La crisis que se desató en Kirguistán por la detención de un expresidente

Kirguistán se enfrentaba el jueves a una grave crisis política tras dos operaciones de las fuerzas especiales para arrestar al expresidente Almazbek Atambáyev, haciendo temer nuevos disturbios en este país de Asia central sacudido por dos revoluciones en 2005 y 2010.

- Redacción Internacional con información de AFP
08 de agosto de 2019 - 01:59 p. m.
Fuerzas especiales bloquearon los alrededores de la residencia del expresidente Almazbek Atambayev. / AFP
Fuerzas especiales bloquearon los alrededores de la residencia del expresidente Almazbek Atambayev. / AFP

El país asiático de Kirguistán vive desde hace algunas horas violentas escenas tras el arresto del expresidente Almazbek Atambáyev, de 62 años, quien fue inculpado en junio en un caso de corrupción. El parlamento le quitó entonces su inmunidad como expresidente.

 

La operación lanzada el miércoles para detenerlo, en su residencia de la localidad de Koi-Tash, cercana a la capital, Biskek, se convirtió en una batalla entre las fuerzas de seguridad y sus partidarios, que tomaron las armas y de los cuales más de un millar fueron a defenderlo. Un miembro de las fuerzas especiales fue abatido y el jefe de la policía de la provincia de Shui (norte) quedó en estado grave. En total 35 personas, entre ellas 14 miembros de las fuerzas de seguridad, resultaron heridas, según el ministerio de Sanidad.

El expresidente se entregó y fue detenido por la policía del país, donde continúan los enfrentamientos violentos entre los partidarios del político y las fuerzas de seguridad. "Después de largas negociaciones, decidió entregarse. Se lo han llevado a Biskek", la capital kirguís, informó uno de sus colaboradores a la agencia rusa RIA Nóvosti.

Pese a que sus partidarios intentaron bloquear la carretera, un convoy con varios automóviles y furgones policiales se llevó detenido a Atambáyev y a dos de sus asesores en el Partido Socialdemócrata, según la agencia Interfax. De acuerdo con sus correligionarios, el antiguo mandatario se entregó para evitar que se repitieran los choques violentos de ayer en las inmediaciones de su residencia en la localidad de Koi-Tash, a unos veinte kilómetros de la capital.

Le puede interesar: Kamikaze nacido en Kirguistán, responsable de atentado en Rusia

El actual presidente de Kirguistán, Sooronbai Zheenbékov, aseguró hoy que su antecesor en el cargo será procesado por resistirse a la autoridad al negarse la víspera a ser detenido. "Atambáyev ha pisoteado burdamente la Constitución y las leyes de la república de Kirguistán al resistirse con la violencia armada a una investigación en el marco de la ley", dijo el mandatario al intervenir en una sesión extraordinaria del Parlamento del país centroasiático.

El antiguo jefe de Estado está inculpado por "adquisición ilegal de tierras" y por haber liberado a un miembro de un clan mafioso, acusaciones que él denuncia como una maniobra política del nuevo presidente, su antiguo aliado y ahora rival Soronbai Jenbekov.

Al finalizar su mandato, el expresidente logró imponer como sucesor a Soronbai Jenbekov, a quien consideraba su delfín. Pero éste despidió a varios altos funcionarios fieles a su antecesor, lo que provocó un alejamiento entre ambos. Su conflicto personal ahora hace temer graves altercados en esta exrepública soviética de Asia Central, fragilizada por frecuentes tensiones étnicas.

El presidente Jenbekov interrumpió sus vacaciones para regresar a Biskek y el jueves por la mañana se reunió de urgencia con el Consejo de Seguridad Nacional. Allí acusó a Atambáyev de "pisotear de manera grosera" la constitución y llamó a los miembros del consejo a "tomar medidas inmediatas" para mantener la ley, la paz y la seguridad en el país.

Ver más: Secuestradas y obligadas a casarse, una práctica en auge en Kirguistán

En junio, el exdirigente viajó a Rusia, país aliado de Kirguistán, para entrevistarse con Vladimir Putin. El presidente ruso se mostró entonces preocupado por posibles disturbios, abogando por la "estabilidad política" en un país escenario de crisis recurrentes.

"Desgraciadamente, el conflicto ha alcanzado en los últimos días un umbral peligroso", declaró el jueves el jefe de la inteligencia exterior rusa (SVR) Serguéi Naryshkin, citado por la agencia pública RIA-Novosti.

El asalto del miércoles fue violento. La policía y los partidarios de Atambáyev se lanzaron piedras; estos últimos también desarmaron, golpearon y tomaron como rehenes y a agentes de las fuerzas especiales. "Si los dos bandos deciden llegar hasta el final" podría iniciarse un conflicto civil, advirtió el analista político y videoblogger Azim Azim en un vídeo el jueves.

Por - Redacción Internacional con información de AFP

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar