El Humboldt, un hotel 'siete estrellas' que Maduro busca reabrir

Situado a más de 2100 metros de altura en la ciudad de Caracas, será reabierto en 2018 según anunció el presidente. En 2012 Hugo Chávez aprobó la recuperación del hotel, que fue creado en 1958 por el gobierno militar.

-Redacción El Mundo
06 de marzo de 2018 - 12:57 a. m.
En 2012 el gobierno de Hugo Chávez aprobó la recuperación del complejo. / Tomada de la página del Ministerio del Poder Popular para la comunicación e información.
En 2012 el gobierno de Hugo Chávez aprobó la recuperación del complejo. / Tomada de la página del Ministerio del Poder Popular para la comunicación e información.

Tiene una vista privilegiada de Caracas desde los años 50, vio pasar el gobierno militar de Pérez Jiménez, el ascenso al poder de Hugo Chávez, su muerte, y ahora mira desde los más de 2100 metros de altura como la Venezuela de Nicolás Maduro perece ante la crisis económica que afronta.

El Hotel Humboldt fue creado en 1956 y se encuentra ubicado en la punta de una montaña que lleva el mismo nombre del edificio, su construcción demoró tan solo 199 días, tiene 14 plantas dentro de una torre circular, con 70 habitaciones, cinco por cada piso, y en el último cuenta con un bar con una vista de 360 grados, el hotel tiene a la ciudad de Caracas a un lado y el mar Caribe al otro. (Lea aquí:Así llegó Venezuela a la crisis de hoy)

Cuando comenzó el proyecto en 1956 los turnos eran de 24 horas de trabajo, este ritmo continuo permitió que en diciembre de ese mismo año se inaugurara el edificio al que, en ese entonces, solo se podía acceder vía teleférico. Pero realmente fue después de su apertura que comenzaron los problemas.

Exactamente dos meses desde la inauguración el régimen de Pérez Jiménez, quien encabezó una represiva dictadura entre 1952 y 1958 y que marcó su salida del cargo tras convocar un plebiscito en 1957, lo que hizo que estudiantes y los mismos militares en enero de 1958 lo sacaran del cargo a través de un golpe militar, su salida marcó el futuro del edificio.

El que haya sido una arquitectura que se diseñó y construyó bajo el mando militar hizo que tiempo después fuera considerada como una obra de la dictadura, razón suficiente para que los gobiernos siguientes la hayan dejado en abandono.(Le puede interesar:Por desabastecimiento, iglesias en Venezuela se están quedando sin hostias)

En 2012 el gobierno de Hugo Chávez aprobó la recuperación y remodelación del complejo tal y como lo diseñó a mitad de los años 50 un arquitecto llamado Tomás Sanabria.

A pesar de la crisis, el proyecto siguió adelante en 2013 ya con Nicolás Maduro en el poder tras la muerte de Chávez. Por eso se espera que, en 2018, una vez finalicen las obras y se entregue en concesión para que asuma el control y funcionamiento, después de eso reabriría sus puertas. Durante una inspección en noviembre del año pasado, el vicepresidente ejecutivo, Tareck El Aissami, contó que la inversión supera los 30 mil millones de bolívares.

En diciembre de 2017 el presidente Maduro se mostró emocionado en una publicación en su cuenta de Twitter por la apertura del Humboldt, en ella, Maduro sostiene que “va ser el primer hotel 7 estrellas del país, esto es una belleza, reconstruido con la arquitectura, la ingeniería y el diseño original. Va a ser una de las obras más maravillosas que va a conocer Venezuela entera”, la mención la hace durante la inauguración del restaurante 1956, que se encuentra dentro del complejo hotelero.

Para el presidente Maduro será una construcción siete estrellas, a pesar de que la Organización Mundial de Turismo (OMT) califique y categorice los hoteles de 1 a 5 estrellas respectivamente. Por encima de la calificación que el gobierno venezolano le quiere otorgar al edificio, lo que se entraría a considerar es que el hotel haría parte de los precios hedónicos del turismo, es decir, en donde hay unos segmentos de turistas a los que la tarifa pasa a un segundo plano, ya que buscan exclusividad e identidad patrimonial en el lugar que se alojan por eso para ellos la tarifa no es relevante.

Lo anterior encajaría frente a los que serían sus posibles huéspedes por eso “uno no se puede descontextualizar a la situación política que atraviesa un país, en el mundo occidental no estarían interesados en el viaje, pero hay otro tipo de viajeros que proviene de economías estatizadas, y en un contexto mucho más globalizado y quienes son afectos al régimen de Venezuela querrán y estarán interesados a este tipo de servicio” sostiene Leguizamón.

De siete estrellas o no, un hotel de lujo es lo que busca inaugurar un gobierno en donde según cifras de la Organización Mundial de la Salud, más del 15 % de los niños menores de 5 años de las poblaciones más pobres del país están en desnutrición grave, lo suficiente para declarar al país en una emergencia humanitaria.

*Con información de BBC

Por -Redacción El Mundo

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