El recortado presupuesto de Trump para 2018

Las principales características de dichas propuestas ya fueron presentadas en marzo, con un alza notable en el gasto militar y cortes al presupuesto del Departamento de Estado.

redacción internacional
23 de mayo de 2017 - 12:00 a. m.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump.  / AFP
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. / AFP

Este martes, la administración de Donald Trump presentará su propuesta de presupuesto 2018 ante el Congreso, unos recursos que debido al lema que defiende el mandatario (Estados Unidos primero) vendrá cargado de recortes, particularmente en las ayudas internacionales, ayuda sanitaria y educación, entre otros.

El diario The Washington Post, que cita fuentes gubernamentales, destaca los enormes recortes en el programa conocido como Medicaid, que ofrece cobertura sanitaria a los ciudadanos de menores ingresos. El presupuesto de Trump apunta a recortes de 800.000 millones de dólares en 10 años, y sigue la línea de una propuesta de los legisladores republicanos de la Cámara de Representantes.

De acuerdo a la Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO, por su sigla en inglés), un órgano no partidista, esto significaría que cerca de 10 millones de ciudadanos perderían el seguro médico en la próxima década.

Asimismo, la Casa Blanca reduciría en 193.000 millones de dólares la financiación del programa de alimentos para familias de bajos recursos conocido como SNAP, del que se beneficiaron 44 millones de personas en 2016, y otorgaría más competencia a los estados para que definan las exigencias de un mínimo de horas trabajadas o la búsqueda de empleo activo de sus beneficiarios.

Trump ha criticado la desmesurada alza de programas sociales impulsados por su predecesor, Barack Obama, durante la crisis financiera de 2008 y 2009, puesto que, a su juicio, no incentiva la vuelta al mercado laboral de muchos beneficiados y contribuye al desequilibrio de las cuentas públicas.

La pasada semana, Mick Mulvaney, director de la Oficina Presupuestaria de la Casa Blanca, lamentó en una conferencia en Washington que se ha "enseñado a la gente a ser inmunes a los verdaderos costes del Gobierno". "Los ciudadanos creen que el Gobierno es más barato de lo que es porque se nos ha permitido pedir prestado dinero por un largo periodo de tiempo y no preocuparnos por devolverlo", señaló Mulvaney, encargado de diseñar la propuesta presupuestaria.

Quedan, por ahora, exentos de recortes los programas de Medicare, de cobertura médica para mayores de 65 años y los de pensiones de la Seguridad Social, dos de los más costosos para las cuentas públicas y una promesa del mandatario durante la campaña electoral.

La propuesta es más una declaración de prioridades políticas que un documento económico, ya que debe aprobarlo el Congreso. El plan de Trump sucede al anteproyecto presentado en marzo y tiene un rango más integral, ya que afecta al total de los gastos e ingresos del gobierno federal. Bajo la ley conocida como Obamacare el programa Medicaid extendió su cobertura de salud a unos 11 millones de adultos que antes no tenían seguro.

Entonces, el presidente trazó las líneas maestras de su presupuesto, que incluyen un impulso al gasto en defensa de 54.000 millones de dólares, equivalente al 10 %, y 1.600 millones para la construcción del muro en la frontera con México, junto a un recorte notable de impuestos. Además, quedarían reducidos en gran medida los programas de protección medioambiental y de ayuda internacional.

El recorte de más 800.000 millones de dólares a Medicaid en una década está supeditado a que el proyecto de ley que se aprobó en la Cámara de Representantes a principios de mes se convierta en ley, publicó el domingo el Washington Post citando fuentes familiarizadas con el proyecto.

La Asociación Médica de Estados Unidos realizó una feroz crítica al proyecto de ley, alertando que podría provocar que millones de estadounidenses pierdan el servicio de salud.  Algunos republicanos que también criticaron el proyecto de ley dicen que se oponen a los grandes recortes a Medicaid. El Senado esta trabajando por separado en su propia legislación de salud.

La oficina de Presupuesto del Congreso, que analizó en marzo una versión inicial del proyecto aprobado por la Cámara de Representantes, dijo que para 2026 podrían quedar inscritas 14 millones de personas menos en el programa.

Esta oficina espera publicar el miércoles un nuevo cálculo del proyecto aprobado.

Por otro lado, se espera que solicite una partida de 200.000 millones para proyectos de infraestructura y otros 25.000 millones a lo largo de 10 años para un programa de baja por maternidad y paternidad diseñado por su hija y asesora Ivanka Trump,

Hace unas semanas, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, presentó las directrices de la reforma fiscal, con bajadas sustanciales en los tipos impositivos aplicados a empresas y familias.

El Gobierno confía en que la reducción de la carga impositiva suponga un empujón a la actividad económica y permita compensar con el mayor crecimiento la caída de ingresos fiscales prevista.

Por su parte, la oposición demócrata criticó rápidamente los primeros detalles del presupuesto del presidente republicano.

"En lugar de proteger la educación pública, la cobertura sanitaria y otros programas que ayudan a los trabajadores estadounidenses, el presidente Trump está simplemente comprometido a hacer espacio para su enorme recorte de impuestos para los más ricos", señaló Adrienne Watson, directora adjunta de comunicación del Comité Nacional Demócrata.

¿Y Colombia?

El Congreso estadounidense aprobó los 450 millones de dólares del plan "Paz Colombia" anunciado el año pasado por el entonces presidente, Barack Obama, para ayudar en la implementación de los acuerdos con las FARC.

Pero con el impredecible Trump no se sabe qué pueda pasar. Durante la rueda de prensa que tuvo con Juan Manuel Santos durante la visita de éste a Washington, el estadounidense fue menos enfático al responder una pregunta sobre su visión de la implementación de la paz en Colombia.

Pero el apoyo a la alianza entre Bogotá y Washington es fuerte entre legisladores de ambos partidos, pero hay serias preocupaciones por el aumento de cultivos de coca.

Por redacción internacional

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