Las consecuencias de que Salvini presione para celebrar elecciones en Italia cuanto antes

El ministro del Interior justificó su maniobra en la cadena de televisión Rai Uno, declarándose harto de los rechazos de sus antiguos socios del Movimiento 5 Estrellas (M5S, antisistema) en temas como la línea de tren de alta velocidad entre Italia y Francia, durante sus 14 meses de alianza.

- Redacción Internacional con información de agencias
10 de agosto de 2019 - 05:19 p. m.
AFP
AFP

Italia no ha logrado estabilizarse políticamente desde el año pasado, cuando se consolidó el gobierno entre La Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas. El líder de la ultraderecha italiana, Matteo Salvini, continuó este sábado con su maratón de mítines y selfis para obtener elecciones anticipadas rápidamente, tras haber roto la coalición gubernamental, aunque encuentre resistencias por el riesgo para la tercera economía de la zona euro.

"La única cosa que me interesa es que fijemos una fecha para la elección. Los italianos necesitan saber cuándo puedan votar un nuevo gobierno", dijo el ministro de Interior y viceprimer ministro, rodeado por una multitud en Policoro, en el sur del país.

Ver más: ¿Por qué es tan grave que el gobierno Italiano colapse?

Ahora, luego de que esa alianza entre los partidos de ultraderecha se rompiera, Salvini, ministro del interior,  instó a los legisladores a tomar una decisión rápidamente, asegurando que estaba listo para "dar a Italia un gobierno valiente y estable que durará 10 años".

La visita a Policoro, en Basilicata (sur), formó parte de la recta final de un maratón de mítines en la costa adriática que concluirá el domingo en Sicilia.

El viernes, Salvini justificó su maniobra en la cadena de televisión Rai Uno, declarándose harto de los rechazos de sus antiguos socios del Movimiento 5 Estrellas (M5S, antisistema) en temas como la línea de tren de alta velocidad entre Italia y Francia, durante sus 14 meses de alianza.

"Estoy en Apulia, me reúno con artesanos, agricultores, quieren un gobierno que dé seguridad a los inversores", dijo.

Ya en campaña, el otrora secesionista lombardo que criticaba un "sur asistido", quiere cuidar a su electorado del Mezzogiorno, centrando su discurso en una fiscalidad demasiado alta y "las reglas de Macron y Merkel" que hay que cambiar en Europa.

La "gira de las playas" del "Capitano", vencedor de las elecciones europeas de mayo (con 34% de los votos, el doble que el M5S), busca aumentar todavía más su popularidad.

Mientras tanto en Roma se especula con la posible formación de un nuevo gobierno del M5S, apoyado en el parlamento por el ala del Partido Demócrata (centroizquierda) cercana al ex primer ministro Matteo Renzi y otros diputados que temen perder su escaño en caso de elecciones anticipadas.

Las declaraciones en este sentido de algunos diputados desataron la ira de Salvini: "Nada de juegos de palacio o de maniobras extrañas, esta coalición está muerta, hay que ir a elecciones", insistió en Rai Uno.

Ver más: ¿Por qué los alcaldes italianos desafiaron a Salvini?

"Italia es el segundo país industrial de Europa y si la cocina está inundada, no vamos a esperar dos semanas para llamar al fontanero. Al menos que algunos necesiten tiempo para recuperar votos de aquí y de allá", declaró Salvini, urgiendo a los parlamentarios a "mover el culo" y volver a Roma para votar el derribo de un gobierno sin mayoría.

Aunque el Parlamento está de vacaciones, todos los diputados de la Liga están convocados para el lunes por la tarde.

Interrogante 

Su ahora exaliado, Luigi Di Maio, jefe de filas del M5S, atacó este sábado a Salvini por abandonar un gobierno que el año pasado "resistió la presión de los poderosos, adoptó la legislación anticorrupción más fuerte de Europa y ayudó a los jubilados, los pobres y los necesitados".

Di Maio pidió una votación urgente para reducir el número de legisladores en el parlamento antes de ir a elecciones. "Librémonos de 345 bancas del parlamento (sobre un total de 950) y de sus salarios", dijo en Facebook, agregando que el dinero ahorrado podía ser utilizado de mejor manera.

Di Maio tiene intención de reunir a sus tropas el lunes por la mañana. Esa misma tarde, los líderes de los grupos parlamentarios del Senado deben encontrarse para definir el calendario de esta crisis sin precedentes.

Si Italia está acostumbrada a ver caer gobiernos, es la primera vez que podría tener que votar en otoño, un período crucial para el debate del presupuesto del año siguiente.

La perspectiva de un largo período de inestabilidad asustó el viernes a los mercados: la bolsa de Milán perdió cerca del 2,5% y la tasa de interés de los bonos italianos a 10 años se disparó hasta el 1,805%, contra 1,530% el día anterior, con una prima de riesgo (o diferencia con el bono de referencia alemán) en 240 puntos.

Ver más: Prefiero legalizar la prostitución a la droga, dice Salvini

La reunión del Senado determinará en qué fecha convocar a los parlamentarios y si la cámara examina de inmediato la moción de censura presentada el viernes por la Liga contra el jefe del gobierno, Giuseppe Conte.

Según la prensa, Conte desearía ir primero al G7 de Biarritz, que comienza el 24 de agosto y elegir -sin tener que contar con la opinión de la Liga- al comisario europeo italiano antes del fin del plazo de presentación de candidaturas a finales de agosto.

Los especialistas se inclinan más bien por una convocatoria del parlamento para el 19 o 20 de agosto a más tardar, con una disolución de las cámaras antes de fin de mes, lo que permitiría celebrar elecciones a finales de octubre o principios de noviembre, como exige Salvini.

El gran interrogante será la actitud del presidente Sergio Mattarella, de vacaciones en Cerdeña. Si el gobierno de Conte es revocado, es el único que puede disolver el parlamento y convocar elecciones.

Por - Redacción Internacional con información de agencias

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar