El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, le presentó su renuncia a Trump

El funcionario, quien fue un gran escudero de Donald Trump mientras estuvo a cargo del Departamento de Justicia, le presentó la carta de dimisión al presidente tras una reunión en la Casa Blanca. Dejará su puesto antes de Navidad.

14 de diciembre de 2020 - 11:02 p. m.
El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, junto al presidente Donald Trump.
El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, junto al presidente Donald Trump.
Foto: AFP - MANDEL NGAN

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comunicó que el fiscal general de la nación, William Barr, le ha presentado la renuncia este lunes. El funcionario, que llegó a dirigir el Departamento de Justicia en febrero de 2019 tras la tumultosa salida del exfiscal general Jeff Sessions, dejará el cargo antes de Navidad. Jeff Rosen se convertirá en el nuevo fiscal interino.

El anuncio se presentó pocos minutos después de conocerse la victoria del candidato Joe Biden en el Colegio Electoral, un proceso que pone al exvicepresidente un paso más cerca de la investidura. Este fue publicado por Trump en su cuenta de Twitter.

La carrera de Barr al frente del Departamento de Justicia estuvo marcada por controversias de principio a fin. Su llegada se presentó en medio de la investigación del especial Robert Mueller sobre la injerencia de Rusia en las elecciones de Estados Unidos en 2016. Los críticos de Barr señalan que hizo lo posible por socavar la investigación y el trabajo de Mueller en beneficio del presidente y sus amigos.

Después de este caso, Barr fue catalogado como un escudero del presidente y un defensor de una amplia autoridad presidencial. A principios de este año, por ejemplo, intervino en dos casos penales que involucraban a Roger Stone y a Michael Flynn, dos de los exasesores de Trump involucrados en el escándalo de la trama rusa. Esta intervención llevó incluso a que los fiscales del Departamento de Justicia se retiraran de las investigaciones en protesta por la intromisión de Barr. Las acciones de Barr desplomaron la moral dentro del Departamento de Justicia, pues los funcionarios de carrera, según medios locales, sentían que no estaban siendo respaldados por el fiscal general.

Pero la buena relación de Barr y Trump se desmoronó en los últimos meses. El presidente, quien hace solo unos meses elogió al fiscal por ser un “hombre de increíble credibilidad y coraje”, reprochó al fiscal por no ayudarlo en su campaña a la reelección.

Barr hizo eco de algunas teorías conspirativas del presidente, como las afirmaciones exageradas y sin fundamento sobre un posible fraude en el sistema de voto por correo. Pero esto no fue suficiente para Trump, quien quería que persiguiera a sus rivales y los procesara. El fiscal se negó a esto último.

En primer lugar, Barr se negó a revelar la investigación que lleva el Departamento de Justicia contra Hunter Biden, hijo del presidente electo Joe Biden. Esta revelación, dice Trump, habría afectado el curso de las elecciones, por lo que el mandatario considera que el fiscal tuvo un desempeño incorrecto. Barr se abstuvo de publicar esta información por los protocolos que maneja el Departamento de Justicia sobre las elecciones.

Más recientemente, Barr señaló que no había evidencia de fraude en las elecciones generales del pasado noviembre.

“Hasta la fecha, no hemos visto fraudes a una escala que pudiera haber afectado un resultado diferente en las elecciones”, dijo Barr a la Associated Press.

La declaración, por supuesto, no fue bien recibida por el mandatario, y marcó la ruptura total de esta relación. Antes de esto, el presidente también se había molestado con el fiscal por no detener las investigaciones del fiscal de Connecticut, John Durham, sobre la campaña de Trump a la presidencia en 2016.

Por todo esto, el final de Barr al frente del Departamento de Justicia estaba asegurado. Su falta de apoyo a Trump en las semanas previas a las elecciones pudo ser tomado por el presidente como un acto de deslealtad, por lo que se negó a decir si retendría al fiscal en un hipotético segundo mandato. Esto quiere decir que, si el republicano hubiera ganado las elecciones, es poco probable que Barr continuara en su cargo de todas maneras. Trump lo habría despedido y habría optado por nominar a otro de sus aliados, mucho más fieles que Barr y dispuestos a seguirle la cuerda en sus cruzadas contra sus opositores.

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Esteban(67504)15 de diciembre de 2020 - 01:07 a. m.
Errores de la democracia. Cómo es que un fiscal general le renuncia al presidente?. Sólo por que lo ternó? Debiera hacerlo al Congreso que es el que lo elige.
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