La poeta que combate el racismo y la discriminación en Texas

La texana Mónica Teresa Ortiz, de 38 años, apuesta por no colocar a todos los migrantes en un mismo grupo y luchar por un espacio para las minorías en medio del fuerte discurso del presidente estadounidense Donald Trump contra la migración.

Ana Milena Varón- EFE
25 de marzo de 2019 - 02:51 p. m.
Mónica Teresa Ortiz es texana, de madre mexicana y padre estadounidense con raíces mexicanas. Ha tenido la oportunidad de vivir entre dos países durante muchos años. / EFE
Mónica Teresa Ortiz es texana, de madre mexicana y padre estadounidense con raíces mexicanas. Ha tenido la oportunidad de vivir entre dos países durante muchos años. / EFE

En medio de la dura retórica de la Administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra los inmigrantes y las minorías, nuevos artistas como la poetisa texana Mónica Teresa Ortiz muestran su desarraigo por las etiquetas raciales y apuestan por no colocar a todos en un mismo grupo.

En una entrevista con Efe, la autora de 38 años resaltó la importancia de luchar por un espacio para las minorías sin tener que enmarcarlas como "latinos" o "chicanos" y perder así el valor de ser mexicano, indígena, negro, 'queer' (persona rara, excéntrica, un término proveniente del inglés), transgénero, musulmán, inmigrante o todos ellos juntos.

"Creo que es grandioso crear una identificación para las minorías, pero también generalizar este tipo de experiencias es borrar parte la identidad de lo que uno es", matiza Ortiz.

La escritora habla desde su experiencia. Nació y ha vivido la mayor parte de su vida en Texas, un estado conservador donde, según datos del Censo, los blancos representan el 43 % mientras el 39 % de su población se identifica como latino. Le recomendamos: ¿A dónde van a parar los niños migrantes en Estads Unidos?

"Soy tejana, ciudadana estadounidense, pero eso no significa que no sea mexicana, o queer", advierte.

La defensa de esta particularidad del individuo dio a la autora una visión muy crítica sobre lo que vive el país desde hace décadas. Esta mirada incluso la llevó a predecir que Donald Trump iba a ganar las elecciones mucho antes de convertirse en un aspirante en serio.

Ortiz afirma que aquella predicción no es difícil de explicar; dice que el racismo, la supremacía blanca y el desprecio por las minorías no está limitado a un lugar o tiempo, sino se encuentra en Texas, en el campo, en las ciudades, incluso en lugares (tan progresistas) como California o Nueva York.

"Las ideas que Trump expuso estaban ahí, guardadas; Trump solo las sacó a flote", acota. Pero el racismo y la discriminación, según la poetisa, no sólo se refleja en la política; está afectando la educación, las expresiones culturales e incluso el amor.

En su nuevo libro "Autobiography of a Semiromantic Anarchist" (Autobiografía de un anarquista semirromántico), que sale a la venta hoy y fue editado por Host Publications, Ortiz evalúa cómo el amor romántico puede subsistir en este "tiempo particular y difícil como el que vivimos".

El libro, segundo de la autora, es una colección de crónicas influenciadas por el escritor uruguayo Eduardo Galeano (1940-2015), en el que se habla sobre la ingenuidad del amor y cómo se sobrevive en un ambiente de supremacía blanca, de heterosexualidad impuesta y en un estado que controla las vidas.

En su primer libro, "Muted Blood" (2018), la tejana habla sobre la violencia, sobre cómo -dice- el país ha caído en su propia trampa.

A la poetisa le tomó diez años entregar su primera obra y dar comienzo desde Texas a un espacio para discutir temas como la hipocresía y codicia que se respiran en la sociedad estadounidense.

Apasionada por la historia latinoamericana y atenta a "las incursiones" de Estados Unidos en otros países, la autora ha descubierto en escritores como el chileno Vicente Huidobro que la poseía le permitirá plasmar una visión crítica de estos tiempos. Le puede interesar: Los mariachis ahora dan consejos legales a migrantes en Estados Unidos

De madre mexicana y padre estadounidense con raíces mexicanas, Ortiz tiene la experiencia de vivir entre dos países durante muchos años.

No obstante, al igual que no quiere que se generalice al hablar del tema de la "latinidad", Ortiz cree que la frontera sur de Estados Unidos no se debería ver desde un ángulo generalista, sino desde el particular, con cada uno de sus problemas.

"Muchos estadounidenses están equivocados sobre la noción de la frontera, no la conocen; incluso en cada uno de los cuatro estados la frontera es diferente. ¿Entonces cómo podemos tratarlo como algo general"?, pregunta.

Además de sus críticas hacia el racismo, la tejana también alerta sobre la visión de los actuales precandidatos demócratas, que según dice, no han podido encontrar un derrotero claro y pretenden representar un cambio, incluso aquellos que están impulsando en Texas su candidatura, como Beto O'Rourke y Julián Castro.

"Históricamente hemos estado enfrentados, mi trabajo critica eso en espera de que otros entren en la conversación", dice Ortiz en Austin, el corazón de Texas.

Aunque sus augurios no son del todo optimistas, Ortiz asegura que no dejará el estado donde vive. Lo ha decidido a pesar de que la mayoría de la población texana apoya a Trump, les ha dado la espalda a estudiantes "soñadores" y promueve la construcción del muro fronterizo.

Por Ana Milena Varón- EFE

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar