El ministro agregó que medio millón de habitantes abandonaron igualmente la pobreza extrema (que gastan menos de un dólar diario), lo cual demuestra que se está “en la meta fundamental que es la lucha contra la pobreza”.
Garrido Lecca hizo estas declaraciones al término de una reunión ministerial en Palacio de Gobierno, en Lima, con el presidente peruano, Alan García, en la que se acordó extender una iniciativa gubernamental de apoyo a los pobladores de menores recursos a la sureña región de Huancavelica, la más deprimida del país.
La pobreza cayó a 39,3 por ciento de la población en 2007, un 5,2 por ciento menos que en 2006, según un informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y el Banco Mundial presentado en mayo pasado.
El informe señaló que la mayor reducción de la pobreza se dio en las áreas urbanas, en donde pasó del 31,2 por ciento en 2006 a un 25,7 por ciento en 2007, mientras que en zonas rurales disminuyó un 4,7 por ciento hasta ubicarse en el 64,6 por ciento.
Por su parte, un informe del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) coincidió en abril último que Huancavelica, una región andina donde viven unas 447 mil personas, es la más pobre del país, con índices de pobreza que llegan al 88,7 por ciento, mientras que la extrema pobreza afecta al 72,3 por ciento de la población.
Esa región, situada unos 440 kilómetros al sur de Lima, es también el departamento con menor índice de desarrollo humano del país, que cuenta con una menor esperanza de vida al nacer (62,2 años) y que tiene el ingreso familiar per cápita más bajo (unos 51,9 dólares), agregó ese informe.
Huancavelica reúne el mayor número de comunidades con menos de 350 pobladores y muy distantes entre sí, lo cual dificulta su atención, admitió el ministro de Vivienda, Enrique Cornejo.
La denominada estrategia Crecer, que brinda salud y medios de supervivencia, se aplicará en 55 mil poblados menores que están ubicados en 850 distritos del país, señaló Cornejo.
El presidente peruano ha prometido que la pobreza será inferior al 10 por ciento en 2015, lo cual ha sido recibido con suspicacia por la oposición debido a la controversia en torno a los métodos de medición aplicados por el INEI.