La última decisión de Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), ha enfurecido a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), órgano de la OEA encargado de la defensa de los derechos humanos en las Américas.
El pasado martes, Almagro decidió poner fin al contrato del brasileño Paulo Abrão, secretario ejecutivo de la CIDH, por una serie de denuncias en su contra por presunta mala conducta, acoso laboral y manipulación de concursos y contrataciones. Todas las quejas han sido presentadas a la ombudsperson (defensora del pueblo) de la CIDH, Neida Pérez. Según dice Almagro, la “falta de tramitación” de estas denuncias supone “un duro golpe” a la credibilidad de la CIDH.
"Es completamente falta de ética y repudiable pretender generar confusión respecto a lo que constituye la responsabilidad y rendición de cuentas funcional individual de uno o más funcionarios y lo que constituye la autonomía de la CIDH", dijo Almagro en un comunicado.
Pero Joel Hernández, presidente de la CIDH, señala que la investigación de estas denuncias, que, reitera, sí se han tenido en cuenta y se tienen que seguir con rigor, no es una razón para terminar con el contrato de Abrão. Para él, la decisión de Almagro representa un ataque a la autonomía del órgano, y ve con preocupación que su independencia se vea comprometida.
“Para que la Comisión pueda llevar a cabo su trabajo libre de influencias políticas requiere de su autonomía e independencia, de la cual, la piedra angular es el rol que tiene el secretario ejecutivo. La Comisión no puede actuar de manera autónoma e independiente si no tiene la capacidad de decidir quién va a estar al frente de su Secretaría Ejecutiva”, aseguró Hernández.
Abrão, que ocupó el cargo de secretario ejecutivo el 16 de agosto de 2016, fue reelecto para un nuevo periodo en enero de este año por la Comisión, la cual no entiende la intromisión del secretario general de la OEA en sus asuntos internos.
"Aquí quiero ser muy enfático. La Comisión ha expresado al secretario Almagro la importancia de que estas denuncias sean investigadas (...), pero eso es distinto a la decisión de la Comisión de dar un mandato renovado al secretario Abrão y de la consecuente obligación del secretario general de otorgar el contrato", agregó Hernández.
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La CIDH destacó que Abrão ha fortalecido “la gestión institucional con sostenibilidad financiera e incremento de sus capacidades” y que el informe presentado con las denuncias, a cinco días de la terminación del contrato, no puede ser un pretexto para no renovar al secretario ejecutivo en su cargo.
"En este momento lo que tenemos es la negativa del secretario general de renovar el contrato del secretario ejecutivo Abrão en circunstancias que nos preocupan mucho por la manera en la cual se han venido dando", añadió el presidente de la CIDH.
Hernández ha destacado la voluntad de diálogo de la CIDH y recalcó que para el órgano Abrão continúa siendo su secretario ejecutivo. Cuando se le preguntó si consideraba que había otras razones para tratar de retirar al brasileño de la oficina, el presidente de la CIDH recalcó que solo se limitaba a los hechos.
La decisión de Almagro ha despertado duras críticas en varios países miembros de la OEA. El gobierno de México expresó su “preocupación” por la postura de Almagro y llamó a “respetar las decisiones” de la CIDH. Mientras que José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, quien fue abogado de la CIDH, advirtió este hecho “constituye un grave retroceso en la práctica de la OEA y socava la autonomía de la Comisión”.
Otras figuras, como el exvicecanciller de Chile, Fernando Yépez Lasso, también se pronunciaron sobre la decisión de Almagro tildándola de “abusiva” y se quejó porque el secretario general estaba “alineándose” con las posturas políticas de Estados Unidos.
1/4. Nueva arbitrariedad de @Almagro_OEA2015 al suspender proceso de renovación del mandato del Secretario Ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrão, en franca contraposición con normas Carta OEA, Estatuto CIDH, Opinión de Corte Interamericana y procedimiento utilizado durante 20 años.
— Fernando Yépez Lasso (@fernandoyepezl) August 25, 2020
“¿Quiénes se oponen a la gestión de Abrão? ¿Acaso la defensa de los derechos humanos debe mirar solamente a Venezuela y no a Bolivia o a las protestas sociales en Colombia, Chile y Ecuador, por ejemplo? Servil Gobierno de Ecuador apoyó reelección de Almagro. ¿Favorece Ecuador también esta arbitrariedad por posición CIDH ante represión en octubre?”, señaló Yépez Lasso.
Un grupo de expresidente y directivos de la CIDH envió en las últimas horas una carta a Almagro para pedirle que respete la autonomía del órgano y que permita que se le renueve el contrato a Abrão, o de lo contrario habría un “retroceso para el rol de la CIDH en las Américas.
Expresident@s y exdirectiv@s @CIDH enviamos hoy carta a @Almagro_OEA2015 sobre necesidad de respetar autonomía CIDH y decisión de esta de renovar mandato de Secretario Ejecutivo @PauloAbrao. No hacerlo sería gravísimo retroceso para rol CIDH en protección ddhh en las Américas. pic.twitter.com/MZvNBOm871
— UN Special Rapporteur Migration Felipe González M (@UNSR_Migration) August 27, 2020
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