Melania Trump le dio una dosis de empatía a la Casa Blanca por primera vez en la pandemia

La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, mostró más empatía con las víctimas de la pandemia en una noche que la que ha mostrado su esposo, Donald Trump, en los últimos seis meses. Esto fue lo que dijo en su discurso en la Convención Nacional Republicana.

26 de agosto de 2020 - 04:04 a. m.
La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump.
La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump.
Foto: EFE - efe

“Se están muriendo, eso es cierto. Es lo que es”, dijo Donald Trump sobre las víctimas de la pandemia a principios de agosto durante una entrevista con Axios. El presidente estadounidense rara vez muestra signos de empatía con las víctimas de la emergencia sanitaria causada por la pandemia de coronavirus. Pero en contraste, su esposa, la primera dama Melania Trump, salió a consolar a los estadounidenses que han perdido a seres queridos en los últimos meses de una manera que no se había visto en la Casa Blanda en la segunda noche del Convención Nacional Republicana.

La primera dama tenía mucha presión encima en la noche del martes. Su discurso de hace cuatro años, cuando el Partido Republicano nominó a Donald Trump a la presidencia, fue acusado de ser un plagio de uno que había pronunciado nada más y nada menos que la exprimera dama Michelle Obama. Ese hecho marcó los pronunciamientos públicos de Melania Trump durante los siguientes cuatro años. Sin embargo, esta vez superó las expectativas.

“Sé que muchas personas están ansiosas y algunas se sienten impotentes. Quiero que sepan que no están solos”, dijo Melania Trump, apenas comenzó su discurso, refiriéndose a los estadounidenses que han perdido a familiares, amigos o a sus empleos por cuenta de la pandemia. Pueden parecer palabras simples y sacadas de un viejo manual de discursos políticos, pero esta es la primera vez en seis largos meses que alguien dentro de la Casa Blanca muestra empatía con las víctimas de la pandemia. Ella, a diferencia de su esposo, lamentó lo que está ocurriendo en todo el país.

“El enemigo invisible, Covid-19, se extendió por nuestro hermoso país y nos impactó a todos. Mi más sentido pésame para todos los que han perdido a un ser querido y mis oraciones están con aquellos que están enfermos o que sufren”, dijo la primera dama. Otro punto para destacar es que, a diferencia del resto de oradores que han participado de la Convención Republicana, Melania Trump no se refirió al virus como “el virus chino”. Un hecho remarcable.

La primera dama también mostró un cambio total de guion respecto al resto de oradores tratando de llamar a la unidad nacional. “No quiero usar este tiempo precioso para atacar al otro lado porque, como lo vimos la semana pasada, este tipo de diálogos solo sirven para dividir más el país”, apuntó Trump.

Después de sus comentarios sobre la pandemia y la tragedia que viven millones de estadounidenses, la señora Trump destacó cómo Estados Unidos tiene una historia rica en diversidad, pero que había mucho para aprender sobre ella. Esto fue un reconocimiento a las disputas raciales que se viven con intensidad desde el pasado junio. Sin embargo, esas pequeñas y sorpresivas muestras de empatía no fueron suficientes.

Después de lanzar su comentario sobre la diversidad, Melania Trump comenzó a transitar por la línea incendiaria que ha caracterizado a su esposo: que los protestantes se han concentrado en el vandalismo, los disturbios y el saqueo en lugar de manifestarse de manera civilizada. Por otro lado, criticó lo peligrosos que pueden ser los medios de comunicación y las redes sociales, por lo que invitó a no creer en “chismes”. Esta, sin duda, es una derivación muy elegante de lo que su marido llama “noticias falsas”, el término que ha adoptado para atacar a los medios de comunicación liberales.

“Sospecho que Melania Trump se destacará como uno de los aspectos más destacados de la convención. No es que no haya golpeado a los medios, lo hizo, y no es que no sugirió que su esposo es mejor de lo que sugiere la cobertura de los medios. Pero logró reconocer que hay un país entero que está experimentando mucho dolor y que no se trata solo de cómo el presidente percibe las cosas”, apuntó Maggie Haberman, corresponsal de The New York Times en la Casa Blanca.

El otro mensaje llamativo de Melania Trump en la noche del martes fue el de su lucha por obtener la ciudadanía. Según dijo, esta la logró gracias a “trabajo duro”. Minutos antes, el presidente Donald Trump asistió a una ceremonia de naturalización en la que cinco personas se convirtieron oficialmente en ciudadanos de Estados Unidos.

Estos mensajes que le buscan dar esperanza a quienes aspiran a adquirir la ciudadanía de ese país contrastan mucho con la realidad. Bajo la administración Trump, el proceso para adquirir la ciudadanía se ha vuelto el doble de complicado. Esto por no mencionar el deprecio hacia los migrantes que ha promulgado con sus palabras o acciones durante todo su gobierno. Este fue sin duda el momento más cuestionado de toda la noche.

La primera dama pronunció su discurso en el mítico jardín Rose Garden en la Casa Blanca, el cual fue redecorado por ella misma para la ocasión y para los futuros pronunciamientos del presidente. Este es un espacio donde se han anunciado hechos trascendentales para el país, como acuerdos de paz, y se espera que sea un lugar que Donald Trump adopte con frecuencia para lanzar anuncios sobre su gobierno o sobre su campaña a menos de 80 días de las elecciones.

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La “amenaza socialista” rodea toda la Convención Republicana

La segunda noche de la Convención Republicana tuvo más ataques al socialismo que respuestas a la pandemia, como sucedió en la jornada del lunes.

La copresidenta de Latinos por Trump, Jeanette Núñez, pidió este martes el voto para el actual presidente porque "Estados Unidos nunca será un país socialista", al defender su resolución para "confrontar a los tiranos" en Venezuela, Cuba y Nicaragua.

"Unámonos a nuestro presidente en su promesa de que Estados Unidos nunca será un país socialista", dijo Núñez en su intervención en la segunda noche de la convención republicana.

Núñez, vicegobernadora de Florida, que preside Latinos por Trump junto a la californiana Maggie Palau Hernández, destacó la defensa del mandatario "de la libertad religiosa", su "apoyo a aliados democráticos como Colombia", y su "resolución sin descanso al confrontar a tiranos en países como Venezuela, Cuba, China, y Nicaragua".

"Podemos ir por un camino oscuro de caos y control gubernamental; o podemos escoger la senda de la libertad y oportunidad (...) preservada en el Sueño Americano", agregó.

Núñez, nacida en Miami hace 48 años y de padres cubanos, es la segunda estadounidense de origen cubano que habla en la convención republicana con un relato muy crítico con el Gobierno cubano, después de que el lunes habló el empresario Máximo Álvarez.

Florida, un estado con un gran porcentaje de población latina, es considerado uno de los lugares claves donde se dilucidarán los resultados en las elecciones del 3 noviembre en las que Trump buscará la reelección frente al aspirante demócrata, Joe Biden.

Una de las últimas encuestas sobre el voto latino, de NPR/PBS/Marist, publicada hace 10 días, muestra que, si bien un 59 % de los hispanos se propone votar al candidato demócrata Joe Biden, el porcentaje es menor al 66 % de apoyo que tenía Hilary Clinton en 2016.

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