El temor al coronavirus causa el cierre del Louvre y otros puntos emblemáticos

El Museo de Louvre en Francia se vio obligado a cerrar sus puertas este domingo como medida de precaución para evitar más contagios del Covid-19 en el país.

Redacción AFP
01 de marzo de 2020 - 06:54 p. m.
Los visitantes pasan por la pirámide del Museo del Louvre en París, Francia, el 1 de marzo de 2020.  / EFE
Los visitantes pasan por la pirámide del Museo del Louvre en París, Francia, el 1 de marzo de 2020. / EFE

El Museo parisino del Louvre, la galería cultural más visitada del mundo, no abrió este domingo sus puertas debido a las alarmas por la propagación del coronavirus en Francia. Los empleados del museo, preocupados por la epidemia, se acogieron a su derecho de no trabajar ante una situación de peligro. La institución cultural se limitó a confirmar en Twitter que no iba a poder abrir.

Horas antes había precisado que la apertura se retrasaba como consecuencia de "una reunión de información sobre la situación sanitaria ligada a las medidas de prevención, tras las instrucciones ministeriales transmitidas por las autoridades competentes".

En Francia ya se han superado los cien casos confirmados de coronavirus, entre los cuales ha habido dos víctimas mortales. Este domingo se confirmaron 30 nuevos casos en el país. El Ejecutivo francés anunció el sábado la prohibición de todos los grandes acontecimientos que tengan lugar en un recinto cerrado y reúnan a más de 5.000 personas y la de aquellos en abierto que puedan congregar a mucha gente procedente de zonas de riesgo.

El Louvre fue visitado el año pasado por 9,6 millones de personas. Los visitantes extranjeros representaron el 75 % de ese flujo y, según su propio balance, procedieron principalmente de Estados Unidos, China y países de la Unión Europea (con España, Alemania, Italia y el Reino Unido en cabeza). Le puede interesar: El coronavirus lanza una larga sombra sobre la industria del turismo

El turismo recibe los golpes de la epidemia

El parque temático Disneyland de Tokio, el tercero a nivel mundial por número de visitantes, cerró desde el sábado sus puertas hasta el 15 de marzo para evitar una extensión del COVID-19. El cierre, que también afectará a DisneySea, sigue las recomendaciones oficiales para que en Japón se eviten eventos a gran escala a causa del nuevo coronavirus, que en este país ha causado hasta ahora ocho muertos y un millar de contagiados.

El comunicado de la empresa que lo opera, The Oriental Land Company, informa de que se espera reanudar las operaciones el 16 de marzo, aunque adoptará una posición final después de analizar la situación con las autoridades. Este parque temático, ubicado al noreste de Tokio, fue el primero que se levantó con el sello de Disney fuera de Estados Unidos, en 1983. Es el tercero más concurrido, con cerca de 18 millones de visitantes cada año, después de los de Florida y California.

Este anuncio se suma a la decisión de las autoridades niponas de cerrar los centros escolares hasta finales de marzo, a la vez que se han cancelado muchos eventos públicos y se extiende el número de empresas que están recurriendo al teletrabajo. Le recomendamos: Los usos políticos del coronavirus

La lista de países que informan de sus primeros contagios no cesa de crecer, mientras que otros se convirtieron en fuentes de propagación de la epidemia COVID-19, empezando por Corea del Sur, Irán e Italia.

La epidemia ha alimentado los riesgos de recesión mundial. El mundo se paraliza a medida que el nuevo coronavirus se propaga. Aviones que no despegan, escuelas cerradas en Japón y eventos masivos suspendidos en Suiza. La economía mundial enfrenta su mayor riesgo de recesión desde la crisis financiera de 2008.

"Con la excepción parcial de la peste negra en Europa en el siglo XIV, cada pandemia mayor fue seguida de una recesión" global, observó el profesor Robert Dingwall, investigador de la Universidad de Nottingham Trent, en Inglaterra. "No creo que haya razón para que sea diferente esta vez", sostuvo.

Mucho antes de la epidemia, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió de que la recuperación mundial sería "frágil" y podría tropezar al menor riesgo. Los economistas llevan tiempo advirtiendo que la economía camina por el filo y destacan que el coronavirus podría ser "el golpe" que la haga caer.

Mientras la lista de medidas radicales para tratar de frenar el avance del virus crece cada día, la epidemia que se originó en China se expande. Desde enero, fábricas detuvieron su actividad en China y ciudades enteras fueron confinadas. El viernes, el emblemático salones de alta relojería y del automóvil de Ginebra fueron cancelados. Arabia Saudita dejó de acoger peregrinos en dirección a la Meca. Y en Italia hay partidos de fútbol que se juegan a puertas cerradas.

Estados Unidos suspendió una cumbre regional de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) prevista para marzo en Las Vegas.

El temor es perceptible: en Washington, las personas evitan dar la mano durante una conferencia y los usuarios del metro observan inquietos a sus vecinos que tosen. Los estadounidenses posponen sus viajes. Si la mayor economía mundial cae en recesión, el resto del planeta sufriría.

El FMI bajó sus previsiones de crecimiento mundial para 2020, tomando en cuenta el impacto sobre China, la segunda mayor economía mundial. Pero eso fue antes de la epidemia mundial.

"Esto evoluciona constantemente. (...) Hay todavía muchas cosas que ignoramos", expresó el jeuves el vocero del organismo, Gerry Rice, quien dio a entender que las reuniones del FMI y el Banco Mundial de mediados de abril, que movilizan a decenas de miles de personas cada año, no podrán realizarse bajo su formato habitual.

Ante "el impacto económico evidente (...) necesitamos un liderazgo profesional y político claro, confiado y unido, lo cual siempre es difícil en un país donde la responsabilidad de la salud pública está tan descentralizada como en Estados Unidos", destacó Dingwall.

El investigador británico sostuvo que será igualmente difícil gestionar el temor de la población en un ambiente político complicado. Barry Glassner, sociólogo estadounidense autor de "La cultura del temor" (Culture of Fear), desacó por su lado que "las naciones y los individuos necesitan tomar sus precauciones, entre ellas combatir el temor, que se extiende al menos tan rápidamente como el virus".

"Es potencialmente más peligroso (que) las poblaciones y los gobiernos den con frecuencia respuestas menos racionales cuando los domina el temor", concluyó.

Por Redacción AFP

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