La tensión constante entre Cachemira e India ha llevado a las autoridades a implementar nuevas medidas de medios para evitar la desinformación. “La política trata de evitar la desinformación, las noticias falsas y desarrolla un mecanismo que alerte de cualquier intento de utilizar los medios de comunicación para alterar la paz pública, la soberanía o la integridad del país”, aseguró en un comunicado el Departamento de Información y Relaciones Públicas de la región.
En concreto, la nueva normativa permite al Gobierno verificar los antecedentes de los periodistas, aparte de la autorización de seguridad, de cara a conceder acreditaciones para los actos oficiales, además será requerida a los medios de comunicación para permitirles emitir anuncios gubernamentales.
Controlar la narrativa
“Esta nueva política está claramente en línea con los intentos del Gobierno de controlar la libertad de prensa en Cachemira, que se han intensificado desde agosto pasado”, criticó a Efe un reconocido periodista de la región que prefirió mantener el anonimato, en referencia al momento en que por sorpresa el Gobierno indio suspendió el estatus semiautónomo de la región y pasó a estar bajo control directo de Nueva Delhi. “Su objetivo es interferir aún más con el trabajo de los periodistas para informar sobre la realidad del terreno”, agregó.
Por su parte, el activista Khurram Parvez, coordinador del grupo proderechos civiles Coalición de Sociedades Civiles (CCS), criticó que el objetivo de la política "es controlar a los que alcen la cabeza".
"Las acciones del Estado desde hace muchos años contra los profesionales de los medios de comunicación resaltan claramente el hecho de que la única narrativa que se permitirá difundir es la aceptada por el Gobierno", incidió.
Razones de seguridad
En su comunicado, el Gobierno local argumenta que Cachemira “tiene importantes problemas de seguridad y orden público, ha estado luchando contra una guerra de poder apoyada y alentada desde el otro lado de la frontera, y en esta situación es extremadamente importante que los esfuerzos por perturbar la paz de los elementos antisociales y antinacionales sean frustrados”.
El Gobierno defiende además que su nueva política, anunciada el pasado 2 de junio pero en vigor desde hoy, "establece por primera vez las pautas para la conexión de medios audiovisuales y electrónicos como canales de FM, radio, satélite y televisión por cable".
"Bajo la nueva política de medios, las autoridades quieren controlar el contenido que se publique en periódicos y otros medios y decidir a su voluntad qué es falso, antisocial o antinacional", indicó e Efe un analista de medios y profesor universitario de Periodismo de Srinagar, que pidió el anonimato.
En los dos últimos meses, varios periodistas cachemires han sido fichados por la policía y sometidos a interrogatorios por sus informaciones o sus publicaciones en las redes sociales, en un contexto de estrictas normas de confinamiento impuestas en la región días antes que en el resto del país con motivo del coronavirus.
Tras la suspensión de su autonomía en agosto que fue acompañada de numerosas restricciones de derechos y miles de arrestos, Cachemira fue dividida en dos territorios controlados por Nueva Delhi. En la región del Himalaya, la única con mayoría musulmana del país, la India hace frente desde hace tres décadas a una insurgencia independentista, un conflicto que ha dejado miles de muertos.