El secretario general de la ONU, António Guterres, volvió a pedir este lunes a las partes enfrentadas en Trípoli que declaren una tregua humanitaria para prestar servicios de emergencia y permitir la salida de los civiles de las áreas en conflicto, de donde ya han huido unas 3.400 personas.
"Estamos llamando a una tregua humanitaria temporal para permitir el suministro de servicios de emergencia y el paso voluntario de civiles, incluidos aquellos que están huidos, de las áreas en conflicto", afirmó el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric.
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Dujarric agregó que el secretario general de Naciones Unidas sigue "con gran preocupación" la evolución de los acontecimientos y precisó que la misión de apoyo de la ONU a Libia (UNSMIL) "continúa su trabajo".
Asimismo, apuntó que el enviado especial de la ONU, Ghassam Saleme, se reunió este lunes con el líder del gobierno libio respaldado por la ONU en Trípoli, Fayez al Serraj, "con quien discutió los medios con los que la ONU puede ayudar en esta crítica y difícil coyuntura".
Dujarric apuntó que los combates con armas pesadas están afectando a áreas residenciales y que hay un número indeterminado de civiles atrapados.
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Fuentes de Seguridad explicaron a Efe que la acción de los cazas bombarderos bajo el mando del mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte de Libia, obligó a desviar todos los vuelos al aeródromo de la ciudad vecina de Misrata, que ha enviado sus tropas en auxilio del gobierno de Al Serraj.
Según datos citados por la ONU, al menos 32 personas han muerto y 50 han resultado heridas desde el jueves pasado en los enfrentamientos de las tropas del comandante Hafter y las fuerzas del Gobierno de la capital libia.