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Siguiendo el acuerdo alcanzado en Sochi entre Rusia y Turquía, firmado en septiembre, la oposición militar siria que lucha en contra del régimen del presidente, Bashar al Asad, informó que está retirando su armamento pesado de su frente en Idlib.
Naji Mustafa, portavoz del Frente de Liberación Nacional de Siria, uno de los componentes del Ejército Sirio Libre (FSA), en declaraciones para el corresponsal de la Agencia Anadolu afirmó que los oponentes militares comenzaron a retirar su armamento pesado de la línea del frente en Idlib.
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Previniendo posibles ataques del régimen de Bashar al Assad contra el Frente de Liberación Nacional, en las líneas se conservarán armas ligeras y trincheras. Mustafa declaró que “la remoción de armas pesadas se lleva a cabo bajo la coordinación de las autoridades turcas”.
Por su parte, el diario turco Hürriyet informó que entre las armas retiradas se cuentan morteros, tanques, lanzagranadas y rampas de lanzamiento de misiles de media distancia.
La propuesta, presentada por el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en Teherán del 7 de septiembre, fue consolidada entre Erdogan y su homólogo ruso, Vladimir Putin, en Sochi el 17 de septiembre con el cese al fuego, junto con medidas adicionales.
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El acuerdo prevé el establecimiento de una zona de desarme entre 15 y 20 kilómetros para el 15 de octubre y su inspección por parte de tropas rusas y turcas, que patrullarán conjuntamente la zona desmilitarizada, para evitar así que las tropas leales a Damasco lancen una ofensiva masiva contra la región de Idlib, la única controlada aún por rebeldes islamistas.
Los opositores militares, la delegación de Tahrir Damasco, los soldados del régimen y los partidarios de grupos terroristas extranjeros en las líneas del frente, según la profundidad de las condiciones geográficas, deberán retirar su armamento pesado en el área de desarme.
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Las partes que abandonarán la región con sus armas pesadas continuarán protegiendo los límites de las áreas que controlan actualmente. El desarme será monitoreado por los países garantes, Turquía y Rusia, siendo responsables de llevar a cabo patrullas coordinadas en la región.