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Ruth Bader Ginsburg, primera mujer en recibir homenaje en el capitolio de EE. UU.

La jueza Ruth Bader Ginsburg (RBG), fallecida el pasado viernes, sigue haciendo historia. Además de ser un ícono para la lucha por la igualdad se convirtió en la primera mujer en tener una capilla ardiente en el Capitolio.

25 de septiembre de 2020 - 08:09 p. m.
Centenares de mujeres han llegado hasta el Capitolio para despedir a la jueza Ruth Bader Ginsburg, fallecida el viernes pasado.
Centenares de mujeres han llegado hasta el Capitolio para despedir a la jueza Ruth Bader Ginsburg, fallecida el viernes pasado.
Foto: Agencia AFP

Los homenajes a la jueza Ruth Bader Ginsburg, fallecida el 18 de septiembre, comenzaron el miércoles en la Corte Suprema, a donde llegaron miles de estadounidenses a rendirle homenaje; también lo hizo el presidente Donald Trump, quien fue abucheado en el lugar por personas que le pedían honrar el último deseo de la famosa jueza de nombrar su sucesora después de las elecciones del 3 de noviembre; algo que pasó por alto el republicano, que se alista a dar a sus nominadas.

Este viernes en el tercer día de homanajes, antes de ser enterrada en el Cementerio de Arlington (Virginia) la difunta jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos, Ruth Bader Ginsburg, fue homenajeada en el Capitolio de Washington con una capilla ardiente, primera mujer en recibir este homenaje reservado a dignatarios.

Ver: Comienzan tres días de homenajes a Ruth Bader Ginsburg

Cubierto con la bandera estadounidense, el ataúd de la jueza fallecida hace una semana fue transportado desde la Corte Suprema hasta la Rotonda del Capitolio, donde la nación da el último adiós a ciudadanos prominentes.

Allí asistieron los parientes de Ginsburg, legisladores y otras personalidades, entre entre ellos el aspirante demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, acompañado de su esposa, Jill, y de su compañera de fórmula para las presidenciales del 3 de noviembre, Kamala Harris.

Tras una breve ceremonia, los asistentes, la mayoría usando mascarillas por la pandemia de covid-19, se pusieron las manos en el corazón mientras una guardia de honor colocaba el ataúd sobre un soporte de madera cubierto con una cinta negra.

Ver más: RBG, una jueza, una revolución

Ese armazón, conocido como catafalco, es el mismo que sostuvo los restos del presidente Abraham Lincoln después de su asesinato en 1865.

Ginsburg, quien murió el 18 de septiembre a los 87 años, fue apenas la segunda mujer en integrar el máximo tribunal de justicia de Estados Unidos y se hizo famosa por su férrea lucha contra la discriminación.

“Que descanse en paz”, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, líder de los demócratas en el Congreso, antes de acercarse al ataúd de Ginsburg y persignarse.

La mayoría de los legisladores presentes eran mujeres demócratas, aunque algunos republicanos también fueron a presentar sus respetos, incluido el número dos de los republicanos en la Cámara de Representantes, Steve Scalise.

Ginsburg, nacida en Brooklyn hija de inmigrantes judíos rusos, es también la primera persona de esa confesión en ser honrada con una capilla ardiente en el Capitolio.

Ver más: Abuchean a Trump en homenaje a Ruth Bader Ginsburg

La rabina Lauren Holtzblatt dijo que la jueza, que murió de cáncer, “buscó la justicia” todos los días de su vida, incluso estando enferma, y destacó su “tenaz persistencia”.

Una soprano estadounidense acompañada de un pianista también participó en el programa de homenajes a Ginsburg, gran amante de la ópera.

La ceremonia se llevó a cabo en el histórico Salón de las Estatuas, donde está inmortalizada la emblemática activista de los derechos civiles Rosa Parks, también honrada en el Capitolio tras su muerte en 2005, pero no con la pompa de Ginsburg.

Tres flexiones frente al ataúd

En este escenario solemne, una curiosa escena sorprendió.

Frente al ataúd, un hombre de repente se agachó e hizo tres flexiones. Era Bryant Johnson, el entrenador personal de la jueza, una mujer menuda de apenas 1,54 metros de estatura pero con una gran energía.

“Hago 10, luego respiro y luego hago 10 más”, contó en 2016 Ginsburg sobre su rutina.

El entrenador llegó a publicar un libro de ejercicios de gimnasia sobre el método “RGB”, las iniciales con las que se conoce a esta magistrada devenida en figura pop en los últimos años.

Notablemente ausentes estuvieron los líderes republicanos del Senado, Mitch McConnell, y de la Cámara baja, Kevin McCarthy.

Al final de la ceremonia, legisladores republicanos y demócratas, sin embargo, se reunirán en la escalinata del Capitolio para rendirle un homenaje final a Ginsburg, en una rara señal de unión tras la feroz batalla política desatada con su muerte.

En medio de abucheos, el presidente Donald Trump guardó el jueves un minuto de silencio frente a los restos de la jueza progresista, expuestos desde el miércoles a la entrada de la Corte Suprema.

El presidente republicano ya dijo que no perderá tiempo en la sucesión: el sábado a las 17H00 (21H00 GMT) anunciará a quién nominará para este influyente cargo.

Ver más: Trump, con la justicia en su bolsillo

Con mayoría republicana en el Senado, la confirmación del nombramiento debería ser una mera formalidad, con lo cual el alto tribunal contará con seis jueces conservadores entre sus nueve magistrados en total, una integración que podría cambiar profundamente la sociedad estadounidense.

Ruth Bader Ginsburg será enterrada en un acto privado la próxima semana en el Cementerio Nacional de Arlington, en las afueras de Washington.

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