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El Espectador le explica: la repatriación de extranjeros miembros del Estado Islámico

Estados Unidos repatrió a los yihadistas estadounidenses procesados por apoyar al grupo terrorista Estado Islámico y que estaban detenidos en Siria e Irak. Varios países se niegan a repatriar a sus ciudadanos.

02 de octubre de 2020 - 12:42 a. m.
Combatientes extranjeros del Estado Islámico capturados hace años en Siria e Irak.
Combatientes extranjeros del Estado Islámico capturados hace años en Siria e Irak.
Foto: Agencia AFP

Cuando el Estado Islámico fue derrotado miles de personas que llegaron de Europa, Asia y Estados Unidos a Siria para unirse a las filas terroristas quedaron en el aire. Todos fueron enviados a campos de refugiados y prisiones en Siria, Irak y Libia, muchos de ellos, con niños y esposas que los siguieron hasta el campo de batalla o bebés que nacieron en plena guerra.

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Estas personas se convirtieron en un reto porque sus países de origen no quieren repatriarlos, temen que ellos lleven el terrorismo a casa. Un problema para las naciones en donde están presos, que han expresado que no tienen capacidad para acoger a tantos excombatientes y han comenzado juicios exprés con sentencias a muerte.

Las amenazas de Donald Trump y la repatriación

El destino de los miles de combatientes extranjeros detenidos en Siria e Irak, a veces junto a sus esposas e hijos, divide a Estados Unidos y sus aliados. repatrió a los yihadistas estadounidenses procesados por apoyar al grupo terrorista Estado Islámico y que estaban detenidos en Siria e Irak.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este jueves que un total de 27 ciudadanos estadounidenses fueron trasladados de centros de detención controlados por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), la alianza de combatientes kurdos y árabes respaldada por Washington que lidera la lucha contra el EI.

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Seamus Hugues, experto en un programa de investigación sobre el extremismo de la Universidad George Washington, dijo a la AFP que los estadounidenses representaban solo una pequeña parte de los combatientes que se unieron a los grupos yihadistas.

Este tema es muy polémico. A finales de agosto, Estados Unidos vetó una resolución de las Naciones Unidas sobre el destino de combatientes extranjeros, debido a que el documento no pedía su repatriación. Antes Trump exigió a los países europeos hacerse cargo de yihadistas bajo custodia de las Fuerzas Democráticas Sirias.

Y amenazó veladamente con dejarlos libres si no eran repatriados.

Nathan Sales, coordinador de la lucha contra el terrorismo del Departamento de Estado, exhortó a “otros países, especialmente los de Europa Occidental, a que se responsabilicen de sus nacionales” repatriándolos para ser juzgados.

Washington ha defendido durante mucho tiempo la necesidad de devolver a los yihadistas detenidos a sus países de origen.

¿Por qué no los quieren repatriar?

Los europeos y los países árabes prefieren que sean juzgados y cumplan sus sentencias en el país donde cometieron sus delitos.

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De acuerdo con analistas, uno de los principales problemas es el vacío legal para juzgarlos, pues si son capturados en Siria e Iraq no saben bajo cuál jurisdicción hacerlo y por qué crímenes.

Pero la razón principal para negarse a llevarlos a sus países de origen son las consecuencias políticas, pues el costo sería alto para el gobierno de turno si en algún momento uno de estos repatriados comete un atentado. Y si van a parar a prisión temen que se incremente el riesgo de seguridad, pues tras las rejas intenten radicalizar a otros prisioneros.

¿De dónde son los yihadistas detenidos?

Según la ONU, 40.000 combatientes extranjeros de más de 110 países habrían viajado a Siria e Irak para unirse al Estado Islámico y otros grupos terroristas. Miles de ellos, lo hicieron desde Europa, principalmente franceses, alemanes y británicos. La mayor parte de los yihadistas detenidos son sirios e iraquíes, pero también hay un alto número de excombatientes extranjeros a los que sus países se niegan a recibir.

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De los detenidos, se sabe que al menos 11.000 son familiares de los yihadistas que se encuentran en el campamento de desplazados conocido como “Al Hol” en la provincia siria de Al Hasaka, en el noreste del país, según datos de la ONU.

La Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, pidió que frente a esta situación se apliquen acciones legales y que todos los sospechosos de crímenes sean juzgados de manera justa porque ésta “es la única manera de proteger a las sociedades de la radicalización y de la violencia”.

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