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En la sala del Consejo Administrativo y Fiduciario en la sede de Naciones Unidas en la ciudad de New York, el secretario general de la ONU, António Guterres comunicó a los estados miembros sus principales preocupaciones que el mundo deberá afrontar este año.
No cambian muchos las prioridades de la ONU para 2018, pero esto se debe a que los mismos temas siguen sin avanzar, o en un estado de inercia que hacen peor temas como la situación del clima, lo refugiados y la desigualdad en el mundo.
Otro de las preocupaciones que expresó Guterres es la de la ética en los avances tecnológicos, no solo por su intromisión en la vida cotidiana sino en la manera como ha cambiado la manera de hace y entender la política contemporánea. (Lea también: La “alerta roja” del secretario general de la ONU para 2018)
El Pacto Mundial de Migración, discutido en septiembre del 2016, instaba a la cooperación internacional más estrecha para generar políticas de migración más humanitarias y comprometida con los factores que hacen que lleguen y salgan las personas de distintos territorios.
Sin embargo, el incremento de movimientos xenófobos por la llegada masiva de migrantes a Europa y las políticas antinmigrantes del actual presidente de los Estados Unidos ha hecho que se debilite la voluntad política de Occidente para este compromiso.
El secretario también hizo un llamado a la desnuclearización de la península coreana, y los conflictos que parecen no tendrán solución a mediano plazo en Medio Oriente y África, pero sobre todo la crisis humanitaria de Yemen, Siria y Myanmar.
El mandatario internacional también mostró su preocupación sobre la “parálisis” en la resolución de algunos conflictos europeos como en Ucrania y los Balcanes, donde aseguró, se deben reforzar las operaciones de mantenimiento de la paz. (Lea también: ONU trabaja por el cese al fuego con el Eln)
Pero sin duda la promoción por la igualdad de género en el mundo y el empoderamiento de la mujer es, según el Secretario, parte de la solución de muchas preocupaciones actuales.
“Está comprobado que la participación significativa de las mujeres en la paz y la seguridad, ayuda a que la paz sea más sostenible. Además, su papel en la fuerza laboral y el pago igualitario aportarían billones de dólares a nuestras economías”, dijo.
Aseguró además que existe un creciente racismo, violación a los derechos humanos, nacionalismo y xenofobia que requiere una mayor y más fuerte unidad de las naciones del mundo para lograr la paz y la prosperidad alrededor del orbe.
Y señaló, respecto a su viaje a Colombia: “Acabo de regresar de Colombia donde vi avances inspiradores hacia la paz y la reconciliación, aunque también desafíos que surgen de procesos como este. De allí y de la valentía y la resiliencia de los colombianos, tomé esperanza de nuestro trabajo. Todos nuestros retos requieren tiempo, dinero, capital político y energía. Los estados miembros deben asumir el liderazgo, pero todos en todo el mundo podemos hacer algo para hacer del mundo un lugar más seguro y sostenible”.