Los misteriosos ataques acústicos que denuncia EE. UU.

Zumbidos en el oído, una presión inexplicable en el cráneo y daños cerebrales menores han sufrido más de 25 funcionarios estadounidenses en dos países diferentes. ¿Qué o quién los causa?

redacción internacional
08 de junio de 2018 - 03:00 a. m.
El secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, denunció los ataques. / AFP
El secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, denunció los ataques. / AFP
Foto: AFP - CHIP SOMODEVILLA

Estados Unidos está convencido de que detrás de los inexplicables síntomas que presentan varios funcionarios de sus delegaciones diplomáticas en La Habana y Guangzu hay manos criminales. Por eso el secretario de Estado, Mike Pompeo, anunció la creación de un grupo de trabajo que analice “los incidentes de salud inexplicados” en Cuba entre 2016 y 2017 y en China actualmente.

Washington sospecha que su personal está siendo blanco de ataques sónicos deliberados. En un informe reciente, funcionarios estadounidenses afectados por los supuestos ataques acústicos describían que ellos y sus familias en La Habana —donde se reportaron los síntomas inicialmente— sufrían padecimientos similares: problemas para dormir, dolor de cabeza, náuseas y pérdida de audición.

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Aparte de los funcionarios de la Embajada estadounidense en Cuba, el Departamento de Estado fue informado de que 19 turistas de EE. UU. que visitaron la isla reportaron los mismos síntomas. A pesar de que Cuba no encontró pruebas de los supuestos ataques y niega tener relación con el misterio, Estados Unidos respondió dejando su embajada en La Habana con el menor número de funcionarios y expulsando de Washington a 17 trabajadores de la delegación cubana. El pasado 9 de enero, expertos citados a una audiencia en el Senado confesaron no tener certeza de que lo que pasaba en Cuba fuera “una agresión acústica”.

En medio de la ausencia de explicaciones para los cuestionamientos cada vez más recurrentes, la prensa estadounidense barajó esta hipótesis: se trataba de infrasonidos, es decir, sonidos por debajo del espectro audible para el oído humano. Por otro lado, se habló de ultrasonidos, es decir, sonidos por encima del espectro. Como nunca hubo certeza de nada, Pompeo decidió dedicar un equipo especial para estudiar los casos.

China suena mal

Y justo en medio de las investigaciones, las alarmas volvieron a saltar esta semana. Esta vez a miles de kilómetros de Cuba. A finales de mayo se conoció la repatriación de un primer funcionario radicado en Guangzu (China) para ser sometido a análisis en Estados Unidos.

Mark Lenzi, el afectado, regresó a Washington a comienzos de mayo tras reportar “sensaciones sutiles y vagas, pero anormales, de sonido y presión”, según informó el Departamento de Estado.

Lenzi contó a los médicos que comenzó a experimentar el trastorno en abril de 2017. “Era un golpeteo constante”, relató. Y agregó que lo sintieron él y su mujer, “pero lo atribuimos en un principio a un trabajo locativo que hacía el vecino de la casa de al lado”, dijo. “Pero después llegaron el insomnio y otros trastornos crónicos”, agregó.

“No ha sido establecida la naturaleza precisa de las heridas sufridas por el personal afectado ni si existe una causa común”, remarcó el secretario de Estado.

Los “ataques” en China, dice The Washington Post, comenzaron el año pasado, y desde entonces se han presentado varios incidentes similares. Estados Unidos reclamó al gobierno chino, al que hizo responsable por la salud y la seguridad de los miembros de la legación. También declaró una alerta sanitaria. Las autoridades chinas aseguraron no “tener ningún indicio” que permita explicar el traumatismo cerebral de los funcionarios en la delegación diplomática.

El secretario de Estado declaró durante una audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes que los síntomas de lo sucedido entre el personal de Guangzu eran “muy similares y totalmente consistentes con las indicaciones médicas que tuvieron lugar entre los estadounidenses que trabajaban en Cuba”.

La preocupación crece en Estados Unidos. Varios de esos funcionarios que estaban en China ya fueron sometidos a análisis médicos. Todos reportaron ligeras lesiones cerebrales, pérdida de la audición y del equilibrio, fuertes dolores de cabeza, problemas cognitivos y edemas cerebrales.

Cerca de 170 diplomáticos y empleados estadounidenses trabajan en el consulado de Guangzu, además de sus familias, y un buen número de ellos fueron o serán sometidos a estudios clínicos a cargo de médicos que viajaron desde Estados Unidos el 31 de mayo.

“La seguridad y la protección del personal estadounidense y de sus familias son nuestra prioridad absoluta”, dijo la portavoz del departamento de Estado, Heather Nauert.

Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, afirmó que “China siempre cumple las convenciones internacionales sobre relaciones diplomáticas, que protegen la seguridad de los funcionarios de Estados Unidos y otros países”.

Expertos consultados por la prensa estadounidense señalan que “muchos funcionarios de inteligencia siguen evaluando la posibilidad de que sea un ataque acústico”. Y explican que los daños cerebrales encontrados en los funcionarios no están relacionados científicamente con ningún tipo de aparato que emita ondas sonoras. Sigue el misterio.

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Por redacción internacional

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