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Medios japoneses reportaron que el líder norcoreano, Kim Jong-un, habría llegado a Pekín, China, es un tren especial. Si bien se trata de una especulación, pues no hay una respuesta oficial del gobierno chino, los rumores han incrementado luego de que se desplegara una gran caravana escoltada por la policía local. De confirmarse su visita, este sería el primer viaje del mandatario de Corea del Norte al exterior en siete años, luego de que sucediera a su padre a finales de 2011.
"No estoy al corriente de la situación que mencionó. Si tenemos información la daremos a conocer", declaró a la prensa la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hua Chunying.
El martes por la mañana, había un fuerte despliegue de seguridad frente a la residencia diplomática de Diaoyuatai, a donde Kim Jong Il solía ir durante sus visitas a Pekín. Un fotógrafo de la AFP vio salir un convoy oficial de la residencia, bajo escolta policial. "Era muy inusual. Había muchos policías fuera, a lo largo de la carretera delante de la estación" el lunes por la tarde, indicó a la AFP el vendedor de una tienda situada cerca. "El interior de la estación también estaba bloqueado", añadió.
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Las relaciones entre los gobiernos de China y Corea del Norte se habían enfriado debido a las pruebas de misiles en Pyongyang. Sin embargo, los chinos continúan siendo los socios comerciales más importantes de Kim Jong-un, además de ser sus grandes aliados internacionales. Esta visita es antesala a la reunión que se llevará a cabo entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano en mayo de este año para hablar sobre los programas nucleares del país asiático.
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"A China le preocupa que la dejen al margen si los norcoreanos alcanzan un acuerdo con los estadounidenses, lo que no refleja necesariamente los intereses de China", observa Bill Bishop, especialista en China, editor del boletín Sinocism.
Por otro lado, líderes norcoreanos estarían tratando de estrechar las relaciones entre Pekín y Pyongyang según la agencia de noticias Kyodo de Japón. El gobierno chino apoyó las sanciones contra Corea del Norte que aprobó el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas hace algunos meses, y esta presión pudo motivar al diálogo entre ambos gobiernos.
Tras el retraso de algunos trenes en Pekín, los usuarios del sistema ferroviario comenzaron a publicar mensajes sobre la situación en Twitter, lo que produjo un incremento en la especulación sobre la llegada de Kim Jong-un. El gobierno chino censuró los mensajes referidos al tema en las redes sociales de este país.
Finalmente, Kim Jong-un tendrá otra reunión importante en abril cuando se espera que se encuentre con su homólogo surcoreano, Moon Jae-in, en la línea de demarcación que separa los dos países desde el fin de la Guerra de Corea, en 1953.