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Horrores de la guerra bosnia a través de los juguetes de sus víctimas

Varios objetos relatan la vida y la muerte de los niños víctimas del asedio de Sarajevo durante la guerra.

Agencia EFE
11 de mayo de 2012 - 09:36 a. m.

Un caballito de goma, un tablero de ajedrez, figuras de personajes de películas animadas, libretas escolares con las mejores notas. Objetos comunes en la vida de los niños, pero que una exposición eleva ahora a alegato contra la guerra de Bosnia y homenaje a sus víctimas más débiles.

Una fotografía muestra a Armin Aganovic, al que mató una granada serbobosnia cuando tenía cinco años, mientras veía la televisión en el salón de su casa. Su madre y su hermano también murieron.

"Armin quería mucho a su hermano menor, Benjamin. Era muy inteligente y sensible. Cada día, al ver a su padre que iba al cuartel militar, le decía: ¡Cuídate, papá!", reza la nota que acompaña la imagen.

Objetos como éste relatan la vida y la muerte de los niños víctimas del asedio de Sarajevo durante la guerra de Bosnia (1992-1995) y son el centro de la exposición que hasta el 15 de mayo puede visitarse en el atrio del teatro sarajevita SARTR, fundado durante el conflicto.

"En mi vida olvidaré la fecha del 14 de septiembre de 1992, cuando murió mi hijo Vedad por fragmentos de una granada que le alcanzaron en el estómago. No puedo olvidar esa imagen, su mirada. Se apagó entonces la vida de mi niño y la mía también", declaró Muniba Seta, madre de uno de los 524 menores fallecidos en el cerco a Sarajevo por parte de las tropas serbobosnias.

Detrás de los niños quedaron canicas, que los familiares guardan aún en joyeros, o un jersey verde planchado con esmero.

Un balón, camisetas de clubes de fútbol, las zapatillas que un niño llevaba en el momento de su muerte, el trineo en que bajaba un menor cuando fue alcanzado por una granada, una tarjeta de felicitación de una niña a su madre, un dibujo de una maestra, mensajes de amor...

"Nunca han sido tan horribles los días en Sarajevo. Tanto horror, tanta tristeza y desesperación en mi vida", escribía en su diario a comienzos de la guerra la niña Ana Perucica, muerta en 1993.

"Es difícil describir cuán desdichada me siento. ¿Por qué no para todo esto? Para que nuevamente vivamos con normalidad, para que todo, todo, todo esté bien, para que haya vida y sonrisas, para que pueda jugar con mis amigas", relataba.

La exposición ha sido ideada por la actriz y pintora bosnia Arma Tanovic y organizada con apoyo de la Asociación de padres de los niños víctimas del asedio de Sarajevo.
Durante los tres años y medio de guerra en Bosnia, Sarajevo sufrió el cerco de las tropas serbobosnias, cuya artillería disparaba sobre la ciudad desde los montes que la rodean.

"Cuando llegas a ser padre, sientes por primera vez lo que es el miedo. Y yo, al tener un hijo, empecé a pensar cómo se sentían los padres que criaron a sus niños en la guerra", explicó Tanovic sobre su motivación para organizar esta muestra.

El objetivo es, según esta artista, que jamás se olviden los crímenes contra los niños de Sarajevo y que se haga todo lo posible para que no se repitan nunca más.

"La mayoría de esos niños fueron asesinados de forma premeditada, como fue el caso de Mirela Plocic, víctima de un francotirador que le disparó mientras jugaba con sus amigas. Vio que se trataba de una niña y, sin embargo, la mató. Y cuando se lanza una granada a una escuela, la cancha o la maternidad, se sabe contra quién es", dijo.

Tanovic denunció que, aunque los principales líderes serbobosnios de entonces, Radovan Karadzic y Ratko Mladic, están siendo procesados por la Justicia internacional, muchos de los que cumplían sus órdenes todavía están en libertad.

Por Agencia EFE

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