Las nuevas alternativas para informarse en Venezuela

Ante la censura, las presiones, las persecuciones y la venta de medios locales a empresarios relacionados con el Gobierno, periodistas en Venezuela se reinventan para informar en transportes públicos, por notas de voz, redes sociales y canales por internet.

Daniela Rojas Díaz
26 de octubre de 2018 - 02:00 a. m.
Los medios de comunicación, asediados por las medidas de censura de Maduro, se han trasladado a otras plataformas. / AP
Los medios de comunicación, asediados por las medidas de censura de Maduro, se han trasladado a otras plataformas. / AP
Foto: AP - Ariana Cubillos

La Corporación Editorial Alfredo Maneiro (CEAM), la única empresa importadora y distribuidora de papel periódico, tinta e insumos a los medios de comunicación impresos de Venezuela, se ha ocupado durante cinco años de reducir sistemáticamente el material necesario para sacar periódicos a la calle. Al menos 47 periódicos han suspendido su circulación de forma temporal y algunos de manera definitiva, según el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS Venezuela). Unos dejaron de ser diarios para ser semanarios y otros, que pasaron por ambas modalidades, ahora solo están en la web. El diario El Impulso, el impreso de mayor trayectoria del país, con 114 años, es un ejemplo.

Sin embargo, hay otros diarios que se mantienen, como El Nacional, uno de los periódicos más importantes del país. Con 75 años de trayectoria, redujo sus páginas a entre 12 y 16 y su interior ya no tiene color. Esto no ocurre con los periódicos de línea oficialista como Ciudad Caracas, que viene con mayor cantidad de páginas, a todo color y se entregan gratuitamente en colegios y universidades estatales.

La censura a través de sanciones legales y económicas también es un obstáculo para la circulación de la prensa. Diosdado Cabello, miembro del Gobierno, ha llevado a juicio a los medios escritos Tal Cual, La Patilla y El Nacional. Lo mismo ocurre con las emisoras y televisoras venezolanas, lo que ha causado autocensura, la renuncia y el despido de comunicadores, además del cierre de programas. Incluso, en algunos casos, debido a las altas presiones y las costosas multas, propietarios de medios de comunicación se ven en la necesidad de venderlos a miembros cercanos al Gobierno, quienes tienen la posibilidad económica de comprarlos. Un ejemplo de esto es la venta del canal de noticias Globovisión en el 2013, medio que pertenecía a la familia Zuloaga y que varias veces fue sancionado económicamente por el gobierno de Hugo Chávez. Ahora, el principal propietario y presidente del canal es Raúl Gorrín, uno de los investigados por la justicia de Estados Unidos por vínculos con lavado de dinero en la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).

Le puede interesar: Los que le apuestan a quedarse en Venezuela

Otros canales también se han visto afectados por presión política. En el 2007, Hugo Chávez decidió no renovarle la concesión a Radio Caracas Televisión (RCTV), el canal televisivo con mayor trayectoria en el país. Luego, en el 2014, Nicolás Maduro ordenó que sacaran de las parrillas de la televisión por cable el medio informativo NTN24 porque, según él, “estaban desinformando sobre los hechos” que ocurrieron en las protestas políticas en contra de su gobierno. En 2017, la cadena CNN en Español también fue censurada.

Las presiones han aumentado con el paso del tiempo. En lo que va de 2018 se han registrado más de 213 hechos de agresión a la prensa por distintas causas, según el Sindicato Nacional de Trabajadores por la Prensa (SNTP). Los portales El Pitazo y Armando.Info han sido bloqueados tras publicar trabajos sobre los Papeles de Panamá, los casos de corrupción de Odebrecht y Pdvsa, entre otros.

Ante las presiones, los medios se reinventan, aprovechan la tecnología, las redes sociales y hasta los medios de transporte para seguir informando. Whatsapp se ha convertido en una gran herramienta para compartir noticias, mientras algunos estudiantes de periodismo se montan en autobuses para leer los titulares más importantes del día.

La lucha sigue

El Bus TV

“Las personas que se informan a través del bus saben que la información es un derecho y lo agradecen de forma emotiva”, afirman los autores de El Bus TV, iniciativa que quedó dentro de los finalistas del premio Gabriel García Márquez este año y que fue creada por Claudia Lizardo, Abril Mejías y Laura Helena Castillo. Esta última advierte que como las personas invierten mucho tiempo buscando comida, efectivo y medicinas en Venezuela, es complicado que estén informadas. “Esto se ha convertido para buena parte de la población en una persecución de bienes esenciales. Por eso no les vamos a pedir a los espectadores que además se dediquen a informarse... Entonces, vamos y los buscamos”, dice.

El Bus TV ha tenido un impacto mayor al esperado en Venezuela y a nivel internacional. “El acceso a internet solo lo tiene el 60 % de la población, según cifras de Conatel. Es decir, tenemos un grueso de la población desinformado y sin teléfonos inteligentes. Estas personas que se informan a través del bus saben que la información es un derecho y lo agradecen de forma emotiva. Aplauden a nuestros reporteros, los bendicen, les quieren pagar el pasaje, etcétera. Es una reacción muy rica lo que se vive en los buses”, cuenta. En la actualidad, lo más complicado es encontrar transporte público, pues muchos de ellos no prestan servicio ya que no hay repuestos. “Hemos tomado la decisión de hacer El Bus TV en las paradas, porque es mucha la gente que está esperando que pase un bus, sin hacer mucho, y nos ha funcionado”, expresó.

Castillo indicó que sostener este proyecto es muy económico, aunque cuentan con financiamiento y el apoyo de estudiantes de comunicación social que realizan su servicio comunitario en El Bus TV. Sin embargo, agregó que quieren que el proyecto llegue a todos los estados del país, pues ahora solo están en Caracas, Carabobo y Mérida.

Le recomendamos: ¿Para qué alcanza el salario mínimo en Venezuela?

Servicio de Información Pública (Seip)

“Esta historia comenzó en un chat de Whatsapp. (...) Donde habitamos, compartimos, discutimos, aprendemos, nos queremos y nos peleamos 256 periodistas”, dijo Yaya Andueza, directora de el Servicio de Información Pública (Seip). Este emprendimiento se encarga de crear contenido en tiempo real y de carácter público utilizando notas de voz enviadas por Whatsapp, además de redifundirlas en redes sociales.

“Cuando veía las protestas del año pasado, reflexionaba sobre la necesidad de producir algo que ayudara al menos a informar y a decirle a la gente que marchaba lo que estaba pasando y lo que les esperaba dos o tres cuadras más adelante. (...) Es por esto que decidimos llevar y ampliar los reportes escritos, enviados por Odell López y Andrea Amaya al grupo, a notas de voz, porque era la única forma en que la gente podía caminar viendo hacia adelante o para los lados sin necesidad de detenerse y sin tener que bajar la cabeza para poder leer”, explicó Andueza. 

Desde su fundación, esta plataforma ha producido 1.076 audiorreportes que se han enviado a 492 grupos/foros de Whatsapp, donde participan más de 19.329 personas de 12 nacionalidades diferentes y de edades comprendidas entre los 17 y los 78 años. A la fecha, las notas de voz han llegado a más de 109 ciudades, distribuidas en 51 países de los cinco continentes.

Andueza indicó que las siete personas que conforman este proyecto lo hacen de manera gratuita, pues consideran que es su forma de defender la democracia y la libertad de expresión. “Actualmente mantenemos una regularidad de dos notas de voz diarias, conservando nuestra forma de trabajo. Unos investigan, otros redactan y hacen la curaduría, y cuatro colocan sus voces”, indicó Andueza.

Agregó que, gracias al apoyo de otros periodistas, gente del sector artístico y cultural, además de profesionales de la economía, el turismo, la política y hasta personas del chavismo, han podido crecer. “La Escuela de Idiomas Modernos de la Universidad Central de Venezuela (UCV) traduce las notas de voz al inglés, francés, alemán, portugués e italiano, para que lleguen a más personas”, comentó.

Asimismo considera que el Seip es su granito de arena y el de su equipo ante la crisis que padece su país. “Estaremos aquí el tiempo que sea necesario, en el momento preciso, haciendo lo que mejor hacemos y nos apasiona: informar”, dijo.

Vea también:¿Cómo salvar a Venezuela?

VPI TV

Venezolanos por la Información nació en diciembre del 2015, en el marco de las elecciones a la Asamblea Nacional, con la idea de formar un gran centro informativo y político en Miami para que los ciudadanos de Venezuela en el exterior pudiesen enterarse de lo que ocurría en el país. Su fuerte es la transmisión de acontecimientos en vivo.

“Creamos y anunciamos esta plataforma con los insumos mínimos y básicos. La verdad es que lo hicimos con las uñas. (...) Pero luego de ese evento yo revisé las cuentas y seguíamos teniendo seguidores. Entonces les dije a mis socios: ‘¿Qué pasa si montamos un canal de televisión?’”, dijo la directora del canal, Fabiola Colmenarez.

El proyecto se creó gracias a la unión de tres profesiones diferentes, pero las necesarias para crear un medio de comunicación digital. “Uno de mis socios es Freddy Wetter, el genio en la parte técnica. El otro es Leonardo Trechi, el experto de marketing, y yo, que vengo del mundo de la comunicación”, agregó Colmenarez. El crecimiento vertiginoso del canal los obligó a incorporar periodistas de peso y con credibilidad en el país, pues consideran que fue un medio que comenzó al revés. “Nos hicimos primero canal y después fuimos formando todo lo demás. Decíamos: ‘Pero ajá, necesitamos un jefe de prensa, un administrador, una oficina, más periodistas, más equipos’, y así fuimos creciendo. (...) Hoy somos más de 37 personas quienes trabajamos aquí”, indicó. 

Sin embargo, y aunque los tres socios saben que están cumpliendo con el deber y el derecho de informar, además de generar empleos, Colmenarez aseguró que no es rentable tener un medio de televisión como estos en Venezuela. “Hoy por hoy es una empresa que no nos da, pero que tampoco nos quita. Muchas veces hemos tenido que poner de nuestro bolsillo”, explicó.

Pese a esto asegura que su mayor satisfacción es ver cómo VPI se ha convertido en una fuente principal de información en el país. “Nuestros periodistas nos cuentan que una cajera en un supermercado está viendo VPI TV en su celular, o que en las emisoras de radio tienen las computadoras prendidas viendo lo que transmite en vivo el canal. Ese impacto en la gente, esa conexión (...) es la respuesta positiva a ese sueño”, dijo Colmenarez.

El plan de este proyecto es continuar con su crecimiento en el interior del país, pues es donde más se siente la crisis venezolana. “Este mundo 2.0 cada vez te brinda más oportunidades increíbles. Mientras el dictador más aprieta la tuerca, hay más herramientas maravillosas para irlas venciendo”, agregó.

Por Daniela Rojas Díaz

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar