Nayib Bukele afirmó en una entrevista a El País que si fuera un dictador ya se hubiera tomado el Gobierno. / AFP
Desde que llegó a la presidencia de El Salvador Nayib Bukele ya advertía que sería un presidente diferente a los anteriores. Lo primero que impactó fue su juventud, pues con tan solo 38 años le arrebató la presidencia a los dos países tradicionales del país, anclados en el poder desde 1992. La independencia que prometió durante su campaña, acompañada de su carismático discurso, logró convencer a un electorado cansado de la violencia, la corrupción y la pobreza.
Por redacción internacional
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