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Una de las herencias que le dejó Donald Trump al Partido Republicano fue el las teorías radicales insertadas en algunos discursos de sus miembros. La que ahora está bajo la lupa es Marjorie Taylor Greene, una conservadora famosa por defender teorías conspirativas como QAnon, una de las más sonadas en el país. Hoy los miembros de su partido se tendrán que pronunciar para definir su futuro dentro del partido. La mujer no es sino la punta de un problema cuya profundidad todavía se desconoce y cuyas consecuencias ya se comenzaron a ver el pasado 6 de enero, luego de la invasión al Capitolio de Estados Unidos.
La política ha hecho enorme ruido alrededor de sus posiciones. De hecho, dijo entre otras cosas, que tanto el tiroteo de Parkland como el de Las Vegas en 2017, en el que murieron 58 personas, son un montaje, un tema muy sensible en el país. También puso “me gusta” en mensajes que apoyaban ejecutar a la demócrata Nancy Pelosi y a agentes del FBI. Los demócratas habían puesto un ultimátum a los republicanos para que retirasen a Greene de los comités a los que está asignada -una de las mayores reprimendas en el Congreso- convocando el voto que hoy decidirá su futuro.
Como suele ocurrir en este tipo de situaciones, las grandes compañías en las que circulan estas teorías han tenido que salir a dar la cara para demostrar que están regulando su contenido. Facebook, por ejemplo, afirmó: “Aplicamos las mismas reglas a los grupos que aplicamos a cualquier otra forma de contenido en la plataforma. Cuando encontramos grupos que infringen nuestras reglas, tomamos medidas, desde reducir su alcance hasta eliminarlos de las recomendaciones y eliminarlos por completo. A lo largo de los años, hemos invertido en nuevas herramientas e inteligencia artificial para encontrar y eliminar contenido dañino y hemos desarrollado nuevas políticas para combatir amenazas y abusos “.
La política adquirió su actual dimensión el pasado noviembre, cuando ganó un escaño en la Cámara de Representantes con un demoledor resultado sobre su contrincante demócrata. Durante la campaña, aseguró que “los cristianos conservadores fuertes deben pasar a la ofensiva contra estos socialistas que quieren romper nuestro país”. En ese momento apareció con un fusil al lado de una universidad advirtiendo a los “terroristas de Antifa” que no pusieran “un maldito pie en el noreste de Georgia”.
Otra de sus salidas en falso ocurrió cuando compartió un video en el que un negacionista del holocausto afirma que “los supremacistas sionistas han orquestado una promoción de la inmigración y el mestizaje”, un discurso dirigido a una “invasión islámica”.
Ante la posibilidad de que algunos republicanos que han sido críticos con Greene voten hoy con los demócratas en su contra, el líder republicano en la Cámara Baja, Kevin McCarthy tenía opción de adelantarse. Sin embargo, el republicano optó por no tomar ninguna decisión y criticó a los demócratas por forzar su expulsión de comités, pese a que condenó comentarios de su congresista. “Comentarios pasados de Marjorie Taylor Greene sobre tiroteos en escuelas, violencia política o teorías conspirativas antisemitas no representan los valores y creencias de la Conferencia Republicana. Condeno esos comentarios inequívocamente. Los condené en el pasado. Los sigo condenando hoy”, dijo.
Las voces demócratas para erradicar este tipo de discursos se han multiplicado en cuestión de días. El congresista demócrata Jimmy Gómez, de California, indicó desde el pasado lunes que la resolución que presentó la semana pasada para “expulsar” a la congresista está ganando apoyo y que ya son 63 los copatrocinadores de la iniciativa. “Su abierto apoyo a la violencia política hacia nuestros pares y la promoción de peligrosas teorías de conspiración la descalifican para servir en el Congreso”, dijo.
Demócratas de Florida, donde ocurrió la masacre en febrero de 2018, han rechazado durante semanas el hecho, pero los republicanos han guardado silencio. A su vez, representantes demócratas de Florida se reunieron este lunes para evaluar posibles sanciones contra Taylor Greene, que representa un distrito de Georgia tras favorecer durante su campaña en 2020 las teorías de conspiración del movimiento QAnon, que sigue a un usuario digital anónimo que se dedica a publicar mensajes sobre presuntos círculos demócratas pedófilos al interior del Partido Demócrata y de figuras de Hollywood, entre otros.
A los congresistas se han sumado familiares de las víctimas, como Fred Guttenberg, padre de Jamie, una de las estudiantes que murieron, que ha instado a la legisladora a renunciar o al Congreso a expulsarla. El hombre agradeció este lunes al congresista Gómez por su resolución al resaltar que “todos deberíamos estar de acuerdo en la importancia de los hechos. Parkland no fue un evento falso, inventado. Mi hija y otras 16 personas fueron asesinadas ese día”, le recordó a la congresista hace unos días en un mensaje en su cuenta de Twitter, acompañado de una foto de la joven.
Guttenberg acudió este lunes a la conferencia de prensa virtual en la que participaron los congresistas demócratas Debbie Wasserman Schultz, Ted Deutch y Jahana Hayes para discutir posibles sanciones. “Los teóricos radicales de la conspiración vinieron cruelmente a nuestra comunidad en los días posteriores al tiroteo para negar escandalosamente que murieran 17 personas”, se lamentó el congresista Deutch.
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