Irán enriqueció uranio por encima del límite. ¿Por qué es tan grave?

El gobierno iraní incumplió el acuerdo nuclear alcanzado en 2015 y da un salto en el proceso de tener material para fabricar una bomba atómica.

redacción internacional
09 de julio de 2019 - 02:00 a. m.
Esta es la planta Bushehr, en donde se enriquece el uranio que Irán necesita para producir energía.   / AFP
Esta es la planta Bushehr, en donde se enriquece el uranio que Irán necesita para producir energía. / AFP

Para fabricar una bomba atómica se necesita tener uranio con una pureza superior al 90 %. Irán está muy lejos de llegar a ese punto, pero haber elevado su nivel de enriquecimiento de uranio al 4,5 % representa, según expertos, un riesgo que debería ser controlado.

El asunto es el siguiente: “Es más difícil enriquecer uranio de 0 a 3,7 o a 4,5 % (como hizo Irán) que pasar al 20 % y luego al 90 %”, explican expertos. “Si existe la voluntad es una cuestión de semanas o meses pasar al 20 o 90 %”, explicó en France 24, Mike Pomper, especialista en seguridad nuclear del James Martin Center for Nonproliferation Studies, un instituto de investigación sobre la amenaza nuclear situado en Monterrey (California).

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Otros científicos explican que el uranio ligeramente enriquecido (3,5 a 5 %) es utilizado como combustible en las centrales nucleares para producir electricidad. A un grado alto (90 %) puede servir para fabricar una bomba atómica (uranio de “calidad militar”), en una cantidad suficiente puede desencadenar una reacción en cadena que provocaría una explosión nuclear.

Por eso saltaron las alarmas. Teherán está cumpliendo con sus amenazas, y muchos recuerdan que hace un mes advirtió que se reservaba la posibilidad de enriquecer uranio al 20 %.

Las amenazas de Irán

El 14 de julio de 2015, tras dos años de negociaciones, Irán y Estados Unidos, China, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania sellaban en Viena un acuerdo histórico. Se logró que Irán (que no goza de la confianza de muchas naciones) se comprometiera a cumplir una serie de compromisos con su programa nuclear, a cambio de aliviar su golpeada economía.

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El objetivo inmediato de dicho pacto era desactivar durante al menos unos años el acceso iraní a la bomba atómica y, a largo plazo, rebajar la tensión nuclear que durante 35 años tuvieron dos acérrimos enemigos: Estados Unidos e Irán. Pero con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, todos los esfuerzos se echaron por la borda. El presidente de EE. UU. se retiró el año pasado oficialmente del acuerdo, acusando al gobierno iraní de incumplir sus compromisos y, además, le impuso tremendas sanciones económicas que hoy asfixian a ese país. Trump también desplegó mil soldados estadounidenses más en la región.

Irán llamó a sus aliados europeos a la acción y les impuso un plazo que se cumplió justo este domingo, cuando el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó que ese país está enriqueciendo uranio por encima del 3,67 % de pureza establecido en el acuerdo de 2015.

El segundo incumplimiento por parte de Irán se dio hace nueve días cuando anunció que había superado los 300 kilos de hexafluoruro de uranio enriquecido al 3,67 %. Esto ocurre luego de que el gobierno de EE. UU. restringiera las opciones de Irán para deshacerse de su exceso de uranio enriquecido. En mayo revocó la autorización que permitía a Irán vender uranio en el extranjero, como lo había hecho bajo el acuerdo nuclear. “Aunque Irán, en gran medida, se ha deshecho del uranio reprocesándolo, la revocación enfatizó las percepciones de que Irán estaba siendo impulsado a violar el acuerdo”, decía Max Fisher, de The New York Times.

A pesar de las presiones, Teherán gestionó esos costos esperando que la diplomacia europea entrara a trabajar. No pasó y hoy ese país enfrenta una inflación del 40 % y el rial se ha depreciado casi en un 60 %.

La línea roja

Irán amenazó con seguir ampliando algunas de las partes de su programa nuclear que paralizó con el acuerdo, como la construcción de un reactor de agua pesada para fabricar plutonio.

Superar este umbral del 3,67 % es una etapa técnicamente importante para alcanzar de forma rápida concentraciones superiores, subrayó Robert Kelley, experto del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación sobre la Paz (SIPRI). Pero “si usted enriquece al 3,5 %, ha recorrido la mitad del camino, y si lo aumenta hasta el 20 %, ha concretado aproximadamente el 80 % del trabajo”, señaló a la AFP este ex inspector del OIEA.

“En una primera fase produciremos combustible para centrales eléctricas, pero podemos seguir una tendencia ascendente”, dijo el portavoz de la Agencia de la Energía Atómica de Irán, Behruz Kamalvandi. El reactor de Bushehr, destinado a la producción de la mayor cantidad de electricidad en Irán, requiere un porcentaje del 5 %.

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Reino Unido, Alemania y Francia mostraron su preocupación por la medida iraní. Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó de “extremadamente peligrosa” la acción y les pidió a los europeos imponer sanciones a Teherán.

Estados Unidos acusó ayer a Irán de “extorsión nuclear”. El vicepresidente Mike Pence alertó: “Confiamos en que todo vaya bien, pero Estados Unidos y nuestros militares están preparados para proteger nuestros intereses y a los ciudadanos en la región”. Y agregó que Washington “nunca permitirá que Irán obtenga un arma nuclear”.

La junta de gobernadores del OIEA, el órgano ejecutivo de este organismo, se reunirá este miércoles en Viena, a petición de Washington, para analizar la situación del programa nuclear iraní.

Una fuente europea indicó a la AFP que los iraníes “quieren preservar el acuerdo, pero también quieren los beneficios que se les prometieron”, por lo que ven los anuncios como una forma de aumentar la presión. Una presión que nadie quisiera ver estallar.

Las claves del uranio

¿Qué es?

El uranio es un elemento químico compuesto esencialmente por tres isótopos: el U-235, U-238 y muy poco del U-234. Es un metal denso, fuertemente electropositivo y reactivo, cuyas partículas se encuentran en numerosas acciones de nuestra vida diaria. Por ser un material radioactivo con estas características no se puede encontrar en el ambiente en su forma elemental. Hasta ahí no hay problema. Lo que realmente interesa, y por lo cual ha adquirido tanto valor, es el isótopo U-235, el cual es fisionable, es decir, se puede usar en proyectos nucleares.

¿Cómo se enriquece?

Actualmente los reactores nucleares de potencia trabajan con concentraciones de U-235 entre 3 a 5 %. Para que supere el 0,71 % que ocupa el elemento en su estado natural se debe llevar a cabo una intervención que lo separe de los otros isótopos. Se puede por difusión o por centrifugación, que, en términos prácticos, es someter al material a un proceso de centrifugación y hacerlo girar a gran velocidad para separar físicamente sus componentes. En el caso puntual del Uranio, es posible lograrlo porque el átomo de U-235 es más ligero que el de U-238.

¿Para qué se enriquece?

Uno de los usos que más miedo genera es el bélico. Y es que en concentraciones del 90 % o más el material puede ser utilizado para la fabricación de una bomba atómica.

Ahora se usa como combustible para alimentar los reactores nucleares que producen el 3 % de la energía generada por el ser humano. 
Mike Pomper, especialista en seguridad nuclear del James Martin Center for Nonproliferation Studies, en California (EE. UU.), explicó en France24 que “para algunas prácticas médicas, como el tratamiento de ciertos cánceres, hay que enriquecerlo hasta casi un 20 %”.

Por redacción internacional

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