Gobierno escocés intentará nuevo referéndum sobre la independencia antes de 2021

El actual proceso del "brexit" debe sacar a Escocia de la Unión Europea (UE). Por eso hay un nuevo impulso en el país para promover un referéndum que los separe de Reino Unido y los mantenga en territorio europeo.

AFP
24 de abril de 2019 - 05:57 p. m.
Primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon. / AFP
Primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon. / AFP

La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, anunció este miércoles que su gobierno "actuará" para intentar que los escoceses puedan votar en un nuevo referéndum sobre la independencia antes de 2021, siete años después del que se saldó con la victoria del no.

"Puedo confirmar que el gobierno escocés actuará para garantizar que se avance en dar a los ciudadanos la posibilidad de elegir sobre su independencia en esta legislatura", que expira en mayo de 2021, dijo la líder independentista ante el Parlamento regional.

Escocia votó a favor de permanecer dentro del Reino Unido en un referéndum en 2014 en que la unión se impuso por 54% contra 45% de votos a favor de la independencia.

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Sin embargo, el actual proceso de Brexit, que debe sacar a Escocia de la Unión Europea junto al resto del país pese a que sus habitantes votaron muy mayoritariamente (62%) por permanecer en ella, ha vuelto a dar impulso a a los defensores de una nueva consulta.

"Creo que los argumentos a favor de la independencia son ahora más sólidos que nunca", dijo la independentista Sturgeon, líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP), ante los diputados de la cámara regional.

Por eso, "en breve introduciremos la legislación pertinente para establecer las reglas de un referéndum", aseguró, precisando que el Parlamento escocés no necesita "una trasferencia de poderes" del Parlamento británico para aprobar dicha ley aunque sí lo necesitaría en última instancia para convocar una consulta.

Según Sturgeon, su gobierno espera que dicha legislación sea aprobada antes de finales de 2019 en una cámara donde los partidarios de la independencia son mayoría.

(Ver más: Gana el "no" en el referéndum a la independencia de Escocia)

A todo esto se suman que el 8 de junio de 2017 el gobierno de la primera primera ministra perdió 21 diputados de los 56 con que contaba en el Parlamento de Westminster. Gran parte de los escaños perdidos por el SNP acabaron en manos de los conservadores de Theresa May, que se oponían frontalmente a un segundo referéndum antes de que concluyan las negociaciones del Brexit, en 2019. Por este motivo Sturgeon debe maniobrar estratégicamente para no quedar en jaque frente a su gente. 

Escocia, que es parte del Reino Unido desde su nacimiento en 1707, celebró su primer referéndum de indepencia en setiembre de 2014, en que el 55% de los electores se pronunciaron contra la secesión. Las otras regiones del Reino Unido son Gales, Irlanda del Norte e Inglaterra.

Rechazo de Londres 

En noviembre, Sturgeon había pedido "pragmatismo" y "paciencia" a quienes en el seno del SNP tenían prisa por lanzar una nueva consulta, que necesitaría la aprobación del parlamento británico y que, según los sondeos, no tienen la certeza de ganar.

A diferencia del gobierno británico del conservador David Cameron que permitió el referéndum soberanista hace cinco años, el ejecutivo de su sucesora Theresa May es totalmente contrario a volver a abrir la caja de Pandora.

"Como hemos dejado claro en repetidas ocasiones, Escocia ya tuvo un referéndum de independencia en 2014 y (...) esto debe ser respetado, nuestra posición no ha cambiado", afirmó en Londres un portavoz de Downing Street.

E insistió en que "la constitución de Reino Unido está reservada al Parlamento británico", "el poder de celebrar referendos soberanistas debe permanecer en manos del gobierno de Reino Unido y cualquier referéndum necesita el acuerdo conjunto" de los ejecutivos de Londres e Edimburgo.

Pero Sturgeon, que cuenta con el apoyo de una mayoría independentista en la cámara regional, está casi segura de que la legislación que propone sea aprobada sin problemas antes de finales de 2019.

Y espera que el Brexit, "una amenaza para nuestra prosperidad futura", haga crecer el apoyo popular por una Escocia independiente.

"Las consecuencias del Brexit para Escocia son estas: una economía menor, un crecimiento del empleo restringido, menos gente, horizontes más estrechos, y mayor presión en nuestra capacidad para financiar los servicios públicos", aseguró sentando las bases de una campaña que no hace más que comenzar.

 

Por AFP

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