El rey que revoluciona las calles de Guatemala: "¡Es muy guapo!"

Felipe VI llegó a Antigua, en donde se realiza la XXVI Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno. Su presencia ha revolucionado las calles de la ciudad guatemalteca.

Ana Lázaro Verde / DPA
16 de noviembre de 2018 - 03:36 p. m.
El Rey Felipe de España revolucionó las calles de Antigua, Guatemala.  / EFE
El Rey Felipe de España revolucionó las calles de Antigua, Guatemala. / EFE

"¡Es muy imponente y muy guapo! ¿Ha venido con Letizia?". A Suzel le cuesta creer que acabe de cruzarse con el mismísimo rey de España en la catedral de la ciudad guatemalteca de Antigua, a donde Felipe VI viajó esta semana para participar en la XXVI Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno.

La mujer guatemalteca visitaba tranquilamente el monumento con su madre y sus dos hijos menores cuando vio entrar una comitiva oficial con un "hombre muy alto" en medio. "Estamos muy sorprendidos. Pensamos que nos iban a sacar, pero no. Al rey se le ve muy accesible y, para ser quien es, no lleva tanta seguridad. Es tal cual aparece en la tele", explica a dpa con una amplia sonrisa.

Un día después de recibir la llave de honor de Antigua, el monarca español recorrió a pie las calles empedradas de la bella ciudad colonial y saludó a algunos de los viandantes que encontró a su paso, dejándolos boquiabiertos por la sorpresa.

"Me dijo que está muy contento de estar aquí. Yo le expliqué el origen de la ciudad, pero él sabía ya bastante", añade el joven.

"Conocer al rey ha sido una de las cosas más lindas que me ha pasado en la vida. Tuve que contenerme para no darle un abrazo", admitía con visible emoción Diego Espinosa, gerente del proyecto de restauración de la catedral de Antigua y encargado de mostrar al monarca español los avances de los trabajos.

A paso rápido y rodeado de fotógrafos y personal de seguridad, Felipe VI recorrió los más de 1.000 metros que separan el Hotel Puerta Antigua, donde se aloja en Antigua, del Hotel Museo Santo Domingo, el recinto en el que hoy y mañana se celebra la cumbre regional bajo el lema "Una Iberoamérica próspera, inclusiva y sostenible".

En su recorrido, atravesó la concurrida y monumental Plaza Central, donde se mezcló entre los viandantes, los turistas y los vendedores ambulantes que cada día merodean bajo sus frondosos árboles. "¿Quiere un collar?", preguntaba al paso de la comitiva del rey una mujer indígena con su cesto de artesanía en los brazos, ajena a cuanto sucedía.

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Otros, por el contrario, no podían ocultar su expectación por la presencia del rey. "¡Nos ha dado la mano!", exclamaba entre risas  un grupo de estudiantes vestidos con el uniforme del colegio Inval de Antigua.

Y es que al paso del monarca saltaban las alarmas... literalmente. Ocurrió al pasar delante del Banco Industrial, cuando una sirena empezó a sonar. El rey también observó con curiosidad los carteles de una agencia de viajes del centro de Antigua que, con vistosas fotografías, ofrecía excursiones al volcán de Acatenango.

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Con su paseo, Felipe VI revolucionó las calles de una tranquila ciudad que apenas sobrepasa los 40.000 habitantes y que estos días está blindada por la Policía y el Ejercito ante la celebración de la cumbre iberoamericana, con grupos de agentes fuertemente armados en cada esquina bajo las buganvillas.

En la Plaza Central, el rey se detuvo ante una alfombra multicolor elaborada con serrín, una tradición típica de la famosa Semana Santa de Antigua. "Esos colores nos vienen muy bien para la foto", murmuraba un periodista que observaba la escena.

Por Ana Lázaro Verde / DPA

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