El informe que complica el "amistoso" empalme entre Macri y Fernández en Argentina

El presidente electo, Alberto Fernández, calificó de “mentira” un informe publicado por el actual gobierno que considera que el país está “listo para crecer”. Es el primer enfrentamiento verbal directo entre ambos desde que el peronista ganara las presidenciales en octubre.

redacción internacional
08 de noviembre de 2019 - 06:15 p. m.
Alberto Fernández, presidente electo de Argentina, se reunió con Mauricio Macri, actual mandatario de ese país, un día después de las elecciones del 27 de octubre. / EFE
Alberto Fernández, presidente electo de Argentina, se reunió con Mauricio Macri, actual mandatario de ese país, un día después de las elecciones del 27 de octubre. / EFE

Un pequeño informe titulado Ocho puntos sobre la economía ha enturbiado la que se preveía iba a ser una amistosa transición de Gobierno en Argentina.

De solo siete páginas, el documento, que no lleva firma ni membrete oficial, pero fue distribuido por los equipos de prensa de Presidencia, asegura que la economía que Mauricio Macri legará a su sucesor, el izquierdista Alberto Fernández, dejará al país sudamericano “listo para crecer” en 2019.

"A fin de 2019 el país está listo para crecer. Sin magia, sin mentira, sin ficción. Gracias al esfuerzo de los argentinos de todos estos años, hemos revertido la herencia de 2015", comienza así el informe, que desde el arranque hace énfasis en el país que recibió del kirchnerismo, un tema que Macri decidió evitar por consejo de sus colaboradores cuando comenzó su gestión y que ahora, con sus prpios problemas, decidió retomar públicamente.

El texto pone las culpas en la “pesada herencia” recibida por Mauricio Macri al asumir y, aunque nombra algunos de los errores económicos del actual gobierno, no les da tanta relevancia. De hecho, algunos de los problemas como el de la devaluación del peso se los achacó al "miedo al regreso del peronismo".

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“Al principio de nuestra gestión pudimos levantar los controles cambiarios porque la gente mira al futuro para decidir hoy. Ahora los tuvimos que reponer, contra nuestra voluntad, porque esa misma gente tiene miedo a qué pueda pasar en el futuro”, dice el texto.

"Recibimos un Banco Central sin reservas y restricciones cambiarias para importar y viajar; un déficit fiscal brutal (7% del PBI) con una presión impositiva récord; un desempleo mentiroso y una pobreza estructural altísima; una inflación ya alta durante 8 años y en ascenso; un tipo de cambio atrasado, que perjudicaba la actividad productiva; un Estado arrasado, dominado por punteros y copado por militantes, empresas públicas quebradas; y una crisis energética con tarifas atrasadas que se sostenía con permanentes cortes de luz y gas y se abastecía con carísimos barcos de gas licuado que venían de Venezuela bajo contratos muy dudosos".

Alberto Fernández, que debe asumir el próximo 10 de diciembre la presidencia de Argentina, respondió al informe entregado por el macrismo y lo calificó de "mentira". 

“Aunque queden 10 minutos de Gobierno, les pido que paren con la mentira, porque hace dos años nadie pensaba que Argentina iba a tener la crisis que tiene y es producto de la gran inoperancia del Gobierno”, dijo el presidente electo, visiblemente molesto por el documento.

Por primera vez desde que ganara las presidenciales, Fernández atacó directamente al presidente saliente, a quien acusó también de demorar el control cambiario por cuestiones electorales y provocar así la salida de 22.000 millones de dólares del Banco Central desde su derrota en las primarias del 11 de agosto. Sobre el problema de la deuda externa, dijo que “hace cuatro años, no existía”. 

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De hecho, el próximo Gobierno recibirá un Banco Central con sus reservas internacionales cerca del cero, la inflación por encima del 55%, una deuda externa cercana al 100% del PIB, más pobreza y desempleo que hace cuatro años y restricciones a la compra y venta de dólares similares al control cambiario que Cristina Kirchner impuso al final de su mandato.

"El 10 de diciembre no es una fecha mágica", ha advertido Fernández, consciente de las expectativas de un electorado que votó agobiado por la inflación (37,7% hasta septiembre), la pobreza (35,4%) y el desempleo (10,6%), indicadores que se dispararon durante el gobierno de Macri.

De esta forma la que se pensaba iba a ser una transición amistosa ha empezado a desdibujarse. Parece mentira que fue hace dos semanas cuando Mauricio Macri invitó a su sucesor a la Casa Rosada para hablar sobre el empalme. En ese momento, se pensaba, el proceso iba a ser sin traumatismos, algo que le dio confianza a los inversionistas y al mercado argentino. 

Por redacción internacional

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