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Cataluña se despertó el lunes con Soraya Sáenz de Santamaría al mando de la región. Las comisarías amanecieron sin la acostumbrada foto de Carles Puigdemont, y sin Puigdemont, quien ya está asilado en Bélgica. El nuevo gobierno dio la orden de retirar las imágenes y de dejar sin escolta a los independentistas destituidos. Cataluña tiene nueva jefa.
Mariano Rajoy, presidente de España, en lugar de asumir el timón, decidió encomendarle Cataluña a su mujer de confianza.
Sáenz, entonces, está al mando. Sáenz, la que dijo que la votación del referendo independentista en el Parlamento catalán era la peor “vergüenza democrática” de toda su vida. La vicepresidenta de Rajoy, la que habla por Rajoy, “la ministra más popular de España en un gobierno impopular”, según el diario USA Today, que también la escogió como una de las cinco mujeres más poderosas de Europa.
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Es cierto que es popular. “Santamaría es una persona capaz y estructurada, a esta jurista le cabe el país en la cabeza, tiene una visión amplia y clara del mismo, además ha sido una ministra resolutiva, a la cual le ha tocado enderezar los entuertos generados por otras carteras ministeriales que en algún momento no cumplieron con su cometido”, dice el politólogo Donaldo Morón, colombiano que vive en España.
No obstante, sus relaciones con el diario El País han sido duramente cuestionadas por medios independientes. Según la edición web del portal El Confidencial, Sáenz fue la salvadora del grupo Prisa, un emporio de medios de comunicación de habla hispana que, entre otros, reúne a El País, la cadena SER, Cinco Días, la mitad del Huffington Post y el diario AS.
El grupo se encontraba en la peor de crisis económica de su historia. Para septiembre de 2012, la deuda de Prisa era de 3.132,54 millones de euros.
De acuerdo con el portal La Gaceta, que publica periodismo alternativo, Prisa sobrevivió a la deuda, entre otras razones, porque las grandes empresas españolas, “con la banca a la cabeza”, se convirtieron en accionistas. Además, según asegura Javier Fumero en El Confidencial, el Ministerio de la Presidencia se mostró insistente en incluir la tasa Google, una medida promovida en algunos países de la Unión Europea para cobrarle a Google un impuesto por enlazar contenidos protegidos por derechos de autor y así salvar la prensa escrita. “Todo por salvar a Prisa”, escribe Fumero, quien cree que Prisa hace parte de la “marca España” y que así lo entienden en el gobierno. Seguramente por eso, La Gaceta tituló, el 24 de marzo del 2014, “El País lleva 367 días sin criticar a Soraya”. Además agrega que la edición impresa del diario suele incluir, en la sección de política o de sociedad, espacios para promover decisiones del Ejecutivo o miembros de su gabinete.
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El portal Infolibre, que se define como un lugar de información libre e independiente y que se financia a través de campañas en internet y organizaciones no gubernamentales, encontró que un artículo desfavorable para Sáenz de Santamaría provocó la renuncia de Rafael Méndez y Manu Altozano a El País. Ambos son periodistas investigativos de trayectoria en el oficio. El texto estaba relacionado con un aparente conflicto de intereses entre Sáenz y Telefónica, empresa en la que trabaja su marido, Iván Rosa Vallejo, y que estaba siendo investigada en el 2015 por irregularidades en la gestión administrativa y el manejo del presupuesto.
Según el diario El Plural, que también siguió el caso, el director Antonio Caño cambió el titular para hacerlo favorable a Sáenz , así como parte del contenido. Los periodistas, alegando la cláusula de conciencia, decidieron retirar la firma y posteriormente renunciaron al rotativo. El Confidencial dice que el titular planteado por los periodistas era “Justicia permite a Santamaría tratar asuntos de Telefónica, donde trabaja su marido”, y el que salió publicado decía “Santamaría se abstiene en los asuntos de Telefónica pese a no estar obligada”, refiriéndose a una decisión posterior tomada por la actual vicepresidenta de España.
Una dama de hierro
“Si eres joven y mujer y mides 1,50 metros, te ven vulnerable”, aseguró Sáenz años atrás, cuando empezaba su carrera política. De acuerdo con el diario El Clarín, Sáenz ha caminado de la mano de Rajoy, o impulsándolo desde el principio. “Siempre fiel a Rajoy”, dice el diario. USA Today anotaba que el presidente del gobierno español la había elegido como su portavoz porque ella gozaba de la popularidad y la capacidad argumentativa que el presidente ha necesitado en tiempos difíciles.
Por eso, y aunque dijo que su único objetivo era llevar a Rajoy a la Presidencia y luego sostenerlo allí, fue quien le dio un nuevo aire al Partido Popular. Parece, así, que ella no está a la sombra de Rajoy, ni de nadie, y que en unas próximas elecciones presidenciales tendría muy buen chance de ganar. Y apenas tiene 46 años. En noviembre de 2011, El País contaba que había nacido el primogénito de Sáenz. Pesó 2,4 kilos anotaba el diario: “Se ha adelantado unos días, y, en vez de en jornada electoral, como estaba previsto, ha nacido en plena campaña”.
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La prensa del grupo Prisa la conoce bien. El diario Huffington Post cuenta que se casó en Brasil, en un matrimonio civil; que le encantan la fotografía, Amy Winehouse y Coldplay. Que en Navidad juega la lotería y sólo apuesta los números que terminan en 11. Que tiene una colección de guantes y que es dueña de un Audi 3. Que le encanta leer en su Kindle, que suele pasar sus vacaciones de verano en Portugal, que en las noches deja el celular en el baño para desconectarse del mundo. Que le gusta ser DJ en fiestas privadas y a Rajoy le dedica canciones de los 80.
Y ahora Rajoy le entrega Cataluña, lo que, como escribió el lunes la AFP, tiene una enorme “carga de peso simbólico”.
¿Qué significa Sáenz de Santamaría para la Cataluña independentista?
“Ella es una mujer muy inteligente”, dice Mariona Sanz, periodista catalana que ha estado vinculada con la organización Omnium Cultural, dedicada a promover la cultura catalana y activista de otras organizaciones civiles del movimiento independentista. “La sensación que transmite Sáenz de Santamaría, como la delegada del gobierno español, es que España está por encima de Cataluña, no que Cataluña hace parte de España. Tanto ella como sus compañeros de gobierno transmiten esa actitud. Nombrarla como presidenta temporal no es sólo una ofensa contra los catalanes sino que es una falta de respeto absoluta. El gobierno al que Rajoy destituyó fue elegido democráticamente en unas elecciones perfectamente legales el pasado 27 de septiembre de 2015, en las cuales se batió un récord a la participación”, agrega.
Por su parte, Morón considera que la vicepresidenta ha demostrado “capacidad de llegar a acuerdos cuando estos así lo ameritan dentro del marco jurídico imperante”. Y agrega: “el gobierno central demuestra que no sólo busca poner una persona apta y contrastada al frente, sino que a la vez envía un mensaje a la Unión Europea en general y a Cataluña en particular, donde muestra que esta situación actual tiene capital importancia para España”.
Por ahora, mientras se define el éxito o fracaso de sus 55 días de gestión en Cataluña, se nota que ya llegó Soraya Sáenz de Santamaría a la presidencia. Ya no quedan fotos de Puigdemont.