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La Cámara de Diputados aprobó el miércoles la legalización en toda la cadena de producción, consumo y venta de la marihuana, abriendo las puertas a un negocio multimillonario para el país. Acá le contamos las claves de este histórico suceso.
Primero lo más destacado: la desinformación en el debate.
“Con tres mordidas de un panqué de chocolate con 550 mg de marihuana, una persona podría estar en un viaje por cuatro días”, dijo Cynthia López, diputada del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Esto es relativo y lo único que demuestra es el desconocimiento desde el que hablaron los opositores al proyecto de la ley.
Asociaciones civiles de México han realizado plantones semanalmente a las afueras del Senado para romper mitos sobre el consumo de cannabis. En estos artículos hablamos sobre este tema.
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Ahora sí: ¿qué pasó?
La Cámara de Diputados, es decir, la cámara alta del Legislativo en México, aprobó el miércoles en lo general el proyecto de ley que regula la cadena de producción, venta y consumo del cannabis, aunque con unas pequeñas modificaciones al texto por lo que este deberá regresar al Senado para completar el trámite. De esta manera se cierra un proceso de más de dos años que cambiará al país.
Todo comenzó con una decisión de la Suprema Corte en 2018 al considerar que prohibir el cannabis atentaba contra el desarrollo de la libre personalidad de los ciudadanos, y le dio un año al Legislativo para realizar cambios en la ley. Estos cambios se retrasaron debido a las continuas luchas políticas en el Senado.
México se convertirá en apenas el tercer país del mundo en legalizar la marihuana en todo su territorio. Los otros dos países son Canadá y Uruguay.
Esta decisión marca un cambio enorme en la política antidrogas del país que ha sumergido a la nación en una profunda crisis de violencia. En 2017, uno de los años más violentos en México, el 75 % de los homicidios estuvieron relacionados con el tráfico ilegal de drogas.
Por otro lado, México se convertirá en el mayor mercado de marihuana legal del mundo y le ha dado la entrada a un negocio multimillonario. Estamos hablando de más de 6,000 millones de dólares al año, según estimaciones del director de Semáforo Delictivo, Santiago Roel.
Ahora, con el dinero que el gobierno mexicano recaude de los impuestos, que sería más de 400 millones de dólares al año, según primeras estimaciones, se podrán financiar programas para beneficiar a los sectores más vulnerables y así acortar las brechas de desigualdad.
¿Cuáles son las reglas?
La posesión personal de hasta 28 gramos está permitida, pero se siguen contemplando multas para quienes tengan más de esta cantidad. Este es un punto que todavía se debate, pues hay quienes piden que se deje de perseguir los delitos relacionados con la posesión de drogas.
La ley establecerá que cualquier adulto pueda fumar, aunque conserva algunas restricciones como que no haya menores de edad cerca cuando se consuma en casa o conducir bajo los efectos del cannabis. Se permitirá fumar, sin embargo, en espacios públicos, áreas interiores de trabajo públicas o privadas y universidades.
La venta se realizará en establecimientos específicos, y los medicamentos con compuestos de cannabis serán exclusivos de las farmacias. La Comisión Nacional contra las Adicciones, que depende de la Secretaría de Salud, regulará todo, desde la siembra hasta la cosecha, y dará los permisos correspondientes para los clubes de consumo y las empresas que quieran entrar al negocio. Aunque acá se presenta un desafío: esta agencia no tiene experiencia en regulación.
No se ha definido cuánto costarán las licencias de producción, pero una clave es que, con los cambios al texto, las empresas extranjeras podrán participar del negocio, aunque se dará atención prioritaria a los locales.
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