El profesor venezolano que se quedó sin zapatos porque arreglarlos le costaba cuatro veces su salario

Un profesor de la Universidad Central de Venezuela no pudo arreglar los zapatos con los que iba a dictar clase, pues para repararlos necesitaba 20 millones de bolívares, es decir su salario de cuatro meses. El hecho publicado en Twitter despertó la solidaridad de miles de personas e incentivó la creación del proyecto "Zapatos de dignidad"

/AFP
24 de julio de 2018 - 03:15 p. m.
José Ibarra, profesor de la Universidad Central de Venezuela. / AFP
José Ibarra, profesor de la Universidad Central de Venezuela. / AFP
Foto: AFP - JUAN BARRETO

José Ibarra se derrumbó de indignación al ver que el arreglo de sus viejos zapatos costaba cuatro veces su sueldo como profesor universitario en Venezuela. A través de un mensaje en Twitter, que iba destinado para sus amigos, despertó la solidaridad de miles de personas a quienes llegó el contenido del trino.

Una foto de unos zapatos negros con la suela rota acompañó el mensaje, que desde su publicación el pasado 29 de junio contabiliza 10.000 retuits, unos 5.400 me gusta y casi 1.000 comentarios.

Aunque muy desgastado, era el mejor par que tenía este catedrático de la Universidad Central de Venezuela (UCV, pública), la principal del país con casi tres siglos. "No me da pena decirlo: con estos zapatos me traslado a la UCV a dar clase. Mi sueldo como profesor universitario no me alcanza para pagar el cambio de suela", escribió el docente, de 41 años.

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Licenciado en trabajo social, con una maestría y estudiante de doctorado en salud pública, gana 5,9 millones de bolívares (1,7 dólares a la tasa del mercado negro) que no alcanzan ni para un kilo de carne por una hiperinflación que, según el FMI, llegaría este año a 1.000.000%.

Reparar los zapatos le costaba 20 millones de bolívares, algo fuera de su alcance y ejemplo de las distorsiones de la colapsada economía venezolana.

 

- "Zapatos de la dignidad" - 

Desde que publicó el tuit, Ibarra ha recibido donaciones de calzado -nuevo y usado-, ropa, dinero y cientos de mensajes de apoyo que lo llevaron a crear el movimiento "Zapatos de la dignidad", para ayudar a otros colegas, según contó a AFP.

"El tuit fue una explosión de frustración. Pensé que como no me sigue mucha gente, nadie lo iba a ver, pero ya he recibido doce pares de zapatos, de los cuales doné nueve, ropa y dinero. Creé el movimiento porque sigo recibiendo donaciones", relató el profesor, que se quedó con dos pares de zapatos usados y unos deportivos nuevos. Además, ganó unos 2.900 seguidores en la red social.

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Ibarra piensa entregar parte del dinero recibido "a los profesores más necesitados para que compren comida". Varios "se han desmayado porque no comen bien", afirmó.

El caso de Ibarra ha tenido repercusión incluso fuera de Venezuela, con ofertas de donaciones desde Argentina, Colombia y España. Desde el país vecino, una mujer le escribió en Twitter: "Tenemos en Colombia una zapatería, arreglamos y fabricamos. ¿Cómo podemos enviar?". Dde igual forma, otro usuario le pide que "no se ofenda", pero que le gustaría enviarle unos zapatos usados. Él responde con agradecimiento.

Algunos de sus colegas de universidades públicas mantienen un paro intermitente desde hace casi un mes, exigiendo mejoras salariales.

- "Venezuela es rescatable" -

"Comprar zapatos es imposible. El dinero no me rinde para comprar artículos personales, ni siquiera comida", expresó el docente. Por su parte Lluvia Habibi, el encargado de la tienda en la que Ibarra intentó reparar sus zapatos, justificó los altos precios debido a que los materiales suben constantemente.

"La gente lo que puede es pegar zapatos rotos, pero casi nadie puede pagar un cambio de suela, que ya está en 20 o 30 millones", declaró Habibi a AFP. 

Ibarra también afirma haber perdido 15 kilos de peso batallando contra la crisis, agravada por la falta de liquidez, controles a la economía, sanciones de Estados Unidos y la caída de la producción petrolera, que aporta 96% de los ingresos. 

Un estudio de las principales universidades venezolanas, incluida la UCV, asegura que la pobreza en el país escaló a 87% en 2017, lo que ha empujado a emigrar a cientos de miles en los últimos años, entre ellos muchos profesores. Sin embargo, Ibarra prefiere quedarse. Cree que "Venezuela es rescatable". 

Por /AFP

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