El parlamento de Alemania aprobó este viernes una controversial ley para reforzar las reglas de asilo y deportar rápidamente a aquellos a quienes no se los otorguen.
Los legisladores alemanes aprobaron la “Ley de Retorno Ordenado” en una votación de 372 votos a favor contra 159 en contra, además de 11 abstenciones. La mayoría de legisladores pertenecientes al partido Unión Demócrata Cristiana (CDU), perteneciente a la canciller Angela Merkel, su aliado Partido Socialdemócrata (SPD), votaron a favor de la ley.
Según la nueva legislación, a quienes no les otorguen asilo y que no puedan probar su identidad, no podrán ser elegibles para acceder a varios beneficios sociales o financieros.
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Los que den declaraciones falsas sobre su identidad o su país de origen serán llevados a detención preparatoria antes de ser enviados de vuelta a sus países.
La ley también permite a las autoridades seguir rechazando a solicitantes de asilo que se enfrentan a la deportación en cárceles regulares pero separados de los prisioneros.
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El Partido Verde, de oposición, se opuso enérgicamente a la legislación.
“Este es un día negro para la democracia liberal”, declaró el parlamentario verde Filis Polat, señalando que las medidas incluidas en la legislación eran una violación a la constitución y a las normas de la Unión Europea.
El año pasado, las autoridades alemanas no pudieron enviar de vuelta a 31.000 solicitantes de asilo que fueron rechazados, pues no se pudo identificar los países de donde provenían. Algunos de ellos no tenían documentos para poder viajar y otros desaparecieron del radar del Ministerio del Interior.