comienzos de los noventa transportó la droga entre Estados Unidos y México a través de túneles. Lea también: 'El Chapo' Guzmán, extraditado a Estados Unidos

El poder y dinero acaparados por el emperador mexicano de las drogas llevaron a la revista Time a situarlo en 2009 entre las 100 personas más influyentes del planeta y a la publicación Forbes a incluirlo a partir de 2012 en la lista de las personas más ricas del mundo.

Por -Redacción Internacional con información de agencias

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