Desde la semana pasada, en varios medios internacionales y del país, entre ellos El Espectador, se hizo eco de la muerte de tres periodistas norteamericanos que preparaban un documental sobre una hipotética implicación del Gobierno de Estados Unidos en el atentado del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trade Center de Nueva York.
Familiares, amigos y miembros del círculo cercano de los comunicadores fallecidos el pasado 11 y 12 de febrero, especialmente de David Carr, desmintieron que el deceso haya tenido un carácter ‘extraño’, pues cada una se habría dado bajo circunstancias completamente accidentales o naturales.
Según sus versiones, Bob Simon, escritor y presentador del programa 60 minutos de la cadena CBS News, murió el 11 de febrero en un accidente automovilístico en Manhattan. El vehículo en el que iba de pasajero cruzó un semáforo en rojo, golpeó a otro carro y Bob murió, ya que no tenía el cinturón de seguridad.
Por su parte, afirman que Ned Colt, ex reportero de NBC News, quien murió el 12 de febrero debido a un derrame cerebral, se desvinculó de la cadena en 2009 y se unió al Comité Internacional de Rescate y la oficina para refugiados de las Naciones Unidas.
Finalmente, aseguraron que David Carr, quien también murió el 12 de febrero a sus 58 años, sufría de una fuerte enfermedad, que lo condujo a desplomarse en la sala de redacción del New York Times, diario donde laboraba.
Así mismo, las afirmaciones que desvirtuaban el hecho, indicaron que los tres periodistas nunca conformaron una compañía independiente de noticias, con la que habrían iniciado su investigación sobre los hechos del 11 de septiembre.