La generación de la revolución: universidades se unen a protestas contra Nicolás Maduro

Los jóvenes venezolanos son los que están saliendo a las calles a enfrentar la violencia policial. Aumenta la deserción y están cansados de la represión.

Redacción Internacional.
05 de mayo de 2017 - 04:20 a. m.
Los estudiantes se toman las calles de Venezuela. Las universidades respaldan la protesta. / AFP
Los estudiantes se toman las calles de Venezuela. Las universidades respaldan la protesta. / AFP
Foto: AFP - JUAN BARRETO

Armando Cañizalez, 17 años; Carlos Moreno, 17 años; Paola Ramírez, 23 años; Juan Pablo Pernalete, 20 años; Daniel Infante, 25 años: son apenas cinco de las 33 víctimas mortales que han dejado las marchas en Venezuela. De acuerdo con datos de la Fiscalía, la mayoría de los que han muerto desde el 1º de abril tenían menos de 30 años. Eso durante la crisis, pero la violencia criminal, esa que tiene a Venezuela en el segundo lugar de la penosa lista de países más violentos del mundo, también se ensaña con ellos. Cifras del Observatorio de Venezuela señalan que siete de cada 10 jóvenes son víctimas del crimen; en 2016 se presentaron 1.050 homicidios entre niños y adolescentes; 72 % de los que cometen crímenes son menores de 32 años, y de éstos el 50 % tiene entre 20 y 24 años.

Los jóvenes están cansados de la crisis, de la violencia y de la escasez. “He perdido 10 kilos por esta situación del país. Lucho para que esto mejore”, declaró a la AFP Daniel, un estudiante de 20 años de la Universidad Central de Venezuela (UCV) que se unió a la marcha de estudiantes que ayer se tomó el país.

“No tenemos miedo. Tenemos necesidad de paz, democracia, justicia y libertad”, gritaban antes de que las fuerzas de seguridad los reprimieran, como viene pasando. A punta de gases lacrimógenos, chorros de agua y balas de goma, intentan callar a una juventud que hoy está desesperada y dispuesta a todo.

“Somos estudiantes, no somos terroristas”, gritaban los estudiantes a los antimotines que bloquearon una de las principales entradas a la universidad con camiones blindados. Ya no hay un solo joven indiferente a una situación que han enfrentado, en varios casos, casi toda la vida. Estos jóvenes nacieron cuando Hugo Chávez llegó al poder o eran muy niños cuando comenzó la República bolivariana. Ver más en: (Los efectos de la crisis venezolana en Colombia)

El presidente adjunto de la Federación de Centros Universitarios (FCU) de la Universidad Central de Venezuela, Alfredo García, aseguró que las actividades de protestas se están replicando en “todas las universidades del país”.

“Seguiremos en la calle, pese a la fuerte represión del régimen por la gravedad de la crisis que hoy vive el país”, retó Daniel Ascanio, de la Universidad Simón Bolívar.

El movimiento estudiantil nunca le gustó al chavismo, que siempre quiso influir en él. Pero las universidades defendieron su independencia ideológico y mantuvieron a raya la Revolución. Entonces Chávez creó sus propias universidades, centros que, además de sacar profesionales, adoctrinan en la ideología chavista.

Aunque muchos de esos jóvenes son leales a la ideología “roja rojita”, hay otro grupo que desde el cierre de RCTV se lanzó a las calles en protestas pacíficas para documentar las violaciones a los derechos civiles que estaban ocurriendo en todo el país. Corría 2006. Ese movimiento estudiantil le propinaría a Chávez la derrota más grande: a la luz de un referendo constitucional, que habría aumentado los poderes del entonces presidente, los estudiantes lograron que esa medida fuera derrotada en las urnas en 2007. “Con esta victoria, se ha dicho que el movimiento estudiantil salvó a Venezuela de convertirse en una dictadura”, explican exrectores venezolanos.

Hoy, los jóvenes quieren repetir ese logro. Pero la violencia del gobierno Maduro los amenaza. También sus políticas educativas. El sector es uno de los más golpeados por la crisis y las decisiones presidenciales.

“Estudiar es una tarea cada vez más difícil. Una familia con dos muchachos no puede darles universidad, pues mantener a uno cuesta un salario mínimo. La matrícula es gratis, es cierto, pero no les puedes dar otras cosas. Además, una beca del Ejecutivo no llega ni al 10 % de un salario mínimo”, explica Vargas, exrector de la Universidad de los Andes en Mérida. La deserción universitaria alcanza el 30 %.

Una reciente encuesta señaló que el 77 % de venezolanos entre 18 y 21 años quieren irse del país. Algunos ya lo han hecho. Se calcula que ya son 2 millones los venezolanos que han migrado, muchos de ellos estudiantes.

El sociólogo Tomás Páez, autor del libro La diáspora venezolana, explica en el periódico El Nacional que Europa es uno de los lugares predilectos para emigrar, con aproximadamente 700.000 venezolanos radicados principalmente en España, Francia y Portugal. “Existe una creciente tendencia en elegir naciones latinoamericanas. Entre ellas figuran Colombia, Argentina, Chile, Panamá Ecuador y Perú”.

La juventud venezolana, particularmente la que nació en el chavismo y que no conoce otra Venezuela, es la que está viviendo la peor situación. “¡Resistencia hacia adelante, no joda!”, gritó una joven encapuchada en una de las principales vías de Caracas, antes de que una lluvia de bombas lacrimógenas le cayera encima. No quieren una asamblea constituyente sino que “se respete la Constitución”.

Por Redacción Internacional.

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