Los intereses de EE. UU. en estratégica base militar de Brasil

Los mandatarios estadounidense y brasileño firmarán un acuerdo que permitirá que Washington use la base de Alcántara, en el norte de Brasil. ¿Qué implica este trato bilateral?

Beatriz Miranda Cortés *
19 de marzo de 2019 - 02:00 a. m.
Manifestaciones al frente de la Casa Blanca en contra del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.  / AFP
Manifestaciones al frente de la Casa Blanca en contra del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. / AFP

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, comienza este martes su primer viaje oficial a Estados Unidos. El mandatario rompe una tradición de 30 años de sus antecesores, cuya primera visita oficial había sido siempre a Argentina.

Poco después de aterrizar en la base San Andrews, a las afueras de Washington, Bolsonaro publicó en su cuenta de Twitter: “Por primera vez, en mucho tiempo, llega a Washington un presidente brasileño que no es antiestadounidense; es el comienzo de una alianza por la libertad y la prosperidad, como siempre desearon los brasileños”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y Bolsonaro se encontrarán este martes en el Salón Oval de la Casa Blanca. La cita bilateral sellará el alineamiento ideológico y militar del gobierno brasileño, que asumió el 1° de enero, con Washington, lo cual podrá limitar y disminuir el alcance de la política exterior de Brasil en otros escenarios.

(Le puede interesar: Bolsonaro llega a EE. UU. para reforzar sus lazos con Trump)

Sobre la mesa estarán temas previsibles: Venezuela, Nicaragua, Cuba, China e Irán, el respaldo de Estados Unidos a Brasil para que ingrese a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la supresión de visa para los estadounidenses sin la aplicación del principio de reciprocidad y la posibilidad de recibir de la Casa Blanca la categoría de aliado extra OTAN.

Los escasos 20 minutos de encuentro a solas con Trump serán suficientes para que el presidente Bolsonaro ratifique la buena voluntad de su gobierno para dar un giro inusitado a la política exterior de Brasil.

Uno de los temas más sensibles de esta visita es el Acuerdo de Salvaguardas Tecnológicas, que permitirá la utilización comercial de la base de Alcántara, perteneciente a la Fuerza Aérea Brasileña, ubicada en el estado de Maranhão, noreste de Brasil. Su uso se restringirá a fines pacíficos y la expectativa del gobierno es recaudar US$150 millones por año.

Según expertos, la base de Alcántara tiene una de las mejores ubicaciones del mundo: está al frente de África occidental y es la más próxima de la línea del Ecuador. Desde allí se pueden poner satélites en órbita con más rapidez y menos costo.

En el gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2003) hubo un acuerdo entre los dos países, pero fue rechazado por el Congreso. Algunos sectores creían que atentaba contra los intereses y la soberanía nacionales. Durante los mandatos de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) el tema fue congelado, y en el gobierno de Michel Temer (2016 y 2018) fue retomado discretamente.

El acuerdo original establecía una serie de restricciones a Brasil: prohibía al país lanzar cohetes propios desde la base, firmar acuerdos de cooperación tecnológica espacial con ciertos países, apropiarse de tecnologías norteamericanas utilizadas en Alcántara, transferir dinero proveniente de la base a programas de desarrollo de satélites nacionales y establecía que solamente el personal norteamericano tendría libre acceso a ciertas áreas restringidas y a contenedores. El acuerdo actual eliminó fragmentos que “denotaban actuaciones unilaterales de Estados Unidos en territorio brasileño”. Se logró que no haya áreas restringidas a brasileños. Sin embargo, Brasil asume el compromiso de no lanzar satélites de países sancionados por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y tampoco de países que, según Estados Unidos, apoyan el terrorismo internacional, pero en caso de divergencias en cuanto a la lista se consultará con el gobierno norteamericano.

Será obligatorio informar la trayectoria de los satélites y los recursos provenientes de la base podrán ser utilizados en varias áreas del programa espacial brasileño, con excepción del desarrollo de vehículos de lanzamiento de satélites.

Actualmente, los satélites brasileños son lanzados con el apoyo de China a partir del programa CBERS.

Le puede interesar: ¿Quién es Jair Bolsonaro, el Donald Trump brasilero?

Bases militares

A pesar de que Estados Unidos cuenta con 700 bases militares terrestres fuera de su territorio nacional y una sofisticada base militar para lanzamiento de cohetes en Cabo Cañaveral, Alcántara es estratégica. Con perseverancia, Estados Unidos finalmente incorpora a Brasil en su ruta de intervención global.

Bolsonaro también se reunirá con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y participará en varios foros sobre las oportunidades que ofrece la economía brasileña. Jair Bolsonaro viajó acompañado de seis ministros, entre ellos el canciller Ernesto Araújo, el titular de Economía, Paulo Guedes, y el de Justicia y Seguridad, Sergio Moro. Su hijo y diputado federal, Eduardo Bolsonaro, muy activo en las articulaciones con representantes de la ola neoconservadora mundial, ya estaba en Estados Unidos.

Se avecinan nuevos tiempos para la política exterior de Brasil.

* Profesora U. Externado de Colombia.

Por Beatriz Miranda Cortés *

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar